Samantha Dávila es una joven trabajadora que no piensa en relaciones amorosas ni citas para ella es una perdida de tiempo, solo se dedica a su trabajo como Organizadora de Eventos, pero entonces conoce a el joven más millonario y codiciado, que solo...
Estar en este lugar con Max es realmente hermoso, nos ayudó en nuestra reconciliación, no se si de pareja o de amigos, no lo sé, por que no se que somos en verdad. Hoy estoy aquí acostada a su lado viéndolo dormir, escuchando los latidos de su corazón.
Por que yo?
Esa es mi pregunta diaria desde que estoy con Maximiliano Bowman, no soy la mujer que todo mundo esperaría para un magnate hombre de negocios, el joven multimillonario más codiciado... con una empleada.
Lo miro una vez más.
Lo hicieron con bastante amor.
Trato de safarme de su agarre, pero es imposible. Hasta dormido hace lo que quiere. Lo miro desconcertada, una persona dormida no puede tener toda esa fuerza.
Esta despierto!
Una de mis manos se guía hacia su miembro y lo aprieto y el brinca de la cama en un abrir y cerrar de ojos.
-Oh por dios! Me encanta esto de que amanezca juguetona señorita Altamirano.
-A sí?
-Si.
Me posicionó encima de él y comienzo a moverme, atrapó sus labios y los beso. Siento un bulto de bajo de mí y se perfectamente a que se debe. Me bajo de la cama y me voy a la cocina.
-Ven aquí!- Escucho el grito de Max.
Después de desayunar y darnos una ducha Max insistió en que fuéramos a nadar, en realidad el se dedicó a enseñarme ya que soy un asco. Llegamos a casa y me pidió alistarme guapa, ya que hoy saldríamos y tenia una sorpresa preparada.
A las 6:00 PM me comenze a arreglar, me puse un vestido negro con unas zapatillas altas de juego, estaba realmente ansiosa por saber que era su sorpresa.
El reloj marcaba las 8:00 PM y Max estaba desesperado por que nos fuéramos, todo esté tiempo lo note nervioso, pero aunque quise sacarle la sopa no pude. es astuto.
-Estas hermosa cielo. -Dijo mientras me analizaba de pies a cabeza. -Vamos, quiero regresar lo más pronto posible para arrancar ese vestido de tu cuerpo.
-Pervertido.
Al salir de la cabaña me tapó los ojos con un pequeño trapo, me pregunto que si veía algo, pero es lógico que no. Estúpido.
-Estas lista cielo?
-Desde hace horas, quita este maldito trapo de mis oj.. pe-pe...
-Te gusta?
-Como ?Es... esto... por Dios!!
No podía ver algo más perfecto, Max había estado pendiente de esta hermosa sorpresa. No pude evitar las lágrimas y lloré, estaba tan feliz, tan feliz de tener a este hombre en mi vida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos sentamos y al minuto llegó un joven de algunos veinte años dejando un delicioso platillo y una copa de vino.
-Max, gracias.. esto es hermoso y en verdad no sé cómo agradecerte todo esto, es algo nuevo para mí y no se como demostrar mi felicidades, no se si aventarme en tus brazos o salir corriendo, per..
-No tienes que agradecer nada, quería darte esta sorpresa por que la mereces y mereces mil cosas más pero quise que este momento fuera especial.
-Especial?
-Estoy enamorado de ti y.. quieres ser mi novia?
Sentí caer las pequeñas gotas de la felicidad -Mi maquillaje quedaría acabado- pero estaba feliz, muy feliz.
-Siiiiii, si, si, si. Mierda! Sí!!
Max me toma en brazos y da vueltas, no dudo en besarlo este hombre me hace feliz, soy feliz.
-Gracias cielo, gracias ! -Vuelve a besarme.
-Gracias a ti, gracias por ser como eres.
Vuelvo a sus labios, besándolo con más deseo a lo que no tardó en ser correspondida. Terminamos de cenar y nos vamos a caminar por el pequeño lago. Este lugar en verdad que es hermoso.
-Como hiciste para hacer todo eso? En este lugar no hay gente -Recorde.
-Miranda se encargó de todo, era con ella con quién hablaba.
-Y el joven ?
- Ya se fue, la comida venía lista, el solo serviría y se retiraría. -Sonríe - Pero eso que importa ?
-Era sólo pregunta.
-Bien. Me hiciste muy feliz, sabes?
-Tu a mi también me hiciste feliz, nunca imaginé, ya sabes...
Volteo a verme y su mirada se quedó fija en mi durante unos segundos, -se arrepentiría? - pensé. Me tomo de la cintura y me atrajo hacia él, me beso con deseo devorando mi boca. Lo dejé. Esto en verdad me encantaba, me encanta él. Me recostó en el césped y subió mi vestido comenzando a besar mi zona íntima, lamiendo y besándola.
-Oh Dios ma, Max!!
-Seras mía aquí mismo.
Saco su miembro erecto de su pantalón y lo comenze a darle masaje. Lo tome y acerqué mi cabeza.
-Sam, Oh no, si no quieres.. Ah! Mierda!
Chupe su miembro hasta cansarme mientras Max gemía, se siente tan placentero escucharlo gemir por el placer que siente al estar conmigo. Logró ponerse boca arriba y me penetró, duro y fuerte.