Capitulo 5

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Llegamos al restaurante, el tipo de las reservaciones nos preguntó nuestros nombres, después de ese acto nos llevó a la mesa donde estaba ubicado Jason. Estaba solo, o eso aparentaba.

Con tan simplemente veinte años, Jason llevaba metido en la mafia más tiempo que yo. Estaba repleto de tatuajes, tenía el cabello negro peinado hacia atrás aunque uno que otro cabello rebelde se mostraba en su frente, era blanco, lo cual sus tatuajes resaltaban, tiene un cuerpo muy bien trabajado, es muy sexy, pero es un imbécil, no somos enemigos pero tampoco amigos, a él acudí cuando comencé en esto.

Le dije a Dylan que fuera un momento a entretener a Oliver, en cuanto sucediera algo le llamaría. Le entregué la pañalera y fue al parque con el pequeño.

Fui a la mesa y él estaba a punto de beber cuando se detuvo y me miró, se levantó y me mostró el asiento, me senté y el acercó la silla de nuevo.

—Te vez hermosa, dime ¿Cómo estás? — Tomó de su copa.

—Estoy bien— Me limite a contestar—ahora dime, de que quieres hablar o que necesitas.

Rió sínicamente y yo solo lo observé.

—Cariño, ¿crees que yo necesito algo de ti? Estas equivocada. ¿Tienes hambre? Yo invito.

— ¿Entonces? Habla o me voy retirando—Me levanté cumpliendo mi advertencia.

—Espera—Al fin— Aníbal me llamó ayer en la madrugada, dice que necesita nuestros servicios para desaparecer a un adversario que le debe dinero en el Black Jack.

Mierda. Va a terminar muerto si alguien de sus enemigos sabe que está desapareciendo personas para quedarse con su dinero.

Prosiguió.

—En una noche gana trecientos mil dólares. El tipo del que tenemos que deshacernos tiene en su cuenta tres millones de dólares, así que tú y yo nos llevamos novecientos mil.

Pedí una copa de vino y en cuanto la trajeron la bebí entera. Le dije al mesero que dejara la botella y serví de nuevo vino hasta llenar la capacidad de la copa.

—Aníbal sabe que no necesito más de él y que yo no estoy en sus planes.

—No tienes opción preciosa, te recuerdo. Además, no deberías beber tan temprano. Alguien me informó que ya te graduaste y que comenzaste a trabajar—hizo una pausa—De verdad.

—Pásame su número —Suspiré resignada— Tú sabes que entré en este rollo para estudiar, pagar el departamento, pagar el hospital de Loren y mantenerla cuando el bastardo que la dejo embarazada no se hizo responsable y para pagar el medicamento de mi madre así que no sé de qué te sorprende.

—Lo sé, y sabes... extraño algo—Me miró y sonrió.

— ¿El qué? —Ya tenía media botella de vino ingerida pero estaba demasiado tensa.

—Tu cuerpo—La comisura de sus labios se extendió más.

—Imbécil—Me alejé de la mesa y me fui hecha una furia.

—Te amo—Gritó a lo lejos.

Llamé a Dylan y cuando me lo topé en el estacionamiento tenía a un Oliver dormido en su pecho, en el trayecto al supermercado le dije lo que Jason me comentó. Cuando llegamos a mi apartamento lo invité a pasar, y me encontré a Loren comiendo helado de galleta viendo una película romántica, justo estaba llorando en una escena en el que el tipo le promete de todo a la tipa y escapan juntos.

— ¿Loren? —Pregunto Dylan.

—Ay, hola— Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y caminó rápido hacia nosotros.

Perdido En Ti [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora