Capítulo 21

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-Trata de volver a dormir.-dijo levantándose.
-Si... g.. gracias Jhonnatan.-
-No es nada.-
Cerré mis ojos y me dormí, me ayudó. Otra vez estuvo allí para mí. Aunque estuviéramos enojados mutuamente.
Cada día me enamora mucho más!
Desperté y el aún dormía... era tan hermoso durmiendo, me senté en el borde de mi cama y lo admire por unos cuantos segundos. Me levanté tomé mi toalla y me metí al baño. Mientras me bañaba recordé que hoy lizzie me visitaría y me traería el bendito vestido para el bendito baile al que no iría.
Salí del baño y enrolle la toalla en mi cuerpo, amarre mi cabello en una liga y salí, cuando abrí la puerta estaba Jhonnatan a punto de abrir la puerta para entrar. Quedamos a sólo milímetros de juntar nuestros rostros.
-Buenos días- dijo mirándome de los pies a la cabeza y con esa pequeña sonrisa maliciosa y sexy que tenía.
-Buenos días-contesté super nerviosa ante su presencia demasiada cercana.
Subí mis brazos y tape mi cuerpo con ellos, estaba tan avergonzada y nerviosa, mi corazón ya no podía dar más!
Me hice a un lado y pensé
*-denuevo esas gloriosas sensaciones-*
Mientras estuvo duchandose me vestí y arregle mi horario de clase. Tomé el cepillo y me comencé a peinar. El salió y tenía la toalla enrollada en su cintura escultural. Creo que lo hacía a propósito.
Termine de peinarme y me puse unos zapatos. Recuerdo que lo mire de reojo y vi su cabello medio largo y mojado casi llegando a sus hombros y me estaba desgastando poco a poco. Nunca antes me había sentido así y nunca pensé que esas sensaciones exitian en mi cuerpo.
Cuando estuve mirándolo vi cuando lentamente estaba girando su rostro hacia mi, también quería verme de reojo o seguro estaba sintiendo que alguien lo observaba con deseo.
Cuando vi lo que hacia giré rápidamente mi rostro nuevamente hacia el frente para que no viera que estaba mirándolo. Me levanté con el corazón a mil y un poco avergonzada conmigo misma, me acerqué a la puerta y la abrí, al abrirla escuché en voz baja un:
-Que tenga buen día.-lo dijo con una voz calmada y serena.
Hace mucho que nadie me decía eso. Cada vez que me hiba a la escuela mi mamá me lo decía junto con un beso en la frente. Cerré la puerta y me fui a mi salón, faltaban sólo unos minutos para que la clase empezará.
Baje las escaleras como siempre lo hacía y me fui a mi salón entre y ya casi estaban todos me senté y vi a Angélica.
-Hola, como quedó el trabajo?-
-Muy bien, perfecto!-
-Gracias a Dios.-
-Sabes que día es mañana?-
-Navidad-dije con una gran sonrisa al recordar a mi familia a todos los que amaba juntos aunque fuese hipócritamente pero estaban juntos y... Nunca más los volveré a ver. Mi sonrisa se borro cuando mire hacia mi alrededor y vi que no sentía ese ambiente, ese olor a Navidad, que yo recuerde nunca vi un árbol, nisiquiera algún adorno decorativo para esa fecha. Para mi aún no era Navidad.
-Si... y que más?-dijo sonriente
-Nosee...-
-El baile! Ya lo Olvidaste?-
-No... claro que no.-
-Con quien bailaras?-
-Nose si voy a ir-
-Como que no sabes?-
-No lo se... no estoy de humor para ir.-
-Vamos Amber!-
-Nosee...-
La clase empezó y todos pararon de hablar, luego de unos veinte minutos, efectivamente la puerta se abre y el hombre de la recepción pronuncia mi nombre y me pide que lo siga. Ya me habia imaginé que era lizzie, bajamos las escaleras y allí estaba ella. Corrí hacia ella y la abraze fuertemente.
-Como estas?-
-Más o menos...-
-Porque más o menos?-
-Es que estoy teniendo problemas aquí, con Jhonnatan...- dije entre dientes.
-Hay Amber... eres adolescente... es normal, son tus hormonas enloqueciendo.-
Sonreí y la volví a abrazar.
-Me alegro que estes aquí-
-Oh! Te he traído lo que te dije que te traería.-
-Ok...-
Se volteó y en sus manos había una cajeta de color marrón.
-Abrela.-
La abrí y había un vestido azul marino de un tono oscuro hermoso, con un escote en forma de corazón que lo hacia ver elegante y moderno. El vestido me llegaba aproximadamente por encima de las rodillas y en la parte de abajo tenía una franja rojo vino muy hermoso y otra en un crema sencillo, ese vestido parecía demasiado caro para que yo lo llevara puesto. Junto con el vestido me entregó un par de sandalias negras con un pequeño moño en la parte de arriba de la sandalia.
-Es hermoso lizzie te debió haber costado muchísimo... no debiste..-
-No te preocupes lo importante es que te haya gustado.-
-Me encanta. Acertaste en todos mis gustos hasta en las sandalias!-
-Sabía que no te pondrías tacones asi que te compre sandalias, sabía que te gustaría.-
-El vestido... es impresionante!-
-Vamos Amber... debes ir al baile, necesitas despejarte un poco.-
-Creo que si...-
-Si, claro que si.-
-Pero es que...No me siento cómoda aquí.-
-Lo se Amber... mira si no tienes ganas de ir no lo hagas, pero si en verdad quieres ir, ve.-
-Si... lizzie en este lugar hacen cosas horribles..-dije acercandome más a ella para que no nos oyeran. Ya era hora de decírselo.
-Que?-
-La visita ya terminó!-dijo el hombre acercándose a mi derecha.
-No! Debo decirle algo importante-
-Se ha acabado dije.-
-Eres un!...-
-Amber! Por favor- dijo pausandome y evitando que dijera una barbaridad.
La mire y ella me dio un beso en la frente.
-Te veré denuevo Amber...-
-No te vayas aún! Llévame contigo Por favor...-
-Aquí estas mejor Amber...- dijo alejándose hacia la puerta y yéndose.
Estaba triste.
Sólo habían pasado algunos minutos con ella, me llenó de una alegría inexplicable cuando la vi. Nisiquiera mis propios familiares se han preguntado que ha sido de mi.
Eso cada vez me entristesia más y más.
Subí a mi habitación a dejar lo que me había traído, entre a mi cuarto y estaba vacío obviamente, todos estaban en clase. Encendí la luz y puse la cajeta del vestido y los zapatos debajo de mi cama. Allí hiban a estar seguros.
Regrese a mi salón y entre, una sonrisa adornaba mi rostro, casi nunca sonrió, me senté y Angélica tenía el trabajo en sus manos, había quedado perfecto.
-Que ha pasado?-
-Nada importante sólo habla de disciplina mientras nos mira las tetas.-
-Como lo sabes?-
-Mira sus ojos, se desvían hacia lugares donde no deberían ir.-
Y efectivamente lo estaba haciendo, discretamente pero lo estaba haciendo.
-Ok chicos vamos a lo que debemos hacer, quiero los trabajos sobre mi pupitre ahora, el que no lo trajo no podrá asistir mañana al baile de Navidad.-
Angélica se levantó de su asiento y entregó el trabajo, claramente todos los hicieron porque todos quería ir al baile, parecía que yo era la única que estaba indecisa de ir.
Angélica regresó a su puesto y le pregunté.
-Iras cierto?-
-Claro y tu?-
-Creo que si.-
-Que te pondrás?-
-Lizzie me ha traído un vestido hermoso y tu?-
-Tengo un sexy y hermoso vestido color miel, te va a encantar.-
La clase terminó habíamos a salir del salon, pero no sin antes esperar a que el morboso de el profesor escogería a un alumno, ya saben para que.
Había escogido a una chica de cabello amarillo y con ondas.
Al final los demás salieron y también yo y Jessica, al ir saliendo mire a esa vestía a los ojos y sólo vi un alma vacía. El continuo mirándome a mis ojos y me sonrió morbosa y maliciosamente, me daba repulsión.
De un momento a otro su sonrisa se borró instantáneamente y sus ojos se dirigieron a otro sitio.
Ese día nos fuimos directamente a nuestras habitaciones, entre a la mía y Jhonnatan no estaba, seguro haciendo algún trabajo final importante, me metí al baño y me duché, tomé una ducha larga y relajante.
Salí con mi toalla en el cuerpo y la puerta se abrió y entró Jhonnatan tranquilamente a la habitación.
-Hey! Cierra la puerta.- dije de un salto.
-Oh! No te había visto, lo siento. Por suerte no traje amigos- dijo sonriendo.
Tomé algo de ropa y me metí nuevamente al baño y allí me vestí.
Mientras lo hacía, sonrisas se escapaban múltiples veces al recordar su rostro y su sonrisa.
Dios pero que es esto? Es inexplicable! El es tan... él. Quisiera besarlo y no parar nunca, pero y si me rechaza? Sería lo peor del mundo aparte de que sería demasiado vergonzoso, me da miedo arriesgarme pero cada día que pasa me quiero arriesgar más y el temor desaparece poco a poco, es como si el quisiera eso, como si me estuviera incitando a hacerlo y con lo que pasó anoche... Que lindo fue al tranquilizarme después de esa pesadilla cualquier otra persona simplemente me hubiera dicho "Eres una pequeña estúpida" pero el a pesar de que aún estoy medio enojada con el, lo hizo con una seguridad que me ayudó a comprender que personas como el en este apocalíptico mundo ya no existen.

PerturbadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora