Capitulo 19

12 3 0
                                    

Para cuando llego, Rosie capta mi atención porque está cerca de la entrada con un vestido azul chillante. Me acerco a ella, ya que me vendría bien hablar con alguien antes de ir a pelear con Rosh.

-Rosie, te ves bien con ese vestido. -digo, lanzándole una mirada simpática.

-Define 'bien' en primer lugar. -dice medio sonriendo.

-Pues 'te ves bien' -levanto los hombros -.

Ella ríe.

-De acuerdo, ¿Qué harás?
Me toma por sorpresa su pregunta.

-¿Cómo de que qué haré? -pregunto.

-Sí. ¿Qué harás hoy.? Ayer ya no te vi. -dice.

-Cierto -afirmo -creo que tengo trabajo atrasado así que; debo terminar. -hablo a la deriva.

-Entiendo -asiente con la cabeza -avísame cuando sea tu hora libre -dice tocando mi mano.

-Perfecto -me levanto de mi lugar y le sonrío, marchándome a ver a Rosh.

Tomo el mismo camino de siempre. y cuando llego abajo, todo está tranquilo como costumbre.
Abro la puerta pero me percato de un ruido y unas voces, escucho unos labios tronar. Me quedo un momento quieta, no quiero averiguar qué sucede. Empiezo a retroceder lentamente, pero alguien me detiene tomando mi cintura. Doy un respingo y él me tapa la boca antes de que pueda hacer cualquier ruido. Quito su manos de la boca, y me doy la vuelta para descubrir que es Rosh quien estaba detrás mío.

-Shh; ven. -dice en un susurro.

-¿Pero, qué rayos? -mascullo molesta.

-No querrás saber qué pasa ahí.

Mi cabeza no entiende lo que trata de decir.

-No sé de qué me hablas. -rezongo.

-Lo que escuchaste allá adentro -camina por unos casilleros viejos.

-Okey,digo con tono dubitativo y medio perdida.-no tengo idea, pero, está bien.

-Sí tienes razón, no tienes idea, aún no sabes cómo funciona eso de ser hombre y mujer.
-expresa Rosh.

Mi duda se hace aún más grande.
-De acuerdo, antes de que me revuelvas más, quiero aclarar antes muchas cosas.

Él abre otra puerta.
-Entra -me obliga a que pase.

Yo avanzo, y esta habitación no es tan grande como la otra, pero, por lo menos tiene más luz solar.Hay una mesa y varias sillas, hay un lavabo y un mueble de metal, entre el mueble y el lavabo, una camilla.

-¿Qué lugar es este Rosh? -pregunto un tanto alarmada al ver un montón de instrumentos quirúrgicos alrededor.

-Tranquila, aquí nadie viene.

Sonrío nerviosamente -Por eso mismo, no estoy tranquila.

Él me mira seriamente.
-No te haré nada, lo prometo.

-Bien -cruzo los brazos. -¿Qué olvidaste decirme?

-Ellos no quisieron que estuvieras en la ceremonia con todos los ingresados.

-¿Y por qué? -lo interrumpo.

-Porque, yo se los sugerí -dice molesto.

-¿Bien?, continúa. -la incertidumbre me invade.

-Pero, sí quieren que estés en las charlas de orientación.

-¿Qué? -digo desconcertada.

-Sí, como escuchaste.

RecordandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora