Capitulo 15

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POV MATT

Me ha quedado una sensación que no me deja asimilar lo que acaba de suceder, ¿hice algo mal? ¿Huía de mí?

Era temprano, y hoy no había nada que hacer, pensaba ver películas con Sam, pero ahora estoy seguro que no tengo nada que hacer. Estoy dolido.

Samantha se ha llevado una parte de mí, hacia donde sea que se dirija, me lleva con ella.

Fui a mi habitación, a buscar un pantalón deportivo, tal vez correr un momento me ayude a destensarme.

Cuando llegue de nuevo a mi departamento, había un desorden descomunal, como si un tornado se hubiera pasado por aquí y luego se fue sin dejar rastro.

Mi corazón se aceleró, observe y coloque de nuevo las cosas en su lugar. De momento no había nada que me faltara, de hecho, no se llevaron nada. Solo fue un acto de vandalismo. Eso es raro ¿Quién vendría simplemente a desordenar, en específico, mi departamento?

No tenía el interés demasiado puesto en el asunto, mi mente aun vagaba porque al "adiós" de Samantha.

Ya era tarde, aun así le llame a John, le dije lo sucedido por la mañana y él pensó al igual que yo.

— ¿No crees que sea una advertencia Matt?

— ¿Advertencia de que?

—Yo que sé, cualquier cosa. No eres la persona más educada Matt, además de que eres déspota, cabrón, idiota...

—Ya, ya quedo claro John.

—Matt, ahora que me dices que Samantha esta fuera de su apartamento, o eso es lo que crees, Loren está libre de cualquier autoridad para hablar con ella y convencerla que me deje ser solo suyo.

Iba a mencionarle a Lucy, pero desde la última vez que la vi, prefiero que se aleje de ella antes de que John aparezca en la prensa con un título "El hombre más cuernudo de todos los tiempos"

— ¿Ya sabes dónde vive?

—Lo sé perfectamente Matt... He visto a mi hijo Matt, él es tan bello e inocente como Loren, tiene varias facciones mías. No deseo que ahora que quiero solucionar las cosas con Loren me alejen de ella.

—Tal vez tú puedas acércate a ella, pero yo no puedo acercarme a Samantha. No estoy seguro de lo que dijo, pues su voz se iba quebrando según terminaba cada oración, mas sin embargo, estoy vacío y herido por lo que dijo. Tanto así, como cuando perdí a mis padres...

—Ya se te pasara amigo, solo es cuestión de tiempo—Imposible, recordare cada suceso en mi memoria.

—John, no me siento bien, te llamare después.

—Está bien amigo, solo no hagas alguna locura ¿sí?

—Como sea— Está cayendo— Tengo cosas que hacer. Adiós. —Finalmente colgué.

Tome mis llaves y fui al primer bar que me encontrara.

POV SAMANTHA

—Señorita, serán cinco mil dólares—Estaba en el aeropuerto comprando el boleto de avión para Las Vegas.

Dylan me dio la dirección del tipo—por si la necesitaba —cuenta bancaria, casino al que fue la última vez y personas que trabajan con él. Todo esto, incluso para mí, sonaba muy arriesgado, solo éramos dos personas contra seguro más que nosotros. Ojala y esto no saliera mal como el último suceso gracias a Aníbal.

—Al fin te veo Smith—Jason caminaba hacia a mí con una gran sonrisa, es un idiota.

No quería hablarle, mucho menos verlo.

Aún estaba algo dolida por lo que vi en su casa, pero ese dolor no se comparaba con la ruptura de Matt. Tenía la necesidad de dejar mis cosas y salir corriendo tras de Matt y pedirle disculpas hasta el cansancio.

— ¿Por qué no saludas? — ¡Esto es el colmo!

— ¿Qué acaso eres tan ciego como para darte cuenta de que no quiero hablarte?

—Smith, sé que estas así por cortar con tu noviecito el empresario. Pero tranquila, no te hará llorar de nuevo.

— ¿D-De que hablas? — ¿Cómo sabe eso?

—Smith, por favor, eres de todo menos tonta. Cuando saliste de su departamento estabas llorando. Tú eres mía y nadie lastima lo que es mío.

—Estás realmente enfermo, jamás seré tuya, o más bien dicho, no volveré a serlo.

Él se acercó a mi oído, como si me dijera algo confidencial.

—Lo eres desde que me entregaste tu virg...

Me aleje de él bruscamente y lo abofetee tan fuerte que mi mano se tornó roja. ¿Cómo tenía el descaro de decir tal cosa?

Durante el vuelo me sentía nerviosa, y las turbulencias solo lo empeoraban, creía que me faltaba el aire, mi pecho solo subía y bajaba.

A mi lado había un chico que estaba totalmente relajado, en ocasiones me miraba como tratando de calmarme pero era claro que una simple mirada no iba a calmarme.

— ¿Se encuentra usted bien?

— ¿Acaso parece que lo estoy? —Después de un momento de pensar en lo que dije y en lo descortés y borde que sonó, me disculpe—Lo siento, todavía no me acostumbro a tomar el avión.

—No se preocupe. Zach, mucho gusto.

—Samantha, el gusto es mío—Zach asintió y volvió la vista a su libro.

Este sería un viaje largo.

Me pregunto que estará haciendo Matt.

POV MATT

—Otra copa por favor—Creo que era la décima copa que tomaba.

Entre más bebía, mis pensamientos se volvían un círculo vicioso.

Samantha, otra copa que me hacía pensar en ella. Esto no sería suficiente, esto no me ahogaba del todo.

El licor quemaba mi garganta, aun no perdía del todo mis sentidos, pero en poco tiempo lo haría y este era un bar de mala muerte, solo que ahora eso no me importaba.

Mi estómago sentía la necesidad de regresar todo lo ingerido, y eso hizo.

— ¡Pedazo de mierda! —Un hombre obeso con una gran barba estaba a un lado mío limpiándose mi vomito.

Él se colocó de pie detrás de mí, yo me gire algo mareado.

— ¿Seeedte perd... dio algo?

El tipo me tomo del cuello de la camisa y me alzo un poco, mis ojos se abrieron solo un poco. Una sonrisa se me escapo junto a una carcajada.

— ¿De qué te ríes marica? —El tipo parecía un todo bufando y eso me daba aún más risa.

—De tu estúpida cara—Mi risa se hizo más exagerada.

El tipo a empujones me saco del bar, después de eso golpeo mi rostro, luego mi estómago. Al estar en el suelo comenzó a patearme.

—Hijo de puta—Murmuro y fue de vuelta al bar.

El exterior estaba oscuro, totalmente solo, recostado sobre la tierra y algunas piedras. Los huesos me dolían, no había nadie a quien pedir ayuda, en mi nariz salía sangre al igual que mi labio y ceja. Ya estaba demasiado mariado.

Era patético. Ni siquiera podía pasar un día sin Samantha. Sin recordar su tacto, su aroma a pétalos de una delicada flor, a su carisma. No podía.

—Sam, te extraño.


Perdido En Ti [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora