Embarazada De Mi Ex Novio (Luke Hemmings)

Capítulo 2

Toda la mañana estuve con los chicos, al final solo venía a darles la buena noticia y me terminé quedando por mucho más tiempo, ya eran alrededor de las 13:00 hs.

En el momento que estaba por retirarme llegó Luke y apenas cruzó la puerta noté que todos lo miraban con ternura.

— ¡Hola Jenn! —exclamó feliz, me abrazó y me besó en la comensura de los labios.

—Hola mi pequeño pillo —sonreí al verlo y lo abracé tiernamente.

Volteé a ver la cara de Michael, y pude ver que todos nos observaban con mirada tierna.

—Oye Luke, apuesto a que no sabes que vas a ser.... —por suerte Calum no alcanzó a completar la frase ya que Mike le cubrió la boca con la palma de su mano.

Inmediatamente me gire y le di a Calum una mirada fulminante.

— ¿Qué voy a ser qué? —preguntó Luke intrigado. Y añadió  — ¿Por qué todos me miran con cara de felicidad?

—Es que has sido elegido el favorito de la banda —reparó Mike.

—Vaya, no es por nada pero creí que sería algo más interesante —sus ojos solamente se posaban en mí.

—¿No es fantástico Luke? —fingí creerme lo de favorito de la banda.

—Si, claro —me respondió con fingido entusiasmo.

Nos sentamos en los sillones que se encontraban en el estudio y de tanto charlar no noté el hambre que tenía hasta que mi estómago comenzó a rugir.

—Ups, disculpen —me sonrojé al instante.

—No te disculpes princesa, ¿Qué opinan si salimos a comer? —sonrió Luke.

— ¡Sí! —exclamamos todos al mismo tiempo.

Después de que salimos del estudio, caminamos alrededor de tres cuadras e ingresamos a un conocido restaurant de la ciudad.

—Buenas tardes chicos, es un honor poder atenderlos —dijo sonriente una chica de cabello castaño claro, ojos negro azabache, altura media y tez morena.

—Buenas tardes —respondimos a coro.

Tomamos asiento y enseguida la chica volvió con el menú.

—Gracias por dejarnos el menú —dijo Calum sonriente.

—De nada —respondió con una gran sonrisa la chica y enseguida se retiró del lugar.

Finalmente después de leer y releer el menú, decidí pedir tallarines con poca salsa, el resto de los chicos pidió hamburguesas.

— ¿Jenny te sientes bien? —preguntó angustiado Luke.

—Si, ¿Porqué?—en mi rostro se reflejó confusión.

—Por qué siempre pides abundante salsa.

—Ya, en realidad quiero dejar de comer tanta salsa —suspiré frustrada.

Lo olvidaba, cada vez que pedía tallarines siempre eran con abundante salsa, pero ahora que estoy embarazada tanta salsa le puede hacer mal a mi bebé.

Mientras esperábamos la comida comenzamos a hacernos bromas, contarnos chistes y hablar de cualquier tontera que se nos ocurriera en total de aminorar la espera.

—Aquí tienen su pedido chicos, que lo disfruten —dijo la mesera con una expresión de amabilidad en su rostro.

—Gracias —dijimos los cinco al mismo tiempo.