3. Misma mierda

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POV Alex (Visión personal)

Unas horas antes...

Primer día. Nuevas emociones. Nuevas sensaciones. Misma vida. Misma rutina. Misma mierda.

Me levanto con malagana de mi preciada cama, guiado como un autómata hacia el baño donde me arreglo. Y más tarde en la habitación me visto. Rutina. Volvemos a lo mismo una y otra vez. No puedo entender como a alguna gente le da estabilidad o seguridad la rutina. Yo no quiero una vida monótona. Con mi pasado estoy seguro que es muchas cosas, pero monótona no.

Bajo por las escaleras de esa gran casa encontrándome con Blanca bebiendo un café sentada en el gran sofá amarillo. Me mira con una sonrisa juguetona mientra pasa el dedo indice por sus labios mientras me guiña un ojo.

Estuve una semana saliendo con Blanca, pero la cosa no duró. Ella es y era muy superficial. Siempre me quiso para poder tener una nueva etiqueta; <<ocupada>>

La verdad es que yo la usé un poco también para integrarme cuando me mudé con mi tía Violeta. Junto a sus dos hijas y su marido Greent. Salir con Blanca me sirvió como empujón hacia la popularidad. Esta misma que tengo ahora. Creo que ninguno nos usamos ya que los dos queríamos lo mismo y sabíamos perfectamente las intenciones del otro. Mutuo acuerdo. Mutuo engaño.

Avancé hasta la cocina encontrándome en ella a Rosie. La segunda hija de mi tía Violeta. Esta en especial era la más peculiar. Desde que la conocí tenia el pelo rosa. Casi que me planteé si nació con el pelo rosa. Con Rosie no hablaba; solía hacerlo antes de entrar en el equipo de fútbol y juntarme con la gente de moda. Todo el mundo veía a Rosie como una rarita, por lo tanto yo no tenía contacto con ella. Aunque vivamos en el mismo techo.

Esta familia es un poco peculiar. Empezando porque tienen algún problema con los nombres y los colores. Sus dos hijas; Blanca y Rosa (aunque ella obligue a llamarle Rosie) tienen nombres de colores. Incluso ella; Violeta. Hasta su nuevo marido Greent. Sigo creyendo que lo eligió por tener nombre de color también. Su casa no era menos. Los colores eran los dueños de la vivienda. No había ni un rincón sin color que cegase tus ojos. Blanca siempre fue la más apartada de la familia. Fue una niña no deseada. Fue y sigue siéndolo. Hasta su nombre lo dice; Blanca. No conjunta con todos los colores de la familia. Por eso creo que también conecté con ella de alguna manera. Por el dolor.

Yo nunca he encajado en esa familia. Porque la oscuridad y el llamarme Alex no lo llevaban bien. Incluso habían acordado llamarme Azulito para sentirse más cómodos. Raro. Esa es la palabras. Yo no encajaba en esa familia. Y nunca lo haría. Ni esa familia ni ninguna me aceptaría con un pasado como el mio. Uno que me impide dormir todas las noches. Recordando sus palabras.

¿No has tenido bastante niñato? ¿Quieres ver de lo que es capaz de hacer este puño? Corre como un llorica a los brazos de mamá. Eres un cobarde, eso eres. Atrévete contra mi. Tu madre lo ha hecho y mira como ha acabado. ¿Quieres acabar tu así? Ahora te voy a enseñar lo que vales. Una mierda.

Esa escena se repite en mi mente como un disco rayado. ¿Cómo olvidarme? Mi pasado siempre persiguiéndome y amenazando con ser descubierto y destrozar mi "perfecta" vida.

Después de esta reflexión mirando mi bol de cereales, me cuelgo la mochila y salgo directo de casa. Nada más cruzo el porche, oigo el claxon del coche de Tommy. Junto a él, está Rayan. Los conocí cuando comencé en el equipo de fútbol. Empecé a juntarme con ellos y así nacieron los reyes. Somos famosos por nuestras bromas y humillaciones. Todos los años cumplíamos un total de 365 bromas. Una por día. Incluidos festivos y fines de semana. Somos legendarios y temidos. Y es que nuestras bromas hacen estragos.

Me subo en el coche y rápidamente llegamos a las puertas del bachillerato. Minutos antes, como siempre. Así podemos capturar a la víctima perfecta. A esa que no podrá escapar. Las bromas del primer día son las mejores y las más humillantes. Y este año más, ya que es nuestro último.

Bajamos del coche y esperamos en la puerta del bachillerato. Mucha gente pasa; todas ellas diferentes. Hasta que Tommy la ve y habla. Y cuando habla, se perfectamente lo que pasa por su cabeza.

Víctima nueva. Y en este caso tendré yo los honores.

La chica parece notar mi mirada, puesto a que eleva la suya hasta conectarse con la mía. Un escalofrió recorre mi piel. Su cara me suena mucho, pero no sabría de qué. Al segundo que nuestras miradas se conectan, ella vuelve a su libro. Solitaria y misteriosa. Y en unos minutos rota.

Humillada.

Lo que Alex no sabe es que esa chica es la misma que robó miles de sueños suyos en las noches vacías.

****

Aquí nuevo capítulo. Hoy es un día muy especial para mi. Debido a que... ¡Mañana es mi cumpleaños! Sí, mañana 28-03.

¿Alguien de aquí cumple el 28-03?

>> ¿Qué os ha parecido la POV de Alex? ¿Queréis más puntos de vista de él?

>> ¿Qué os parece la familia colorines?

>> ¿Qué misterio tienen entre manos Alex y Valeria?

>> ¿Qué le pasó a Alex en un pasado?

Canción: Coldplay - Gravity

Si os preguntáis por la foto de arriba, ese es Alex. En el trailer lo imaginaba cómo otro actor. Pero creo que este le va mejor. Muchos besos. Gracias por leer.

Cerrando los ojos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora