Capítulo 27

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-Tengo que hablar con usted algo importante.-
-No me interesa en absoluto.-
-No estoy aquí porque quiero jugar damas con usted señor, estoy aquí porque tengo que hablar con usted algo importante.-
-Te he dicho que no me interesa.-dijo y al decirlo se volteó.
Era un hombre muy apuesto. Tenía puesto un saco azul oscuro muy elegante y bonito, su barba estaba bien atendida y tenia ojos muy claros.
-Como te llamas?-pregunto.
-Amber.-
-Ah... eres la niña que mató a alguien.-
-No mate a alguien, mate a un monstruo señor. Libre al mundo de una peste.-
-Que edad tienes? No te han dicho que eres muy pequeña para esa boca que tienes?-
-Si.-
-Retirate.-
-No. Hasta que diga lo que tenga que decir.-
-No te quiero escuchar.-
-Este lugar tiene problemas, problemas serios que deben ser atendidos, no se tratan bien a los niños pequeños, hace unos días me acerqué a una niña y tenia en sus brazos quemaduras de cigarrillo, los profesores son de lo peor. Saben lo que hacen? Escogen a una chica todos los días al final de la clase para hacerles todo lo que no le hacen a sus esposas, todo esto pasa bajo sus pies, dígame, como puede estar sentado como si nada? Como puede usted dormir tranquilo sabien que se abusa de menores? Pasa cualquier cosa y usted sólo esta aquí haciendo nada par resolverlo.-
-QUE SABES TU CHIQULLA!!!!!?-dijo levantándose enojado de golpe de su asiento.
-Yo lo vivo señor.-dije calmadamente.
-No existe nadie que quiera trabajar en este basurero y los únicos que hay son ellos!-
-Existen buenas personas también.-
-Dime que es lo que quieres? Sabes lo que es perder a alguien... alguien que te apoyó, de la noche a la mañana? Conoces ese dolor dime?-
-Si señor, lo he vivido 3 veces. No creo que me queden más lágrimas por derramar.-
-No es fácil que esa persona se vaya y te dejé una carga que nisiquiera sabes manejar.-
-Perdí a mi hermano, murió mi mama y mi abuela me abandonó como un perro. Ya no hay nada que me pueda sorprender, pero debe hacer algo por este maldito lugar, hágalo por todos los niños que están aquí, hágalo por usted, hágalo por esa persona que perdió y la cual le confío esta tarea. Pero si no lo hace, no se extrañe si pasa algo raro, porque no me va a temblar la mano para cortarle los huevos a algún depravado.-
-Me estas amenazando?-
-No. Lo aconsejo.-
-...-
-Tomé cartas en el asunto señor.-
-Quien te crees? Dime-
-Nadie. Sinceramente...-
-Retirate.-
-Fue un gusto tener esta charla señor.-



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