Capítulo 6

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Inserto Lizzie una llave a una puerta grande y bonita de color marrón la puerta se abrió y todo era precioso.
-Que bonito lugar.-
-Si es muy hermoso-
-Debió haber sido mucho dinero-
-Si... La comodidad cuesta-
Me quede en completo silencio deje mis 3 mochilas en el sofá de la sala y camine por todo el departamento contemplándolo.
-Ponte cómoda y... Date porfavor una ducha.-
-Si, lo haré soy un completo desastre...-
-Si... Tu cabello se ve muy enredado-
-No habló de mi apariencia...-
-Entonces de que hablas?-
-De mi. De mi ser...- le dije un poco triste y mirando por la gran ventana que había en el departamento...
-Estoy cansada de que sigas despresiandote!- Dijo Lizzie un poco enojada
-Es cierto.-
-Sólo ves a las personas que te lastiman pero nunca a las que intentan ayudarte estas ciega totalmente y sólo te quejas y sigues quejandote ningún psicólogo haría las cosas que hago por ti... Para que estés bien... Yo también perdí a mi Mamá casi a tu edad y en ti me veo reflejada y por eso me importas...-
Al escuchar eso me voltie hacia ella y la mire.
-No... Yoo... Yo no sabía eso-
-Todos tenemos problemas pero por eso no significa que debamos olvidarnos de nosotros mismos.-
-Lo siento-
-Porque? No has hecho nada malo.-
-Por no ver que te importo hacer que gastaras tu tiempo y dinero-
-No... Quise hacerlo por ti...-
Me acerque a ella y la abraze por la cintura y ella también me abrazo fuertemente, me senti bien en sus brazos... Como... A salvo.
-Me daré una ducha- le dije alejandome un poco y mirando alrededor haber si encontraba el baño.
-Mmm donde esta el baño?-
-Ahy uno en tu habitación- me contestó Lizzie
-Y... Donde esta mi habitación?-
-Por aya- dijo Lizzie señalando a la derecha del departamento con su mano.
Me dirigí hacia aya y abrí la puerta de aquella habitación era demasiado lujosa para lo que estaba acostumbraba en esa cama cabían cinco personas! Tenía una peinadora muy elegante y sofisticada, en los dos lados de la cama habían unas mesitas de noche con una lámpara hermosa encima de cada una. Me acerque un poco a la cama y pude ver la puerta del baño... Me estaba acercando a ella cuando escuche a Lizzie llamarme y acercandose a mi habitación...
-Amber... Olvidaste tus mochilas en la sala...-
-Oh gracias!-
-Si las dejaré aquí- dejó las mochilas al lado de la peinadora y se retiró diciendo...
-Ponte cómoda.-
-Claro.-
-Hasta mañana, descanza-
-Tu también Liz!-
Continue mi camino hacia el baño y tome la perilla de la puerta y la gire entre al baño y era todo precioso. Desde el inodoro hasta las toallas eran preciosas... Me moría por darme un baño en esa hermosa regadera... Me quite lo que llevaba de ropa y solte mi cabello... Observe mi apariencia en el espejo y era indeseable mi cabello tenía un horrible aspecto.
Encendí la regadera y me pare debajo de ella deje que el agua corriera por todo mi cuerpo sucio y veía el agua alrededor de mis pies y no era de un color saludable pareciera que a un perro callejero lo estuvieran bañando. Ya con mi cabello mojado tome shampoo que había en un frasco con la insignia del hotel y lo hunte en mi cabello totalmente sucio la espuma era de un color horrible no era un color normal. luego de unos minutos lavando bien mi enredado cabello lo enjuague y tome un pequeño jabón de hotel y lo pase por mi cuerpo nuevamente el color azqueroso y anormal... Me enjuague y tome una toalla seque mi cuerpo y tome una liga para cabello y me hize un moño hasta que pudiera arreglar con más calma mi cabello. Cuando hiba a salir del baño observe la diferencia me vi mucho más limpia y era diferente mi tono de piel ahora ya no parecía un vagabundo. Enrolle la toalla en mi cuerpo y salí del baño. Tome una de mls mochilas y me senté en la cama que había alli y busque alguna pijama... Encontré una blusa y unos shorts que eran muy cómodos. Puse denuevo la bolsa de donde la había tomado y me vestí, luego de vestirme me senté en el banquillo que había enfrente de la peindora, recordé que había traído la crema de peinar para mi cabello y una peinilla para desenredarlo y fui a buscarlo a mi mochila, cuando las encontré volví al banquillo y solte mi cabello y estaba totalmente desordenado. Tome un poco de crema y empeze a huntarla en todo mi cabello, tome la peinilla y empeze a desenredarlo poco a poco luego del duro trabajo que fue, tome un poco más de crema y la hunte en mi cabello para hidratarlo, tome la liga y hize una cola de caballo. Cuando vi mi nueva apariencia en el espejo de la peinadora fue gratificante y me animo a seguir viviendo un poco más. Con toda esa motivación fui a la cama y me deje caer en esa cama tan cómoda y grande estire un poco mi brazo a la derecha para apagar la luz de la lámpara y luego la de la izquierda ya apagadas pude cerrar mis ojos tranquila y pacíficamente... Me dormi.

-16 de diciembre-
Mis ojos se abrieron poco a poco y empeze a ver el techo hermoso de mi habitación mire hacia la puerta y me dispuse a levantarme, mis pies tocaron el piso de madera y empeze a escuchar voces... De personas.
Abrí la puerta de mi habitación y sali cuando me estuve acercando a la sala pude divisar 3 hombres en un sofá grande y a Lizzie en el otro sofá que estaba al frente. Uno de los 3 hombres era calvo, el otro tenía el pelo lleno de canas y el otro... Simplemente tenía el pelo rizado y era muy joven eso supuse porque aún no veía su rostro. Me acerque por detrás de ellos y llegue hasta lo que era el recibidor que tenía una pequeña mesa con galletitas.
-Oh! Amber buenos dias- dijo Lizzie
-...- me quede en silencio y observando detalladamente a los hombres.
-Bueno ellos son Michael lincon, Esteven Perez y Herman Vega- mencionó Lizzie sus nombres señalando a cada uno de los hombres.
-Ella es Amber Acosta- dijo Lizzie presentandome a los aquellos hombres.
-Mucho gusto Amber...- dijo Michael lincon que era el de cabello rizado, tenía una fisonomía decidida y atrevida, su rostro parecía el de un modelo de ropa... Y sus ojos eran marrones y tan claros y incandescentes, nunca sentí lo que sentí en ese momento... Su edad no pasaba de los 22 pero aún así era demasiado mayor para mi. Es como el hombre que toda mujer quiere en su vida. Y yo era una pequeña con su mente atrofiada.
-Pueden seguir hablando de sus cosas de psicólogos.- dije un poco susurrando.
-Puedes cambiarte y desayunar... Si quieres- dijo Lizzie
En ese momento recordé que sólo traía unos pequeños shorts que eran un poco demasiado irreverentes para esa ocasión. Vi como aquel guapo muchacho nisiquiera prestaba atención a lo que Lizzie le decía sólo apreciaba mi presencia ahy casi semi desnuada y asustada. Vi como sus ojos marrones me miraban fijamente. Me canse de ser observada por sus ojos y corri inquientamente hacia mi cuarto y cuando corría mire antes de cerrar la puerta hacia aquel muchacho y miró sobre sus hombros y notó que yo lo miraba. Estaba tan aoenada. Cerré la puerta de mi habitación y me senté en mi cama... Luego pegue mi oreja a mi puerta para escuchar de que hablaban...
-Quien es ella?- dijo Michael, el guapo.
-Es una paciente y una amiga.- dijo
Lizzie
-Sabes que no puedes entablar relaciones con tus pacientes- dijo alguno de lo otros dos no sabía si era el calvo o el de cabello canoso
-Ella no es como cualquier otro paciente, ella es especial.-
-Tiene fuego en su mirada...- dijo Michael lo supe porque reconoci su voz.
-Si es como si sus ojos hablaran por ella. Tiene una mirada increíble. Lo note desde la primera vez que la vi-
-Con esos ojos puede manipular a cualquiera- dijo Michael.
Me quede un poco sorprendida por que no entendía nada. Manipular? Con mi mirada?

PerturbadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora