Cerrando los ojos ©

2. Lo presiento

Unas horas antes...

Los días pasan, y con ellos mis tristes horas. Como olas del mar; vienen con fuerza y con esta misma se marchan para quizá no volver. Cada vez estoy más sola, más aturdida. Solo quiero que esto acabe. Todo esto.
Vivo perdida en medio de un desierto del que no puedo escapar.
Mis días son infelices e iguales. No hay día en que me arrepienta de mi pasado, del que me culpabilice. Si todo pudiera cambiar, si tuviera una máquina para retroceder al pasado lo haría sin duda. Ese día se repite en mi mente una y otra vez. Aún me acuerdo de sus palabras...

Tú has hecho esto. Todo esto es tu culpa. Si no fuera por ti nada de esto habría pasado. Seguiríamos siendo una familia feliz. Pero por tu culpa no lo somos. Nadie te quiere. Nadie quiere estar contigo. Acéptalo.

Noto como una lágrima cae lentamente por mi mejilla dejándome un amargo sabor de boca. Dejándome con esos recuerdos que me atormentan cada día. Soy presa de mi pasado.

Pero hoy no me voy a atar a ellos, hoy no. Porque hoy empiezo el bachillerato de artes que tanto llevo esperando. Nada me hace más feliz que eso. Las artes son mis acompañantes en mis noches más solitarias. Hoy siento que va a ser un buen día. Esto es muy raro en mi, más bien siempre soy la chica pesimista. Pero hoy no. Hoy va a ser un día diferente. Lo presiento.

Con estos pensamientos positivos me meto en la ducha. Abro el grifo a tope de caliente. Al segundo bajo el agua siento mis músculos relajarse. Al final empiezo a darme prisa o no llegaré a tiempo.

Me visto con un vestido blanco vaporoso y mis converse blancas a juego. Incluso hoy me he arreglado y he dejado de lado el negro habitual del que me visto normalmente.

Salgo a la calle y espero hasta coger el autobús que me llevará hasta unos pasos del bachillerato.

Siento unos nervios dentro de mí que nunca había sentido. Miro por la ventana y veo a la gente con sus vidas, sus historias, su pasado, sus problemas. Siempre he querido meterme en la cabeza de otras personas y experimentar lo que viven en cada momento. Sus sentimientos, sus vidas... Una voz chillona me saca de mis reflexiones devolviéndome a la realidad, a la cruda realidad. Yo. Sola. Aquí. Con un pasado irreversible. Incambiable.
Levanto la vista y me encuentro con una chica de pelo rosa. Nunca he visto algo tan pasteloso.
- Hola, ¿me puedo sentar aquí? - dice mientras señala el sitio vacío a mi lado.
Decido no responder y volver a colocar mis cascos con música. Suena "Best day of my life" de American Authors. Sé que es una canción muy positiva, por eso tengo que aprovechar mi positivismo y exprimirlo al máximo. Pero creo que no será posible porque esta chica parece que no va a dejarme en paz.
El silencio lo debió tomar como un sí, porque se sentó al mi lado. Y sin mediar palabra me arrebató un casco y se lo colocó ella.
En esos momentos estaba alucinando aún. Nunca he conocido a alguien tan espontáneo y un poco caradura...
Cuando la canción acaba, suelta mi casco y una sonrisa se forma en su cara.
- Me gusta esa canción, es muy alegre - esto cada vez me está gustando menos. Esta chica tendría a partir de ahora el apodo "chicachicle" porque es igual de empalagosa que estos - Por cierto me llamo Rose Butterman - Rose Butterman Chicle, añadió mi subconsciente.
Decidí quedarme en silencio, no merecía la pena gastar saliva.
- ¿Cómo te llamas? - ella no se daría por vencida hasta que hablara. Y hoy no quería luchar, hoy no.
- Valeria - dije cortante.
- Encantada Valeria, nos veremos. Creo que vamos al mismo sitio.
Lo que faltaba. Espero que no venga todos los días en autobús o que decida molestar a otra.
En silencio llegamos a la parada. Me bajo y caminó hasta la entrada. Decido esperar leyendo sentada en una acera, ya que quedan unos cuantos minutos para las clases. Decido sumergirme en las páginas de aquel libro. Aquel que me trae tantos recuerdos. Dolorosos y alegres. Me concentro en la historia. Me la habré leído mil veces y nunca me cansaré. Estoy completamente concentrada en esta hasta que veo a un chico señalarme. Disimuladamente lo miro.
Creo que se llama Tim, Tom, Tam... O algo así. Está con dos chicos más. Uno rubio llamado Ryen, Rayn... Rayan, eso es. Junto a uno moreno. Ese se llama Alex Jameson. Lo sé de sobra. Se todo de él aunque crea que ni siquiera existo. Es un imbécil en toda regla. Cuando era pequeña lo admiraba, hasta que descubrí como era de verdad. Antes de venir aquí, investigue y descubrí las bromas que hacían ellos y sus amigos. También leí acerca de miles de chicas amargadas, rotas y destrozadas por las bromas de aquellos tres chicos. Sus bromas eran míticas en toda la ciudad.
Cuando levanto la vista y veo a Alex acercándose a mi, sé que voy a ser otra víctima como aquellas chicas inocentes.

Lo que no sabe Alex es que yo era esa chica. Esa con la que hablaba todas las noches. Esa a la que le mintió y esa a la que dejó tirada como una colilla. Aún me acuerdo de ese día y sus palabras. Sus hirientes palabras. Desde ese día no he sido la misma.

Lo que Valeria no sabe es que ese día pasaron más cosas de las que ella podrá imaginar, y que dentro de poco la verdad golpeará su cabeza.

****
Aquí un nuevo capítulo. (No, ¿en serio?)
Sé que hoy no tocaba capítulo, pero me apetecía subirlo.

Arriba tenéis una foto de Valeria.

Estoy empezando a poner canciones por cada capítulo. Que tengan que ver (la mayoría) o que no. Estarán arriba; junto a una imagen de un personaje. Arrastras a la derecha y tienes el vídeo. Lo he puesto por si queréis leer con música ambientada en el capítulo. Es opcional claro. Hoy he utilizado "Best day of my life" de American Authors.

>>¿Qué creéis que le pasó a Valeria en su pasado?
>> ¿Alex se acordará de ella? ¿Qué pasó aquel día?
>> ¿Qué le dijo Alex a Valeria que le hizo sufrir tanto?

Si queréis saberlo solo tenéis que seguir leyendo...

Una última pregunta: ¿qué os parece Rosie Chicle?

Aquí tenéis una foto suya

Muchos besos de chic... Quiero decir de caramelo. Jaja, hasta el próximo capítulo pastelitos (os gusta el mote eh...)

Valeria os manda besitos también.