Cerrando los ojos ©

18. Baila bajo la lluvia

POV ALEX

—Está lloviendo. —anuncia Valeria haciendo una mueca de disgusto. —nunca me ha gustado la lluvia.
—A mí me encanta, me hace sentir libre. —hago una pausa y recuerdo todas las noches que llovía y mi padre no estaba en casa, salía a fuera con alguna excusa y simplemente bailaba y dejaba que mi ropa se mojara y mis problemas se fueran como el agua que caía. Quiero volver a sentirme así —Vamos. —digo sonriente mientras agarro la mano de Valeria y la conduzco hasta la puerta.
—No, Alex...prefiero que pase a la tormenta. —dice retrocediendo unos pasos atrás.
—Sí nunca lo enfrentas nunca tendrás la satisfacción de haberlo logrado. Merece la pena arriesgarse. No dejes que la tormenta te impida bailar bajo la lluvia. —digo mirándola directamente a los ojos.

La vida me ha enseñado eso, a no esperar. Si quieres algo tienes que ir por ello, aunque haya consecuencias, aunque falles. No me te des por vencido, los problemas que hoy te tengas que enfrentar, mañana parecerán simples granos de arena. Y si no lo parecen, haremos que parezcan.

Aunque la vida no fue mi mejor aliada, la amo. Porque me da la posibilidad de vivir, de experimentar.

Aunque me arrebató a lo que más quería en el mundo.

Flashback

2 meses después de la paliza Alex...

Un gran dolor y pinchazo penetra mi cabeza, haciendo que me maree levemente. Intento abrir los ojos, pero siento como si tuviera un peso que me impidiera.

Hago una fuerza descomunal, pero no puedo.

¿Qué me está pasando?

Lo intento con más fuerzas, hasta que lo consigo.

Entonces empiezo a respirar mejor, pero veo todo borroso.

Ojos mirándome, pestañeo unas cuantas veces para fijar la vista y ver con claridad.

Mientras tanto; oigo voces y chillidos que me dan más dolor de cabeza aún.

—¡Ha despertado! ¡Llama a una enfermera!
—Dios mío, Alex.

¿Qué pasa? ¿Por qué se comportan tan rato?

¿Quiénes son esas?

Puedo visualizar a una señora de mediana edad junto a dos chicas de mi misma edad parece. A su lado hay un hombre que parece algo más mayor.

¿Qué hace toda esta gente aquí?

¿Qué hago YO aquí?

Miles de teorías aparecen en mi mente, pero ninguna es la verdadera.

Busco mi voz, intentando hablar claramente.

—¿Qué me ha pasado? —pregunto extrañado.
—Alex... Te intentaste... Suicidar. —habla la mujer.

Me quedo en blanco, empiezo a recordar pequeñas escenas de ese día.

Ahora lo recuerdo todo.

Recuerdo cada uno de esos golpes que me dio mi padre.