Cuando voy por el pasillo, me intercepta un colaborador.
-Señorita Yoselin, la están esperando en la sala B.
-Oh -digo sonando intrigada. -Y.. ¿dónde es eso?
-Segundo pasillo a la derecha.
-Gracias.
Sigo la dirección y veo unas puertas de cristal, pero no puedo ver dentro.
Deslizo mi tarjeta, y la puerta se abre, cuando entro ya todos están sentados escuchando al hombre de traje.
Creo que a esto se refería Rosh. Eso de que dejarán de mirarme, porque, ahora todos los están haciendo. Aprieto los labios.
-Adelante, toma asiento ¿cuál es tu nombre?
-Yoselin. -digo sentándome.
-Quiero pensar que tu falta de puntualidad es porque apenas te avisaron ¿me equivoco?
-No se equivoca -respondo fuerte y claro.
-Entonces, continuemos.
Él habla básicamente de lo que ya sé, en cómo están acomodadas las secciones de libros. Entregar los escritos y los reportes. No tarda más que un rato.
Me siento en calma todavía, así que voy a hacer mi labor empezando a sospechar que esto de las charlas introductivas; será más aburrido de lo que pensé.
Entrego mi reporte, esta vez es más extenso y detallado. Pienso en la idea de trabajar todo el tiempo con Rosh, tiempo juntos, compartiendo responsabilidades, pero a fin de cuentas, compartiendo.
-Yujuu, Yos ¿estás ahí? -dice Rosie agitado una mano.
Parpadeo.
-Rosie, lo siento, estaba pensando en que de ahora en adelante haré mejor mis escritos -sonrío mostrándole las hojas.-Vaya vaya, ¿qué tenemos aquí? hasta tu letra mejoró. -expresa con algo de orgullo.
Me río,sí, creo que tienes razón, dame eso. -le arrebato la hoja.
Me alegro de haber conocido a Rosie, y aunque ya tengo conocimiento de que solo el mínimo porcentaje de personas aquí, puede sentir. Siento lástima por los que no, ya no tanto por mi.
Le entrego mi escrito a Cho, esperando que el note que esta vez hice un buen trabajo.
Él solo me mira. -¡Sigue así Yos!, a los de la corporación les satisfacerá ver tu buen trabajo.
-Vaya, gracias. -digo sintiéndome alagada.
-Deja de hacerle cumplidos Cho, apenas lleva un día -parlotea Rosie.
Los tres sonreímos a la vez. Cierto, vamos hay que irnos. -digo jalándola del brazo.
-¿A dónde?
-¿A dónde más crees? A los departamentos a descansar.-volteo a mirarla.
-De acuerdo contigo -afirma -. Ya quiero mi cama.
-Entonces salgamos de aquí -sigo jalándola hacia la salida.
Las dos vamos contentas de camino a casa.
-Yos tengo que;yo tengo que. -duda por un momento lo que está apunto de decir.
-¿Tienes que qué? Rosie.-Tengo que contarte algo. -pronuncia, poniéndose sería y mirando al frente.
-De acuerdo,te escucho.
-Los primeros días, cuando llegaste, me parece que fue la noche que saliste con Day.

ESTÁS LEYENDO
Recordando
Science FictionRecobrar la memoria jamás había sido tan peligroso, pero la verdad, es la que más dolerá. Atrapada por las dudas, Yin, despierta en un hospital sin recordar absolutamente nada de lo que era su vida y de quién era ella. De un momento a otro comienz...