Capítulo 4

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Aproximadamente unas 15 horas después, estábamos llegando a Los Ángeles. Jessica también viajaba conmigo, pero a diferencia de otras veces se quedaría por dos meses.

—Vaya si es hermoso este lugar —sonreí mientras observaba la gran ciudad por la ventanilla, ya que el avión estaba a punto de aterrizar.

— ¡Es muy bonito! —Jessica me devolvió la sonrisa.

El viento corría leve pero a su vez le dificultaba el aterrizaje al avión. El piloto tardó unos 5 minutos en encontrar la forma de aterrizar.

Cuando bajamos del avión caminamos hasta el estacionamiento que se encontraba a unos cuantos metros de allí. Al llegar a aquel lugar nos esperaba un auto de color gris plata y fuera de él había dos hombres vestidos con traje y lo cual supuse eran los encargados de nuestra seguridad. —Buenos días señoritas, mi nombre es Jack Collins y seré el guardaespaldas de ambas —dijo un hombre de unos 40 años con una gran sonrisa, tez morena, robusto, cabello negro azabache y ojos del mismo color que su cabello.

—¡Buenos días! —exclamé estrechando la mano del contrario.

—Hola, buenos días —dijo Jessica con una sonrisa y saludando del mismo modo que yo al contrario.

Unos segundos después el hombre que lo acompañaba también se presentó.

—Buenos días chicas, mi nombre es Brian Millander y seré el conductor del auto que las transporte —nos estrechó la mano y tras eso nos abrió la puerta del asiento trasero.

Brian Millander aparentaba una edad de 30 años, era alto, flaco, de tez morena, ojos negros y cabello castaño oscuro.

—Buenos días —dijimos a coro, correspondimos al saludo y nos sentamos en los asientos traseros del auto.

Emprendimos el viaje hacia la mansión (esta vez no nos alojaríamos en un hotel, sino más bien en una gran mansión debido a que estaría por 6 meses aquí).

Observé a mis alrededores y verdaderamente estaba maravillada por el paisaje que veía. Jamás había venido a Estados Unidos y esta era mi gran oportunidad.

Saqué mi IPhone y miré la hora: 11:15 a.m. Decidí llamar a mamá para avisarle que había llegado bien. —Hola ma, ¿Cómo estás?, acabo de llegar a Los Ángeles, estoy bien —hablé muy rápido.

—¿Hola Jenn?, me alegro que estés bien, nosotros también lo estamos —su voz sonaba somnolienta.

—¿Ma te sientes bien? —no me molesté en ocultar mi tono de angustia.

—Si cielo, pasa que aquí ya es tarde —mencionó en medio de bostezos.

—Lo siento, ¿Qué hora es allí?

—Aquí son las 5:15 a.m. del 5/04 —volvió a bostezar.

—Yo lo lamento ma, aquí apenas son las 11:15 a.m. del día 4/04.

—No te disculpes pequeña.

—Adiós ma, saludos a papá y verificaré el horario de allá antes de volver a llamar —sonreí.

—De acuerdo, adiós Jenn y cuídate por favor, ¿Jessica está contigo?

—Si ma, aquí está, tranquila todo estará bien.

—Por supuesto, adiós —tras decir eso cortó la llamada.

Seguí observando el pasaje y sinceramente esto era una nueva experiencia para mí, ni en mis mejores sueños hubiese imaginado viajar lejos de mi familia.

De pronto el auto se detuvo frente a una bella mansión. —Aquí es señoritas —dijo Jack mientras abría la puerta de la parte trasera.

—Muchas gracias Jack —le sonreí.

Embarazada De Mi Ex Novio (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora