#26- Bōei keikaku.

787 71 12
                                    

-En el castillo-

En las paredes de la extraña estancia, colgaban un montón de marionetas, iluminadas en parte, por la luz roja del fuego que iluminaba el lugar. Toneri Ōtsutsuki, se encontraba sentado en una cómoda silla, siendo iluminado por las llamas que crepitaban. Sus ojos estaban siendo tapados con vendajes por una de las marionetas, mentalmente se maldecía a si mismo por su falta de precaución. A su lado había un hombre alto con su rostro completamente cubierto con bandas, era el hombre que Naruto había derrotado antes, este parecía interesado en lo que el albino decía.

— Dejad a Hinata sola, hasta que esté en condiciones de ir hacia ella, dejarlos solos por un momento, Incluyendo al tal, Naruto.— Bajo las ordenes de Toneri, el extraño hizo una reverencia y desapareció— ¡Rayos!

En ese instante, sujetó las vendas de sus ojos y se levantó lleno de dolor, sacudiendo lentamente sus hombros, era el mismo dolor que había sentido horas antes en la habitación de la chica Hyūga, Hanabi.

—... Las contracciones de nuevo, maravilloso. Este es un Byakugan increíblemente puro— murmuró mientras se sentaba en su silla— Hanabi, es muy fuerte.


En otra sección, la pequeña estornudó, mientras seguía canturreando. El dolor en lo que debieron ser sus ojos incrementó, pero no iba a gritar, jamás le daría el gusto a ese bastardo.

— "Sayounara itsudatte ikirukoto wa tatakai sa...Dakara mata kioumo saa aruki hajimeyou... Sayounara itsudatte ikirukoto wa tatakai sa...Dakara mata kioumo saa aruki hajimeyou"

Hanabi continuó en su entretenida canción unos minutos más, hasta que la actividad agotó su poca paciencia, se levantó y se dedicó a memorizar las pocas cosas que habían en el lugar. Brazos estirados, dedos extendidos, tocando todo con paciencia, preguntándose cómo rayos Neji vivió en la oscuridad por tanto tiempo.

— Pero no importa, lograré conocer este lugar.— Y así, con decisión, continuó tocando los objetos y contando los pasos entre cada mueble y la cama, recordando cómo Neji memorizó cada detalle de la mansión Hyūga.

- Por otro lado-

— Vale, primero burbujas, luego un gran cangrejo, ¿Y ahora un sol bajo tierra?— Ino miraba casi estupefacta al sol que iluminaba el lugar

— Pues sí, no creo que se necesite repetir todo, rubia, lo vimos con nuestros propios ojos— Kiba extendió una sonrisa mordaz, observando con sus oscuros ojos a la Yamanaka.

Esta pasó del chico perro, concentrando su mirada, al igual que los otros, observando con más detalle el horizonte inexistente de ese extraño lugar. Cielo azul que se extendía cómo un hermoso manto, bosques y lagos que eran borrosamente visibles desde esa distancia. Parecía que el suelo estuviera de arriba hacia abajo en el cielo.

— No quiero ser pesimista, pero quizá volvimos a ser víctimas de un genjutsu— murmuró Sai— ... O llegamos a otra dimensión.

Shikamaru estaba lleno de inseguridad, pero necesitaba mantener la calma, era el líder de la misión—. Primero lo primero, recopilación de información.

— Algo de todo esto me provoca una extraña sensación— dijo Neji en un susurro, Hinata asintió dando a entender que se sentía igual.

La mente de la Hyūga trabajaba, el evento de minutos antes todavía seguía en su memoria, la marioneta de Toneri proponiendo matrimonio...¿Qué clase de retorcido hace eso?

Shikamaru hizo una señal al maestro de la tinta, y en poco tiempo los miembros del equipo de rescate y el equipo Lee, se encontraban cruzando por los aires con los pajaros de Sai.

FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora