Ese día cuando acabaron las clases me fui a mi habitación. Termine de subir las escaleras y doble a la ezquina del pasillo para llegar a mi cuarto. Vi a él señorito jhonnatan insertando la llave en la puerta de la habitación. No me quedo de otra que entrar, obviamente es mi cuarto y obviamente es él mi compañero. Me vio entrando por el pasillo y sostuvo la puerta hasta que llegué a la habitación. No quise hacer contacto visual.
-Estas enojada conmigo?-
-No, claro que no.-
-Porque siempre traes esa cara?-
Termine de entrar al cuarto y deje mi cartera en el pequeño escritorio.
-Quiero salir de aquí.-
-Eso es imposible...-
-Porque?-
-Cuando entras no sales.-
El se sentó en su cama y yo me quedé parada en medio de la habitación meditando lo que me acababa de decir.
-Quieres salir a caminar?- me preguntó.
-A donde?-
-Al patio. Quieres?-
-Esta bien... vamos.-
-Te sientes bien?-
-Si... sólo estoy un poco triste. Extraño a mi Mamá.-
-Lo siento mucho... Yo nisiquiera recuerdo el rostro de mi mamá.-
Lo mire y me quedé un poco triste y asombrada. El no recuerda a su madre. Al menos yo la puedo extrañar pero el no puede porque nisiquiera la recuerda.
-Vamos y despejemos nuestras mentes...- dijo interrumpiendo el momento.
-Ok-
Los dos bajamos por las escaleras luego de haber salido de la habitación y cuando llegamos al primer piso, pasamos por el mostrador donde estaba el tipo que me guío el día que llegué. Mientras estuvimos bajando las escaleras, no pude estar tranquila junto a él, estaba súper nerviosa y no sabía porque, simplemente mi corazón se aceleraba cuando accidentalmente se rosaban nuestros hombros. Y me encantaba esa hermosa proporción entre la espalda y sus hombros... pero de nuevo esa imagen de el y su novia y ahhhh! Me entraban ganas de golpearlo en el rostro pero luego recordaba sus hombros su espalda y sus hermosas caderas que aprecie cuando tenia esa toalla enrollada en su cintura, sé que lo hizo a propósito... Yo lo sé.
Llegamos a la puerta de la entrada principal y salimos... recuerdo que estaba un poco nublado.
-Lloverá.- dije mirando al cielo.
-Sólo caminaremos un rato, no te preocupes...-
-Esta bien.-
Era un patio muy grande. Habían unas cuántas personas pero no demasiadas... Yo no sabía hacia donde ir, yo sólo lo seguía. Una reja ya antes mencionada rodeaba el lugar. Jhonnatan me llevó hacia atrás del edificio, me pareció un poco extraño la verdad...
-A donde vamos?-
-Ahh! Suelo venir aquí cuando me siento solo...-
Llegamos al patio de atrás era de un tamaño más reducido que el de al frente pero noté porque le gustaba ir a ese lugar. Tenía una vista totalmente hermosa. Me paré al lado de el y admiramos juntos la vista.
-Es... hermoso.- susurró
-Si ya veo porque te gusta.-
-Quieres sentarte?- me preguntó señalando a una piedra que no había visto pero era grande y se veía cómoda.
-Claro.- caminamos hacia la piedra y nos sentamos.-Saves... me caes bien...-
-Tu también jhonnatan.-
-Que te gusta hacer?-
-Nada.-
-Enserio?-
-Si.-
-Confías en mi?-
-Si... mi confianza esta en proceso contigo-
-Ok, eso es bueno?-
-Si, claro que lo es. Pero...-
-Pero que? Dime-
-Nada olvidalo...-
-Hay algo que te incomoda y no me quieres decir, se supone que confías en mi.-
-Se supone...-
-Dime-
-No le molesta?-
-Que cosa? A quien le molesta que? De que hablas?-
Me sentí un poco nerviosa, mejor dicho desde que lo vi abriendo la puerta de la habitación, mis rodillas se volvieron completamente de gelatina.
-A ella... No le molesta que hable contigo?- le respondí.
-Ella? Quien ella?-
-A tu novia!- le respondí y mire hacia otro lado.
-Jajajajaja novia? Que novia?-
-Con la que te estabas abrazando ese día.-
-Ahhh! Ella! No ella sólo es...-
-Tu zorrita.- lo interrumpi.
-No... es mi amiga, ella me gusto hace como dos años pero... no funciono para nada. Hey, estas... celosa?-
-Claro que no. Sólo es una pregunta.- dentro de mi estaba súper contenta.
Unas gruesas gotas de lluvia empezaron a tocar mi piel, cada vez eran más y más... pero no me quería ir... Me quería quedar con el más tiempo.
Pasaron unos 3 minutos de silencio, mientras nos mojabamos en cantidad.
-Nos mojaremos.-
-No importa. Ven.- tomó mi mano y se levantó. Yo estaba que me desmayaba. Su cabello estaba empezando a gotear y su suéter ya estaba súper empapado era tan hermoso.
Agarrando mi mano me llevó a un costado de la parte de atrás de el edificio. Había una puerta pequeña, muy vieja. Nuestras manos estaban aferradas y mojadas a la vez y eso me estaba volviendo loca.
El abrió la puerta y era más o menos un depósito de cosas. Estaba un poco obscuro, sólo por una bombilla en el centro de aquel depósito. Entramos y el cerró la puerta.
-Tienes frío?- me pregunto sin soltar mi mano.
-Si un poco.-
-Quieres quedarte un rato aquí o regresar?-
-Me quiero quedar.-Vi un sillón demasiado viejo pero sería útil.
-Podemos sentarnos allí.-
-Muy bien.- respondió.
Soltamos sutilmente nuestras manos y caminamos hacia el sofá que estaba en la ezquina de el depósito. Era pequeño pero acogedor, nos sentamos uno al lado del otro. Mi corazon no paraba para nada.
-Nos vamos a resfriar-interrumpi el silencio.
-Si...-
-Tu cabello esta mojado.-
-Si, el tuyo también.-dijo tocando mi cabello.
Sabía que lo que haría era demasiado arriesgado pero... decidí acostarme en sus muslos. Puse mi cabeza en sus muslos y el lo aceptó completamente. Estaba tan nerviosa. No sabía si temblaba por el frío o por estar demasiado cerca de el. Subí mis piernas al sofá. De nuevo esa sensación de estar en casa. De estar a salvo. De no estar en peligro. Me sentía tan bien junto a el. Y en ese instante supe que me estaba empezando a gustar. El puso su mano en mi cabello y empezó a acariciar mi cabeza y mi cabello. Como una madre tratando de que su pequeño hijo se duerma. Ojalá ese momento hubiera durado toda la vida. Lo quería, en ese poco tiempo ya lo quería. Por unos minutos pude olvidar esos momentos trágicos que viví, pude olvidar esa voz en mi cabeza que me hablaba y me decía todo el tiempo que soy una asesina. Junto a el, lo pude olvidar.
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Perturbados
CasualeEs una historia de una pequeña muchacha que en un día común sucede algo espantoso. Y ella es testigo y protagonista de aquel horrible suceso. Ella y su mente quedan totalmente atrofiadas y no acaba allí muchos más momentos trágicos vivirá aquella mu...