#21- Kyūshutsu Sakusen.

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Cómo era lo típico, Naruto llegó de último y sin quererlo, Sakura al ir con él, también.

Sai, Hinata y Shikamaru estaban de pie frente al rokudaime, los tres voltearon la vista a los dos que entraban, y luego regresaron a su posición.

— Sentimos la tardanza— dijo Sakura, discúlpandose por los dos, dando un golpe con el codo a su marido, que comenzó a reír.

— ¿Por qué estamos todos aquí?— preguntó Sai.

Kakashi se recostó en su sillón, fijando su ojo descubierto sobre los presentes, desde Sakura, pasando por Naruto, Sai, Hinata y se detuvo en Shikamaru.

— La situación a la que nos estamos enfrentando es grave. La misión será, rescatar a Hyūga Hanabi— dijo, levantando la hoja donde estaba escrita la autorización.

Hinata centró sus ojos en el Hokage, mientras Sai permaneció en su sitio, esperando más instrucciones.

— Será un equipo de cuatro, Shikamaru será el líder— señaló al joven Nara— También, y a petición de Hinata, ella se les unirá.

Los presentes voltearon a ver a la joven Hyūga, y por increíble que pareciera, esta permanecía en calma. Sakura extendió una sonrisa, pensando que la chica, por fin había reaccionado.

La puerta se abrió, dejando ver a Anko Mitarashi, en compañía de dos shinobi y una kunoichi de cabello rubio, atado en una extraña moña.

— Hokage-sama, ¿Alguna otra cosa que quiera que haga?

— Por el momento nada.

— Entonces, no habrá problema si me quedo aquí.

— Ninguno— Kakashi sonrió bajo su máscara, y continuó con la explicación a los cinco jóvenes shinobi—. El tiempo que tenemos, es limitado, partirán hoy mismo.

Shikamaru observo con detenimiento a los que serían sus compañeros de equipo, seleccionados por el Hokage, y no pudo evitar el sentirse incómodo y confundido.

A pesar que todos eran grandes shinobi, y cada uno tenía habilidades increíbles en el campo de batalla, no podía negarse el cuestionar la manera de pensar de Kakashi Hatake. No podía evitar pensar que de una manera u otra, siempre terminaba enfrascado en misiones problemáticas cómo esa.

Antes de la aparición de Sai, que fue el primero que llegó, el Hatake había dedicado algunos momentos a explicarle la situación, el ataque a las dos hermanas Hyūga, y el reporte de la godaime sobre la situación de Hyūga Hiashi, diciendo de manera indirecta, que lo que fuera que había pasado tenía que ver con el clan Hyūga.

Todavía no terminaba de descifrarlo, pero el escenario no le gustaba nada.

Lanzó una mirada a Sai, y comprendió la elección del shinobi. Él tenía experiencia en tratar con ninjas problemáticos y hostiles, sin añadir que él fue quién llevó el informe de la desaparición de la pequeña.

Luego se centró en Sakura, opción entendible y lógica. Era una médico ninja, y con mucha experiencia, lo había demostrado en la cuarta guerra y a diario en el hospital. Si Hanabi o alguno del equipo resultaba herido, tenerla cerca sería la diferencia entre morir o vivir.

Pero Naruto no encajaba en la ecuación, y aún menos lo hacia Hinata, por dos motivos, él imperativo, tozudo y con la cabeza en las nubes desde que se casó con Sakura, y añadiendo la amenaza de los meteoritos, era mejor dejar al más poderoso shinobi en la aldea, para proteger a la población civil.

Hinata por otro lado...era prácticamente poner el objetivo del enemigo en una situación vulnerable, sin mencionar que la joven era sentimental, pasiva, y la misión no pintaba ser menos que sanguinaría y violenta.

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