Eran las dos de la mañana cuando mi teléfono fue apagado por Matt porque Jason llamaba tratando de saber mi paradero.
Matt y yo paseábamos por las partes altas cerca de las casas que había.
–Mira –Matt señalo una con un jardín y luces que lo hacían embellecer más –Esa tiene piscina.
– ¿Y? Matt, no creo que sea buena idea.
El estiro de mi brazo dirigiéndonos hasta la residencia.
La puerta trasera estaba entre abierta lo cual nos permitió entrar con facilidad. Había una adrenalina que me hacía sentir una chica mala, y una que podría ir a prisión.
Matt toco el agua y después se quitó la chaqueta y otras cosas que podría mojar. Quedando solo en bóxer.
–Estas realmente demente Blackwell –Dije acercándome a él.
–Por ti, mi amargada Smith –Guiñó un ojo y entro en la piscina de un clavado. –Vamos entra, yo te atrapo –Extendió los brazos lo cual me hizo reír.
Sin más demora me quite el suéter que traía y una blusa, también los jeans y las botas con plataforma que tenía puestas. Quedando en bragas y sujetador.
Toque el agua y estaba templada a pesar del frio que había. Me acerque a Matt que tenía las manos en lo alto para que yo entrara.
Me sumergí un momento para mojar mi cabello.
Las manos de Matt estaban en mi cintura y las mías en su cuello. Nuestros labios se unieron, danzando conforme subía más la temperatura que emitíamos.
Mi sujetador se desprendió con los hábiles dedos de mi acompañante, y al hacerlo lo lanzo fuera de la piscina. Me apegue más a él, sintiendo su miembro endurecido que pegaba con mi vientre.
Los labios de él besaban mi cuello, bajando a mis pechos.
Una de sus manos bajaba a mi trasero, mientras que con ayuda de la otra , me levanto para que mis piernas quedaran enredadas a su cintura.
Detrás de nosotros se escuchó un chirrido de una puerta, alertas nos giramos y había una mujer anciana la cual nos observaba forzando su vista.
–Denisse, ¿Eres tú? –Dijo la mujer.
Mire a Matt, pensando en si decir sí o no.
– ¿Si?
–Pasa, chiquilla, vas a pescar un resfriado y dile a tu amigo que también pase.
La señora nos esperaba.
Matt se quería reír de mi porque el sujetador lo había lanzado a no sé dónde.
Le di un leve empujón y salió el primero, buscando el sujetador. Regresando, me lo entrego en la mano, se lo arrebate y yo me lo puse rápidamente.
Matt se puso el pantalón y la camisa, como si no hubiera nada de qué preocuparse.
Me vestí con dificultad, pero después de terminar la señora nos hizo una seña para que entráramos a su residencia.
–Había hecho chocolate caliente, pero creo que ya no lo está –Matt y yo reímos nerviosamente. –Tomen asiento.
–Muchas gracias pero creo que ya nos vamos.
– ¿Estas segura?
–Sí, vivimos lejos y casi no pasan taxis –Dijo Matt con naturalidad.
–Está bien –La mujer se puso algo decaída –Solo promete que vendrás a visitarme... Hace tiempo que tus tías no han pasado por aquí y no encuentro a alguien que venga a ayudarme.
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Perdido En Ti [COMPLETA]
Romance- ¡Estarás bien!, Matt -Grité a todo pulmón, de su pecho brotaba tanta sangre que cada vez se hacía menos probable salvarlo. -Señorita aléjese, esta es área restringida -Un par de médicos me alejaron del cuerpo de Matt. Ya no podía más, ni el, ni yo...