EPILOGO

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POV SAMANTHA

Hemos pasado por mucho en estos últimos años después de la muerte de Matt.

Repitiendo cada invierno los recuerdos que tanto atesoro, ya que... es lo mejor que me quedó de él. Siempre el mismo mes, el mismo día y la misma hora soy puntual al ir a la tumba de la que una vez fue el amor de mi vida.

¿Y sabes qué? Mi corazón aun le pertenece. A él y a mi pequeña Violeta.

Hoy, ella tiene seis hermosos años de vida, sus ojos son grisáceos como los de su difunto padre, su cabello es negro la oscuridad que alberga la noche, su piel es blanca y suave, como el de una muñeca de porcelana ¿Se la imaginan?

En ocasiones ella me pregunta "¿Dónde está papá?", suele ser doloroso explicárselo, tanto que rompo en llanto.

Un par de meses después del entierro de Matt, comencé a tener los típicos dolores de una embarazada, claramente, esto no lo sabía hasta que fui a una consulta con un médico.

–Que tenga suerte –Con una sonrisa de oreja a oreja me entregó la prueba de embarazo aun nueva.

El Dr. Couldman ya sabía que yo tenía un feto desarrollándose en mi interior, pero como buena niña que espera su regalo de navidad, decidí esperar y ver la sorpresa en casa.

Si la prueba era positiva, iría a comprobar a una clínica a saber quién era el padre.

–Joder...

Y gracias al cielo y a todo lo que habita en el, la prueba salió positiva y no sólo eso, sino que el bebé era de Matt.

No hizo falta ir a la clínica, por que poco a poco, los ojos grises hicieron más que evidentes que Matt hizo un buen trabajo.

Porque si el padre resultaba ser Jason, estaría obligada a verlo y tratar de buscar la solución al problema que hubo y hay entre nosotros.

El día programado para parir a Violeta fue un día antes –que no me esperaba– cuando se me había roto la fuente. Obligándome a marcar a Loren en mi agonía.

Tomarla entre mis brazos fue la sensación más hermosa que he podido experimentar después de cuatro horas de parto.

–Hola preciosa... –Loren estaba conmigo en ese momento, era de gran consuelo contar con ella, pero siendo honesta, preferiría tomar la mano de Matt y mirarle, acariciarle y seguirle amando. –Soy tu madre...

John fue nombrado el nuevo jefe de la empresa de Matt, él sabía y tenía más experiencia que yo en los negocios.

Para sorpresa nuestra, Matt había hecho una carta firmada por el en la que declaraba que toda su fortuna estaba a mi nombre. Aunque nunca me interese por su dinero, la mayoría lo vio de esa manera. Sin embargo, ¿Qué más da la opinión de los demás? Todo ello sería invertido y balanceado para nuestra hija.

–Mamá.

–Dime, hija.

– ¿Podemos salir afuera y jugar?

–Espera un momento, estoy escribiendo algo...

– ¿Es sobre papá?

–Si hija...

Violeta y yo vivimos a un par de kilómetros de la ciudad, en una casa que se mandó a construir cerca del campo. Hay tanta paz y tranquilidad que no se hacen una idea.

Apenas había terminado de llover, pero el cielo aún seguía gris, en el pasto lograban verse las gotas de rocío que había en la superficie.

–Violeta, vamos a ponerte un suéter y tus botas.

Perdido En Ti [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora