1. Compartimos dolor

148 23 9
                                    

Están en la entrada del bachillerato; Alex, Tommy y Rayan esperando a una nueva víctima para su próxima broma. Una como cada día. Nadie parece interesarles hasta que la ven.
- Hey Alex, ¿ves a esa chica de allí? - dijo señalando a una chica morena sentada en la acera leyendo un libro. Parece estar sola, y eso Tommy sabe muy bien como aprovecharlo.
Todas estas bromas ya las han hecho antes, no es nada nuevo. En el bachillerato les conocen por sus bromas y humillaciones. Son los reyes de allí.
- Sí, la veo - dijo Alex fijando la vista hacia aquella chica.
- ¿Qué tienes en mente Tom? - dijo Rayan con una sonrisa maligna. Todos sabían que significaba eso.
- Alex, como buen amigo que soy, esta te la dejo a ti. Verás te cuento el plan: te acercas a ella, y como está tan sola y tú estás tan bueno, no tendrá dudas de seguirte hasta el auditorio. - Alex sonríe tras el cumplido de su amigo. No está nada equivocado - En el auditorio  la guías hasta el centro del escenario, y cuando menos se lo espere... ¡Chaf! Se le caerá encima miel hasta quedarse empapada. - dice sin contener la risa. Ya se está imaginando todo. - Después de eso caerán plumas. Todo esto será grabado y lo subiéremos a YouTube, nos haremos famosos hermano. Claro, luego saldrá fuera y todas las abejas y avispas se tiraran a ella. - terminó con una sonrisa maligna y divertida.
- Me parece perfecto hermano - dice Alex sonriendo.
Se acerca hasta a ella con paso decidido, firme. Se para en cuanto está enfrente suyo.
- Hola guapa - saluda con una sonrisa coqueta.
Silencio, la chica no responde. Al ver esto el chico continúa como si nada.
- Preciosa, me preguntaba si me acompañarías al auditorio. Siempre me pierdo y tú me puedes ayudar nena.
Silencio, esto está empezando a consumir los nervios de Alex.
- ¿Puedes? - dijo en un intento de sonreír.
Entonces la chica mira hacia arriba y se encuentra con sus ojos.
- ¿Puedes tú dejarme en paz? ¿En tu casa no te han enseñado a no molestar a la gente? - dijo ella con un tono amargo.
- ¿Y a ti te han enseñado a ser amable? - dice este con tono duro.
- Mira, sólo déjame. Hay miles de personas más para preguntarles por el auditorio. A mí déjame. - dice seca y fría.
- Por favor te lo estoy pidiendo. No me iré hasta que no me acompañes, y puedo ser muy molesto. Ya lo comprobarás tú solita.
- ¿Crees que no se tus intenciones Alex Navarro? ¿Crees que no sé de vuestras famosas bromas? ¿Me tomas por tonta o qué? ¿Para qué querrías acercarte a mí sino? Anda, haz el favor y piérdete.
Mierda. Esta chica es lista. Creía que no sabría nada de sus bromas, es más creía que era de primer año. ¿Cómo sabe su nombre? Bueno, ha dicho que sabia sus intenciones, ahora sí que va a ser difícil. Mierda. ¿Ahora qué hace?
- No es ninguna broma..., es solo que no sabía dónde estaba el auditorio y te he visto tan sola que pensaba que quizá querrías hacer amigos. - dijo con un tono poco creíble.
- Ja, ja, ja. ¿Has terminado ya?
Mierda y más mierda. Esta chica es más testaruda de lo que imaginaba. No le quedaba otra opción.
Le arrebató el libro que sostenía entre sus manos y echó a correr lo más rápido que pudo. Genial, la chica le seguía. Si no iba a ser por las buenas tendría que ser por las malas. Llega al auditorio, y con él la chica jadeando.
Se acerca al suelo y deposita el libro en medio del escenario.
Ella se acerca poco a poco al libro. Sabe que nada bueno puede ocurrir. Pero ese libro tiene muchos recuerdos dentro. Buenos y malos. Y no puede perderlo por nada del mundo. En ese libro están todas esas lágrimas que derramó en un pasado. No puede dejarlo, media vida suya está ahí.
Finalmente se agacha y lo coge. Y como ella se esperaba; un cubo de miel la rocía entera, seguido de miles de plumas. Ya no tiene fuerzas ni para llorar ni para nada. No sólo tenía que ser apartada, sino también víctima de las bromas de un adolescente cretino.
El chico frunce el ceño al ver que está no llora, ni le pega ni nada por el estilo. Todas las anteriores bromas que ha hecho, siempre las chicas o lloraban a cantaros o le dejaban una mejilla roja. Pero esta no, no hacía nada. Y eso le confundía más. No hace ningún gesto, solo le dice unas palabras.
- Que poca vida tienes, para intentar arruinar la mía sin éxito. La mía ya estaba arruinada mucho antes de que tu estuvieras. - dijo Valeria con un tono amargo y lleno de dolor.
Con esto se fue dejando a un Alex confundido e impactado.
Ahora Alex sabe algo que comparte con esa desconocida; su vida también está arruinada.

Y lo que no sabe es que compartirá muchas más cosas que dolor...

*****
Tachaaaaan, aquí está el primer capítulo de la novela. Espero que os guste mucho. Qué cruel la broma de Alex... ¿Por qué el libro es tan importante para Valeria?

Por cierto, ahí arriba tenéis el trailer del libro. Espero que os guste.

Hoy he subido este capítulo... Sí, ya sé que no toca. Pero esta semana voy a tener que cambiar los días de actualización porque estoy bastante ocupada. Pero tranquilos que actualizaré en cuanto pueda. Espero que este libro os esté gustando mucho.
Besos.

Clara

Cerrando los ojos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora