Aome se entera q es adoptada que no es humana sino un inu kami daiyoukai y lady del sur. Ella abandonara a su grupo junto a su hijo adoptivo el pequeño Shippo para reclamar lo que es suyo. Nuestro sexi lord del oeste la conquistara para convertirla...
________( tu) despertaba encontrándose en una hermosa habitación exquisitamente decorado, pero sintió una presencia que no conocía, y eso la alerto. Se encontró un hermoso youkai de cabello azabache como la noche y largo sobre los tobillos. Ojos rojos como la sangre, piel pálida con unas lineas violetas sobre los ojos, era muy atractivo, pero ella estaba segura de que puso un campo para que nadie se hacer cara a ella.
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Analizo la situación pues aunque ella era alegre, comprensiva, también tenía un fuerte carácter y astucia, de sido preguntar quien era él y donde se encontraba.
- Quien eres y donde estoy?- pregunto sería, pero con evidente curiosidad tanto en su voz como en sus ojos.
Pop. Naraku:
Estaba vigilando s esa youkai que traje y que sin conocerla me conquisto. Cuando por fin empieza a despertar mostrando unos hermosos ojos zafiros. Eran muy expresivos, ella observa el cuarto hasta que nota mi presencia, me analiza y yo a ella, por fin pregunta quien soy, y me decido por responderle.
- Soy Naraku, y estas aquí porque te encontré muy herida, cerca de palacio por la zona de un lago.
Ella pareció entender mejor las cosas y reconocer mi nombre, empezando a desconfiar, pero también pude ver que tenía curiosidad.
- Porque me trajiste, digo no me conoces.- dijo con notable curiosidad en sus voz y mirada, no encontré desprecio, miedo y odio como esperaba después de decirle quien soy.
- No lose, solo que cuando te vi, algo en mí me dijo que te protegiera y cuidara.- conteste sincero y eso me extraño en mí. Ella me miro sorprendida pero con dulzura y me sonrió.
- Yo soy _________ ( tu) hija de un noble del Este, mi padre es la mano derecha del Lord de allí.- me dijo con una sonrisa, que cuando la ví algo en mí despertó, unas ansias de estar a su lado y hacerla mía para que se quede siempre con migo. Me hacer que a ella y empezamos a charlar y a conocernos, pues yo quería sentirla más cerca y oler su esencia.
