Capítulo 26

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Estaba despertandome y sentí un cuerpo ajeno a mi lado, era Jonathan y estaba dormido, y yo en su cama. Entonces fue verdad todo lo que paso anoche... No fue un sueño sucio. Miré mi cuerpo y sólo tenía una delgada sábana de hilo cubriendo mi vergonzosa desnudez. ¿Cómo pude haber hecho eso? Santo Dios.
Miré a Jhonathan y era hermoso hasta dormido, de repente despertó.
-Buenos días... jum.!-dijo burlonamente.
-Que porque "jum"?-pregunté
-Por nada. Tranquila...-
Tenía sus ojos puestos en la delgada sábana, una mirada maliciosa y morbosa.
-Deja de mirarme.-
-Porque? Se que te gusta.-
No pude evitar sonrrojarme y sonreír, era irónico.
Se acercó a mi y me dio un tierno ves o en la frente.
-Estuviste espectacular anoche, Amber.-dijo susurrando.
Sentí un huracán dentro de mi, haciendo estragos en mi interior, provocando sensaciones a la vez placenteras.
Pero sentía algo extraño, algo que no encajaba.
Me escabulli entre las sábanas y estire mi mano hacia mi vestido que estaba en el suelo lo tome y me cubri con el para ir al baño.
Ya en el baño vi mi aspecto y no era favorecible.
Me bañe de pies a cabeza y revivia en mi mente todo lo que anoche había pasado.
De repente un sentimiento me llenó, no sabía si era tristeza o delirio, recordé cuando era una pequeña niña, cuando mi tío no era un monstruo, ese recuerdo me llegó de la nada, estaba él, mi mamá, mi abuela y mi hermano, todos en una misma mesa de una pizzeria, riendo, disfrutando y siendo felices.
Pero la sangre mancho ese recuerdo en un instante, recordé como vi a mi madre por última vez.
Y como vi a mi hermano por última vez.
Ellos no se fueron en paz.
Salí del baño y tome la toalla y me enrolle con ella. Cepille mis dientes y até mi cabello.
Salí del baño y jhonnatan aún dormía, note una cicatriz en su pierna, una cicatriz muy grande.
Tomé ropa y sólo me vestí.
Salí de la habitación sin despedirme ni avisar, busque a Angélica para contarle todo, no podía esperar ni un segundo más.
Camine por el pasillo y justo en la esquina me choque con ella.
-Angélica!-
-Amber!-
-Hiba a buscarte!-
-Yo también-las dos reímos por la coincidencia y bajamos las escaleras juntas.
-Tengo que contarte algo Angélica!-
-Si yo también.-
-Ok aquí voy. Lo hice con jhonnatan!-dije tapandome avergonzada el rostro.
-Que???! Es enserio???? Wao!!!-
-Si!! Ahora dime tu!-
-Vamos a escaparnos!!-
-Que? Como? Esto es una prisión Angélica...-dije bajando mis ánimos por la idea loca y descabellada de Angélica.
-Si Amber, hagamos un plan, yo escapare con dereck,  si quieres puedes escapar con nosotros y puedes traer a Mónica también, este no es un buen ambiente para que ella cresca.-
-Lo sé, baja la voz Angélica, no creo que sea una buena idea.-
-Porque? Porque ahora quieres a tu novio más cerca de ti?-dijo medio enojada
-No! Sólo es que tu no te das cuenta que estamos en medio de la nada. Dime a donde irás luego que sales de aquí? Tienes casa? O iras a otro maldito orfanato donde violan niñas también?-
-.....-el silencio de Angélica era muy significativo.
-Nose en que estas pensando Angélica...-
-Esta bien, no vengas si no quieres ñe iré con dereck y Mónica.-
-No! A Mónica no te la llevarás a ningún lado.-
-Que?? Ahora que te sucede? Ya no se, ni te reconozco Amber, cambiaste de la noche a la mañana? Ese jhonnatan te cambió cierto?-
-No... Angélica nadie me cambió, sólo estoy siendo realista... es peligroso. Mira, no podemos irnos, pero si podemos cambiar este lugar... Nose hablar con el director de esta pocilga y hacer que haga algo. Lo haremos.-
-Lo haremos?-dijo sarcasticamente.
-Esta bien, lo haré yo.-
-Sabes algo olvidemoslo...-
-No... es importante Angélica, nuestra seguridad, pero no podemos escapar.-
-Entonces? Hablaras con el?-
-Si.-
-Tu si que tienes cojones!-
-Sólo si supiera donde esta...-
-Vamos a preguntarle al recepcionista.-
-Si, me parece bien.-

Angélica y yo bajamos las escaleras hasta llegar al primer piso, estaba el recepcionista, sentado y con sus pies sobre el escritorio.
-Hola!-Gritó Angélica
El recepcrecepcionista se espanto un poco por la ruidosa llegada.
-Bueno que quieres niña?-dijo el medio enojado.
-Queremos hablar con el director de este lugar...-dije.
-JAJAJA, que se creen que son?-
-Que? Cuál es el problema?-
-Que no pueden hacer eso mocosas. Que se han creído ustedes...-
-Mira si no nos dejas entrar le diremos a todo el mundo que le vendes cigarrillos a los niños.-dijo Angélica decidida.
-Eso no... Que? Eso no es verdas!-dijo nervioso.
-Si... le diremos...-
-Miren el esta en su oficina pero no le gustan las visitas.-
-Pero mi visita le va a encantar.-
-Bueno... vayan a la biblioteca, detrás del mostrador de la bibliotecaria esta su oficina.-
-Gracias papi!-dijo Angélica palmeando su mejilla.
Angélica y yo subimos nuevamente, pero esta vez a la biblioteca.
Mientra subiamos meditaba en que era lo que le hiba a decir cuando estuviera allí.
Por fin después de tantas escaleras, pudimos llegar a la biblioteca, entramos Angélica y yo. Varias personas estaban en la biblioteca, limpiando el desastre que habíamos dejado por la fiesta.
Había una señora, sentada, su cabello era casi gris, estaba sentada en un escritorio de madera sintética que era un poco fea y parecía vieja, el escritorio y la bibliotecaria se encontraban en la esquina derecha de la biblioteca.
-Vamos...-dije señalando a la señora
-Ok...-
Caminamos hacia ella y nos paramos en frente de su escritorio.
-Hola.-dije
Ella no respondió, parece que tenía problemas de audición.
-Hola señora!!! Me escucha!!-gritó Angélica
-Oh! Oh! Hola que se les ofrece niñas?-dijo reaccionando al grito de Angélica.
-Hola estamos aquí porque queremos hablar con el director! Necesitamos hablar con él!!-dije en voz muy alta.
-Lo siento niñas eso no es posible...-dijo calmadamente.
-Que???!! Porque??!!-dije
-Porque el esta ocupado...-respondió
-Señora, usted no querrá que todos se enteren que esconde y vende revistas pornográficas cierto?-dijo Angélica
La bibliotecaria levantó la mirada y nos miro con una cara de "¿cómo saben eso?"
-Tienen 30 minutos, si las echa afuera no es mi culpa.-dijo la bibliotecaria señalando con la vista una puerta de madera negra y muy bonita. Angélica y yo nos miramos,
-Como sabes eso, lo de los cigarrillos y las revistas?-le pregunté.
-Tengo trucos Amber,  Tengo mis truquillos.-me contestó
-Ok ya estamos aquí...-
-Si... entramos?-
-No, iré sola, espérame aqui.-
-Porque si somos un equipo?-
-Porque parecerá que queremos robarle!-
-Ok, ok, entra ya.-
Di 3 pasos hacia la puerta, puse la mano en la manija y la giré, abrí la puerta y entré,  era una oficina un poco oscura, había una gran ventana con cortinas largas, enfrente de la ventana había un escritorio, el suelo estaba cubierto por una alfromba rojo vino con detalles en dorado, la oficina estaba pintada de blanco, un blanco muy nítido.
A mi derecha había un sofá de cuero grande y en el escritorio había una laptop, una lámpara y algunos adornos. Detrás del escritorio estaba una silla de cuero, dándome la espalda, junto al sofá había una puerta de madera, pero no vi al director en ningún lado.
-Hola?-dije
-Te doy 3 segundos para que te largues de aquí.-alguien respondió.

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