-Pienso que deberíamos dar le siguiente paso- sugirió HeeChul recostado sobre la cama viendo a su amado novio colocarse la camisa, el chino negó.
–Claro que no HeeChul no es necesario, deja esas ideas locas- se inclinó besando la frente de su novio dejando al mayor impactado –haré el desayuno, baja rápido que me iré al trabajo- se levantó saliendo y cerrando la puerta de la habitación.
Se quedó estático mirando a su amado salir por la puerta su corazón se fragmento más de lo que ya estaba, se sentó sobre el colchón bajando la mirada reteniendo las lágrimas que amenazaban con salir sin control –Ya no puedo seguir así...- susurro para sí mismo, se compuso para bajar después de escuchar los gritos de su amado avisando que el desayuno estaba listo.
Se sentaron a comer juntos, Han Geng animado hablándole a Hee Chul de los proyectos que tenía en mente el otro tan solo asintiendo sin mirarlo, porque sabía que si su mirada se encontraba con la del menor todo lo que iba a hacer se iba a ir por la borda.
–Me voy mi vida, nos vemos en la noche- el chino beso sus cabellos saliendo apurado por la puerta principal. HeeChul se quedó ahí, levantando los trastos que habían ocupado, con suma calma los lavo para dejar todo listo antes de su partida.
Emprendió camino hacia la habitación para sacar su empolvada maleta del ropero, tomo su ropa una por una acomodándola en esta, busco por el departamento rastros de su presencia ahí, debía borrar todo. Lagrimas viajaban por sus blancas mejillas, lo que estaba haciendo era lo mas doloroso que pensó realizar en su vida, su corazón punzaba parecía muerto en vida.
Un taxi lo estaba esperando abajo, arrastro sus pertenencias saludando al amable chófer que lo ayudaba a guardar todo dentro del maletero del pequeño auto, se giro para echar una ultima mirada al edificio, uno en el había pasado sus años viviendo con el que creía era el amor de su vida -¿A donde lo llevo señor?- pregunto el hombre a sus espaldas.
-Al aeropuerto- entro al coche emprendiendo un nuevo viaje pero ahora solo.
El auto se detuvo frente a un restaurante a medio camino Hee Chul había solicitado que antes de ir hacia el aeropuerto lo llevara a otro lado. Salio del coche siendo saludado por las personas pasaban, ya era conocido en ese barrio.
-Buenas tardes- saludo entrando al pequeño local la mujer que atendía se giro hacia él sonriente de manera maternal.
-Querido Xi Che- corrió hacia el abrazándolo con fuerza -¿Que te trae por aquí?- pregunto al verlo tan serio.
-Vengo a despedirme mama- la mujer abrió los ojos en sorpresa.
-¿Pero que dices? ¿Las cosas van mal con Han Geng? ¡Si es así aún pueden...!- el chico negó con tranquilidad.
-Ya me canse de no ser algo mas para él... Solo no se enoje conmigo por favor- ella lo arropo de nuevo en sus brazos.
-Ese niño es tan lento, espero se arrepienta de lo que esta haciendo... ¿Regresaras a Corea?- pregunto preocupada el hombre asintió sin romper el abrazo -Cuídate Xi Che-.
Coloco la maleta a su lado con su ticket en la mano solo tenia que esperar que su vuelo fuera anunciado en 20 minutos dejaría Shanghai para tomar rumbo al lugar que jamas debió dejar, su hogar Seúl.
¿Cuando empiezo todo eso? ¿Cuando el cansancio venció el amor que tenia por Han Geng? Claro, hace un tiempo el menor había cambiado un poco ¿Una infidelidad? No, eso no era conocía demasiado al chino para pasar por alto algo de ese tipo, simple no aguanto mas no tener algo mas formal, no era un capricho como se lo habia dicho Zhoumi el primo de este, solo se sentia inseguro al respecto de su amado novio, eran sueños, pasar una vida junto a él, era un sueño estar juntos para siempre.
La voz de alto parlante lo saco de sus pensamientos, jalo su maleta siguiendo al mar de gente que se encaminaba a la puerta B de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Shanghai.
Ya dentro del avión se pregunto si lo que hacia era correcto ¿Cuando dejo que el cansancio se apoderara del amor que tenia por Hangeng? Cerro los ojos dejando las lagrimas rodar por su rostro.
-Cuando dejaste de luchar, cuando me dejaste a cargo de lo que tenias que hacer... de lo que tenias que mantener- se contesto con amargura, y esa era la verdad el chino le había dejado la responsabilidad de la relación. Lanzo un suspiro de resignación limpiándose el rostro con un pañuelo que tenia en su saco -Esta es mi nueva vida, no debo llorar- se auto convenció instalando una sonrisa falsa en su rostro -Después de todo soy Kim Heechul-
...
Esto lo tenía en un blog que ya borré xDD antes de que tuviera mi cuentita aqui en Wattpad ¡Sigo viva! Que no me manifieste es otra cosa muy distinta :v