20. Me atrae,me gusta.

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La mire de pies a cabeza, se miraba hermosa, sencillamente hermosa...
No pensaba enamorarme de ella, ni tener algún tipo de relación, pero había algo en ella que me atraía, queria más ¿Que demonios me esta pasando?

Caminamos hasta mi coche, le abrí la puerta como todo un caballero, no podía dejar de mirar sus hermosas y torneadas piernas, queria tenerlas enredadas sobre mis caderas. Conducía en silenció, iba sin rumbo alguno, ella solo sonreía por momentos.

-¿A dónde quiere ir señorita Dávila? -Pregunté.

-Lo llevaré a un lugar hermoso, pero primero quiero que lleguemos a comprar algunas cosas para comer ¿que te parece? -Me sonrió, se notaba lo feliz que se sentía ¿conmigo?

-Si, lo que usted diga... -Seguí conduciendo, no me gustaba mostrar interés hacía ella, de echo no había cierto interés.

-¿Porqué me habla de usted? -preguntó.

-Por que la respeto. -le respondí.

-¿Como? ¿Yo no lo estoy respetando solo por que estoy tuteándolo?

-Si. -No volteaba a mirarla, pero por dentro sonreía.

-¿Si qué? -Volteó los ojos, me gustaba verla enfadada, sabia que no faltaba mucho para algún conflicto.

-Me respetas.. Llegamos ¿que quieres que compre?

Ella no respondió, bajo del auto y entro a ese pequeño súper, tomo infinidades de cosas para comer, discutimos por quien pagaría, claro gané y se enojó, tomo varias cosas y las devolvió, mientras yo las recogía de nuevo ¡Mujeres! Volví a conducir en silencio, Samantha iba sería y enojada creó, no podía evitar el sonreír, lo único que hablaba era para darme señales por donde dirigirme.

-Da vuelta aquí y sigue derecho, ya llegaremos. -Me dijo.

Me dirigí hacía donde ella decía ¿Arena? ¿Estamos en una playa? La miré mientras ella tenía una amplía sonrisa ¡Vaya! Pensé que jamás la vería sonreír de esa manera, conmigo ella era otra persona, evitaba mostrarme su Samantha real, esta Samantha, está alegré, Sonreí, no pude evitarlo.

-Llegamos, te abriré la puerta -Le dije mientras desabrochaba mi cinturón de seguridad, baje del coche y le abrí la puerta.

- ¡Es hermoso! -Comenzó a dar brincos y a correr. - ¡Ven!

La seguí, ella se miraba feliz ¿por qué? ¿Por qué le fascinaba este lugar? La podía observar correr, dar vueltas y brincar al mismo tiempo, su sonrisa era pura felicidad, era hermosa...
Me pare enseguida de ella, observaba las estrellas, estaba muy concentrada en ello, sonrió y me miró.

-Eres mi jefe y no es bueno que tú y yo salgamos ¿sabes? -Me dijo mientras miraba fijamente mis ojos.

-Lo sé, pero no veo el lado malo -le respondí con una sonrisa.

-Tú quieres llevarme a la cama, soy un capricho tuyo ¿crees que no lo sé? -Sonrió.

En ese momento quedé paralizado ¿Como sabía? ¿¡Como!?, no podía responderle, era verdad, yo solo pensaba en llevarla a la cama, y hacer como si nada hubiera pasado, como siempre.

-Estas mal ¿por qué piensas eso? -le respondí con una gran mentira, pero necesitaba tenerla, tenía que ser mía.

-¿por que? -Sonrió con ironía -Conozco a los hombres como tú, solo esperó que tu juego no salga mal y te termines enamorando de mi Max.

-No te preocupes, no lo haré

Esa fue mi respuesta, solo la miré sonreír, está mujer en verdad era astuta, no tenía pelos en la lengua para decir las cosas, era un problema andante. No podía seguir con esto, no pensaba en ningún compromiso, podía seguir teniendo a la mujer que quisiera, pero no a ella ¿Entonces que hago aquí? ¿Que hago sonriendo cada vez que la miró molesta? ¿Por que me aferró más, si solo la quiero en mi cama? Esto no es un capricho y odio admitirlo...

Me atrae, me gusta.

Mr.Bowman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora