Capítulo 26

3.8K 323 54
                                    


―Confía en mí, Lenna. ―murmura Harry, parpadeo un par de veces, alzando mi palma junto a la suya, hasta que estas se tocan. Es una sensación placentera y electrificante, una carga eléctrica pero no muy potente, que apenas se empieza a percibir. 

Mi pecho se siente agitado, una sensación un poco extraña, como si dentro de mi revolotean miles de mariposas enfurecidas, que baten sus alas con desesperación por salir.

 ―¿Que es esta sensación? ―pregunto nerviosa, pero todavía con su palma y la mía unidas.

―Espera un poco, algo va a suceder ―su sonrisa ladeada aparece un instante, para poner una cara de concentración. 

Miro a mi alrededor, justo cuando miles de pequeñas luces brillantes aparecen de la nada, iluminando el oscuro lugar; algunas se acercan tintineándose a nosotros, y es entonces cuando me doy cuenta de que las luces son en realidad luciérnagas, miles de ellas zumbando por todos lados. Estoy sonriendo como tonta, miro a Harry que simplemente me guiña un ojo, pero yo sigo sin poder creerlo.

Su palma ya no solo toca la mía, sino que ahora ha entrelazado nuestros dedos –por segunda vez– logrando que la anterior sensación de electricidad recorriendome aumente de manera notable. Rayos, esto se siente tan bien. Oleadas de aire y hojas suenan con intensidad fuera, de no saber que nosotros lo estamos causando, pensaría que un tornado esta a punto de llegar.

 ―¿Como es que...? ―no alcanzo a formular la pregunta, cuando siento miles de espinas clavarse en mi piel. Gruño de dolor, pero sus manos no dejan las mías en ningún momento cuando intento zafarme de su agarre.

Suelto un alarido que me deja la garganta con un sabor amargo, veo como más cosas se iluminan en el lugar. Creo que son velas... velas y lamparas, incluso unas bombillas. 

Los ojos verdes de Harry me miran, parece que tuviese un siglo sin parpadear. ¿Qué me esta sucediendo? no puedo producir ninguna palabra, y es hasta que pasan un par de minutos que la sensación desagradable aminora, hasta que por fin desaparece de mi cuerpo. De pie frente a Harry, lo único que me detiene para no caer son sus manos sosteniendo firmemente las mías. Mi mirada no logra enfocar un punto fijo. 

 ―¿Lenna? Estas bien, me escuchas, mírame. ―un chasquido me vuelve a mi cuerpo como si anteriormente hubiese sido una experiencia extracorporal, Harry me mira con el entrecejo ligeramente fruncido, muevo la cabeza, indicándole que lo escucho, y su semblante ya no luce preocupado. 

  ―¿Que mierda? ―es lo único con sentido que logro articular, que básicamente resume lo que acaba de suceder.   

Harry suelta una carcajada, sus manos dejan mi piel y buscan la tela de mi camisa, me quedo quieta mientras deshace botón a botón, hasta llegar al ultimo. Trago saliva y lo detengo, frunzo los labios provocando a los suyos formar una sonrisa. 

 ―Solo quiero que veas algo, cariño ―habla despacio, volviendo a tomar la tela pero ahora desde la altura de mis hombros, la tira hacia atrás hasta sacarla toda. La camisa termina en el piso, junto a mis pies.―¿Puedes ver eso? 

Su mirada examina mis brazos, yo hago lo mismo. No puedo procesar lo que veo, creo que dejo escapar un gemido de asombro. ―Han desaparecido, Harry, ¿pero como..? ¿Ya no estamos vinculados? 

Su mano acaricia mi mejilla, luego baja hasta tocar la parte trasera de mi cuello, provocando un ligero temblor en todo mi cuerpo. Me molesta que sea capaz de causarme eso con un simple toque. 

 ―No suenes tan esperanzada. Todavía estamos vinculados, lo que significa que sigo necesitándote cerca, Lo siento. ―dice aquello mientras juguetea con un mechón de mi cabello―. Es difícil de explicar, en realidad, pero las marcas desaparecieron porque nos hemos unido más. Solo que tu cuerpo no tendrá ningún daño, ahora podrá soportar el vinculo por completo.      

No sé, pero aquello no sonó como algo de lo que me debería alegrar. 

―¿Te estoy asustando, cariño? Tu corazón suena demasiado rápido, trata de calmarte.

―¿En serio me pides que me calme, Harry? No sé ni siquiera como me debería de sentir respecto a lo que acabas de decir, tengo todos estos sentimientos revueltos y-

―Lo sé, créeme. Sé que fui un cretino contigo, te hice pasar demasiados malos ratos, lo hice porque no me importabas, lo único que quería era tomar de ti lo que necesitaba y ya, no acercarme demasiado a ti, me entretenía jugar contigo. ―Coloca varios mechones sueltos de mi cabello por detrás de mi oreja, luego me hace mirarle a los ojos. ―Algo cambio, Lenna, no sé qué exactamente. Yo... simplemente, no quiero hacerte daño, pero tampoco puedo dejarte ir, porque te necesito para sobrevivir, es parte de mi naturaleza. 

Las lagrimas corren por mis mejillas de manera silenciosa, me siento tan estúpida por llorar todo el tiempo.  ―No lo entiendo-o, Harry, no entiendo qué tengo de diferente a las demás personas, no entiendo en qué punto se comenzó a volver mi vida tan complicada.

―Me gustaría decirte que fue cuando yo aparecí en ella, pero creo que era complicada desde antes mucho antes de que lo supieras.

Suelto una risa nerviosa. ―Sí, ya lo creo. De todas formas, ¿Como funciona... ya sabes, esto el vinculo? ¿Que tienes que hacer? 

 ―Es bastante simple, con estar cerca tuyo basta. 


Si toco tu piel, también funciona. 


Y si te beso, creo que es incluso mejor.

 

Dark Soul »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora