Capítulo 27

14 1 0
                                        

Estoy acostada, mi cuerpo está totalmente quieto, es como si estuviera sedada. Un grupo de doctores entra al cuarto donde estoy, puedo escucharlos hablar, escucho cada utensilio que ponen sobre la mesa, escucho que alguien lava sus manos, escucho como se ponen sus guantes de látex, y mueven mi cabeza, lo siento, siento todo. El doctor da instrucciones, siento un dolor a un costado de mi cabeza, quiero gritar, pero no puedo, no me escuchan. Ellos siguen cortando y abriendo. Siento una lagrima caer por mi mejilla, pero nadie la ve. De pronto todo se borra. Estoy en el limbo, rodeada de una luz blanca, cuando escucho una voz a lo lejos, pero comienza a oírse más intenso. ¡Yiiin!

Abro los ojos
-Yoselin, abre por favor.
Es Rosie tocando la puerta.
-Maldición -murmullo. -Voy, permíteme.-le grito caminando de prisa hacia la puerta.
En cuanto abro la puerta, Rosie se abalanza y me da un apretado abrazo.
-Oh Yos, lo lamento tanto. -dice conmovida.
-No, lo lamento yo, que no me he bañado -digo medio en broma.
Las dos reímos.
-Tienes razón, apestas, ve a bañarte, prepararé algo rápido.
-Perfecto. -digo, volviendo al cuarto para ducharme.
Al salir de la ducha, escucho a alguien hablar;
-No, ya te dije que se está bañando, Rosh. -habla Rosie.
-Solo dile que aquí la espero. -contesta Rosh.
-No le diré nada.
Escucho el estruendo de la puerta.
-¿Quién era? -pregunto a Rosie.
-Amm no, nadie -hace una pausa. -era yo.
Entiendo que no le caiga bien Rosh, y entiendo su preocupación por mi, peor,esto, esto es demasiado. Me apresuro al vestirme y salgo de la habitación.
-Aquí está tu emparedado. -ofrece Rosie.
-Gracias -digo sin mucho ánimo. -Escuché a alguien en la puerta. -insisto.
-Se habían equivocado. -dice levantando los hombros.
Camino hacia la puerta y la abro, Rosh se asoma. Enchueco la boca.
-¿Qué haces aquí? -le pregunto a Rosh.
-Alguien más hizo algo mal. -dice mirando detrás de mí. Mira a Rosie. -vine aquí a disculparme y a invitarte una tarta pero..
-Tú no sabes nada -dice Rosie molesta.
-Rosie, basta -digo extendiendo la palma de mis manos. -Ninguno de los dos tiene por qué disculparse, estoy bien.
-De hecho, también venía por ti -menciona Rosh.
-Ella se va conmigo; perdedor. -suelta Rosie nuevamente molesta.
Rosh me mira.
-No le has dicho ¿cierto? -dice Rosh.
-No, apenas si tengo tiempo -mascullo.
-¿¡Decirme qué!? -dice Rosie poniendo su mano en la cintura.
Guardo silencio.
-¿Yin?
Un silencio más. No puedo darle la cara, no sé qué decir.
-Ayer no te vi en toda la tarde, me preocupé ¿Qué ocurre aquí?
En mi cabeza pasan mil maneras de cómo empezar. Yo no debería decirte. Tal vez es mejor que no sepas. Es un trabajo que me asignó el Principal.
-¿Rosh? -insiste Rosie, con un tono ya alarmante.
-Está bien Rosie, es un trabajo extra curricular, que el Principal nos asignó a mí y a Yin. Es una investigación. Solo eso.
-Creí que era algo malo -dice Rosie. -Solo cuida bien de ella. -le dice a Rosh con una sonrisa de decepción.
Yo sigo sin poder darle la cara, ella se acerca y me mira.
-Suerte colega -y me abraza.
Todo mi cuerpo se debilita y le doy un apretón. Rosie se va y yo me quedo con el emparedado, conmocionada.
-Ven acá -dice Rosh extendiendo sus brazos.
Yo lo abrazo por la cintura, huele delicioso.
-No le des el poder de que te destruyan. -dice Rosh.
Yo lo miro, entendiendo mis propias palabras.
-Debemos ser fuertes -digo mientras seco una lagrima.
-Ser fuerte no es la clave, ser resistente lo es, una vez que aprendes a resistir, empiezas a ser fuerte.
-De acuerdo -digo levantando mi cara y quedándome pensativa por un momento. -Es bueno tenerte aquí, tú eres el que me ayuda a resistir aunque quiera caer. -digo mientras plantó un beso en su mejilla. Él enseguida busca mis labios para besarlos, se siente como la primera vez, suaves y cálidos, esta vez con sabor a menta.
Al salir de mi edificio, pude sentir un cambio, un cambio repentino. Un cambio que me hace sentir feliz, posiblemente, sin querer, hacía falta que Rosh llegara a mi vida para devolver la calma. No tardamos en llegar a la corporación. Rosh en todo el camino sostuvo mi bolso, se miraba tan extraño, pero lindo a la vez. Nuestros accesos ya están en el sistema, así que, entramos por la misma entrada que los demás, entramos por donde salimos, por el amplio pasillo iluminado. Nos dirigimos a nuestros cubículos.
-¡Hola Yos! -la voz me es conocida. Volteo y miro a Rick para ahí.
-¡Hey, hola!. -saludo sonriente.
-Ven -ladea la cabeza. -Quisiera mostrarte algo.
Miro a Rosh, está algo disgustado.
-Yo iré a dejar las cosas. -solo logra decir.
-De acuerdo. -digo, pero él ya va unos pasos adelante.
-Es por aquí -señala Rick.
Nos acercamos a unas pantallas, él hace unos movimientos con los dedos y aparece un vídeo.
-Creo que tienes algo de razón Yos. ¿Yos te dicen, cierto? -habla Rick.
-Sí, como sea, ¿A qué te refieres con que tenía algo de razón?.
-Solo mira. -él aprieta un botón, y empieza a reproducirse el vídeo.
En él, hay un señor, un señor demasiado desaliñado, está sentado con las manos sobre la mesa amarradas. Una voz de un hombre que no se ve comienza a hablar, o más bien a preguntar.
-¿Es verdad que tenías un perro, Billy? -pregunta el hombre.
-Sí, yo tenía un perro, todo el tiempo ladraba. -responde el hombre desaliñado, Billy.
-¿Y qué hiciste con el? -cuestiona el hombre.
-Yo lo maté. -responde Billy.
-¿Cuántos años tenías cuando lo hiciste, cuándo lo mataste? -habla el hombre.
-Alrededor de 6 años. -responde Billy
-¿Y por qué lo hiciste Billy?
-Ya te dije, ladraba todo el tiempo, se lo merecía. -dice el hombre sin vacilar y con una frialdad que me estremece y se eriza mi piel.
-¿Quién es él? -es lo único que logró decir.
Rick mira a todos lados, poniendo pausa al vídeo.
-Lo encontré aquí, en enfermedades mentales, lo peor aún no llega -Rick teclea mi nombre. -Te lo enviaré a tu bandeja para que lo mires desde tu cubículo.
-Esto es escalofriante ¿sabes? -sigo sintiendo aún mi piel helada, y froto mi brazo para apagar esa sensación. Es por eso que debemos hacer nuestro trabajo Yos, poner nuestro mayor empeño. -dice Rick -Tu chico, Rosh. Él sabe que todo esto es para hacer un bien a las personas.
<¿Lo sabe?> pienso.
-Comprendo, pero ¿qué hay de mi teoría? -pregunto.
-No la descarto, y por eso, te mostré esto -dice señalando la pantalla. -porque, deseo que averigües más de esto, quiero más de esto -dice con ansia.
Me desconcierta, pero asiento.
-De acuerdo, investigaré.
-Gracias Yos, eres una excelente chica. -me dice, guiñando el ojo.
Puedo sentir a Rosh, parado a unos metros atrás, mirándonos. Volteo para confirmar y efectivamente ahí está. Parado, pero en cuanto volteo, él cambia la mirada. Rick también voltea y sonríe.
-No te quito más tu tiempo, ve con tu chico y cuéntale.
Sonrío bajando la cara apenada.
-Bien. -solo respondo y me marcho.
Voy en dirección a los cubículos, le hago señas a Rosh para que me siga. Él lo hace. Llegamos a mi cubículo y comienzo a teclear en la pantalla, veo una luz parpadear, ese debe ser el vídeo.
-Rick encontró algo. -digo apresurada.
-¿Y qué es? -pregunta Rosh algo serio.
-Un vídeo. -digo mientras miro a Rosh.
Él me mira y junta las cejas. El vídeo parece y se reproduce, el cubículo hace que se ahueque el sonido.
-Espera -dice Rosh. Abre una gaveta y saca un par de cables, él lo conecta a la pantalla y me pone un pequeño aparato en el oído. Él pone el otro en su oído y lo reproduce. Ya no se escucha por todo el lugar, ahora solo lo escuchamos Rosh y yo.
La entrevista comienza igual, Billy contando lo que hizo cuando era apenas un niño.
-¿Cuéntame qué hiciste con todas estas chicas? -le habla el hombre poniendo fotos de mujeres sobre la mesa.
-Las vi, las espíe, me colé en su casa y las estrangulé, no sin antes; violarlas.
-¿Tú sueñas Billy? ¿Tus sueños te hacen hacer esto?
-A mí, nadie me controla, nadie me dice que hacer, es por eso que le hago estas cosas a estas chicas, yo soy quien toma el control.
El hombre ahora le muestra las fotos de las mujeres muertas.
-Billy ¿Crees que esto está bien? -pregunta el hombre.
-Se lo merecían, cuando las vi estaban indecentes, ellas lo provocan. -responde Billy con frialdad.
Miro a Rosh sorprendida. Me quito el auricular, no puedo seguir escuchando. No quiero seguir mirando.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 14, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

RecordandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora