Mr.Bowman

8. Hombre misterioso

Al terminar de almorzar con mis amigas volví al trabajo tenía varios pendientes y si quiero vacaciones necesitaba arreglar todo.
Entre a mi oficina y marque a todos los números que tenía en espera, mande correos, presupuestos, sin duda era uno de los días mas agotadores, pasaron las horas hasta que tocaron a mi puerta.

-Samantha, Miranda Bowman esta aquí ¿La puedes atender? - Dice Emily.

-Claro, que pasé por favor.- le digo y en eso entra Miranda.

-¡Samantha que feliz estoy de verte! -me da un beso en la mejilla y un abrazó.

-¡Vaya alguien anda muy feliz! ¿A que se debe? Platicame. -le digo

-Quiero presentarte a mi hermano, es muy guapo se que se llevaran bien, ¿recuerdas que te mencione que era muy serio?

-Oh no, no, no Miranda no, no tengo tiempo para relaciones amorosas, termino exhausta de tanto trabajo, te lo agradezco hermosa pero no, aparte, tu hermano debe de tener alguna novia, ¿ya lo platicaste con él? -le digo

-No tiene novia, tuvo una, pero le hizo mucho daño Samantha - Se nota la tristeza de Miranda en su cara- Mi hermano estaba muy enamorado, ella era unos cuantos años más grande que él, pasaron muchas cosas, desde entonces a el no se le conoce una sola novia, se mete en su trabajo día y noche, ya no es el chico feliz, que sonreía, extraño lo que él era -Termina de decir con una tristeza que termino abrazándola.

-Lo siento mucho, veo que a ti también te dolió pequeña, pero ni tu, ni yo, vamos a borrar ese daño, va a llegar un momento en el que el conocerá a una mujer que lo vuelva a la vida, que lo haga feliz, tienes que esperar Miranda -Le sonrió.

-A mi me gustaría que fueras tu esa mujer, el se merece a alguien como tú, con ese corazón tan noble. -me abraza más fuerte - no te quiero quitar más tiempo, se que tienes cosas que hacer -se levanta, me da un beso en la mejilla -Si lo conoces te enamoraras de el, te lo aseguro -me guiña el ojo -Chao bella -se va.

¡Esta loca! ¿Cómo se le ocurrió querer presentarme a su hermano? no quiero tener una relación, siempre terminan mal, siempre hay mentiras, celos, engaños, y siempre, siempre, siempre están las inoportunas que le tiran con el calzón en la cara... ¡QUE VIVA LA SOLTERIA! prometo amarla y respetarla el resto de mi vida.
En eso estoy cuando veo las flores ¿Quien serás? ¿Quien serás? Es en lo único que pienso, a de ser una broma, ¡Si! Eso es ¡una broma!

-Eso es vamos a jugar sucio ¡malditos bromistas! -Me digo a mi misma - Emily -Grito.

-¿Que pasa? ¿Que tienes? -me dice asustada.

-Quiero que marques a esta floreria y que el encargado de traerme estas flores tiene que venir, deben de tener una hoja de seguimiento yo que se, lo necesito aquí, por favor. -le digo.

- Tú quieres hacer... ¿Que? Estas loca, deja eso por la paz Saman...

-¡Marcalo! Me urge -le digo.

- Ya, ya, esta bien aguarda un momento -sale de mi oficina y marca al numero que le indique, no se que le dirían pero en menos de 5 minutos vuelve. - Ya esta, en 20 minutos esta el chico aquí puedes estar tranquila?

-Si, necesito saber quien fue, me estoy muriendo, estoy segura de que esto es una broma ¿Fueron ustedes? Malditas ¿Fueron ustedes? Dime.

- ¡Oye claro que no! No pienso gastar mi dinero mandandote flores, estas loca.

-Necesito sacarle esa información, me la tiene que dar -le digo.

-¿Tú quien crees que sea? Yo también quiero saber quien es ese hombre tan misterioso -Aplaude emocionada.

- Me tienes que ayudar a interrogarlo, tiene que decirnos todo -Le digo.

Y así transcurrió el tiempo, pensando en que preguntas le haríamos a este joven hasta que tocaron la puerta, Emily rápido abrió.

-Samantha, es el joven de las flores -Anunció.

- Que pasé por favor -le digo.

Y por la puerta entra un joven de estatura media, blanco con unos ojos grandes marrones y pelo castaño aproximadamente unos 21 años.

-Buenas tardes señorita, me dijeron que me buscaba ¿le puedo ayudar en algo? - Dice el joven.

- Toma asiento, ¿Como te llamas? -le preguntó.

-Gracias, David, me llamo David.

-Bien David, Te haré unas preguntas importantes, responde con sinceridad por favor. -le suplico

-Claro, diga. -responde.

-¿Quien fue el hombre que me mando estas flores? O mujer -le preguntó.

-Oh no, no eso no le puedo decir, tenemos un contrato y si el cliente pidió anonimato, yo no puedo romper esa regla, lo siento. -Dice sonriendo.

-¿Sabes quién fue? -preguntó.

-Claro que se, yo hice el contrato. -responde.

-¿Cuanto quieres? Dímelo precio, dinero, te lo doy, dime quien fue. -le exijo.

-jajaja señorita, usted no podrá pagarme lo que él me pago, claro aparte perdería mi trabajo, ¿No le gustaron las flores? Es un arreglo muy hermoso, el más costoso. -me dice

- Bien, como TÚ no me dirás quien fue este hombre, quiero que te lleves este arreglo, y como supongo que al hacer "El contrato" te dio dirección, numero telefónico yo que sé, se lo iras a dejar con esta nota -le escribo en la nota "Espero y cada una de estas flores te quepan por tu pequeño regalito" -Se la doy al joven.

-Vaya, al menos hay una que se atreve a hablarle así -alza una de sus cejas.

-Entregárselo, Ah, y por favor te pago si me dices el gesto de la cara de este imbécil al leer mi nota, eso es todo puedes llevarte el ramo, gracias!

El chico sale a toda prisa con el arreglo, ¿Así que no era broma? Es un hombre, ¿Tan importante es que los empleados pueden perder su trabajo? A lo mejor el dueño de la floreria esta enamorado de mi ¿Quien sera?