Mi reloj marcaban las 5:05 A.M. y la cama aun me era incómoda o bien, esa era mi excusa ya que no había podido dormir ni una sola hora.
Mi mente daba vueltas al igual que yo en la cama ¿por que habrá reaccionado así? ¿Por que huir? y aún que me doliera aceptarlo sabía el por qué, y lo supe desde un principió sabía que al llevarme a la cama se terminaría todo, y sí, así fue como término.
Di vueltas en la cama una y otra vez, tape mi cara con una de las almohadas y nada.
Estúpido Max.
Decidida a no querer seguir pensando en él me dispuse a levantar mi trasero de la cama y poner los pies sobre la gran alfombra color blanco, me dirigí hacia el armario y tome mi atuendo de hoy, ropa interior. Me adentre al baño y deje que la lluvia de agua helada me despejará de mis malos ratos, mi cuerpo dolía, pero en estos momentos no importaba, todo pasaría.
Todo pasará.
Eso me repetía una y otra vez, así como me repetía "No te vuelvas a encariñar, te ahorras malos ratos" y sí, eso es lo que haría, no pensaba volver hablar con Max al menos que fuera laboral, no tuvo justificación alguna, no me llamó, ni mando algún mensaje de texto después de marcharse y dejarme aquí.
Salí de la ducha y seque mi cabello y lo deje suelto, me puse un poco de maquillaje; mi atuendo era sencillo, una falta a rayas corta y una blusa negra con un estampado, unas zapatillas altas negras, lave mis dientes y use un poco de perfume, tome los lentes y un bolso y salí de el departamento.Maneja sin rumbo alguno escuchando música de la radio. Paré en un Starbucks y pedí mi café con un panque de chocolate, me senté en una mesa de al fondo mientras leía para entretenerme y sentí que alguien tocó mi hombro, al instante volteé.
- Samantha?
- Edwar ?
No pude evitar mirarlo de pies a cabeza, Edwar se había convertido en todo un hombre. Paso de usar converse, pantalones rotos y flojos, playeras descoloridas a un hombre con traje, zapatos de vestir, corbatas, un buen peinado y muy atractivo.
- Vaya mujer, no has cambiado nada-toma mi mano y le da un pequeño beso - ¿puedo sentarme contigo? -Toma la silla.
-Si, claro -toma asiento frente a mi - ¿como has estado?
-Bien, me va muy bien - toma un sorbo de su café - ¿y a ti?
-Bien, no puedo quejarme para ser sincera - lo observé bien - Por Dios no puedo creer que seas tú, tanto tiempo, desde que te marchaste... No lo puedo creer - rió por lo bajito - nunca me volviste a hablar -lo señaló con mi índice como en los viejos tiempos.
-Suelta una carcajada- En verdad que quise buscarte, pero estudiaba y trabajaba, después tome dos trabajos y fue un poco más difícil juntando la escuela, de echo... te eh estado siguiendo desde hoy en la mañana - Sonríe y yo abro la boca - Estuve buscando tu domicilio, busque a tu madre en México y dijo que vivías acá, me pasó tu dirección, veo que es buena guardando secretos - Arquea una de sus cejas y vuelve a sonreír.
- Vaya que si -Respondo asintiendo - y a que te dedicas ? Has cambiado bastante en... todo. -Me encojo de hombros.
-Mi padre falleció el año pasado y me dejó su empresa, creo que con eso quiso remediar los años que no estuvo a mi lado -Se encoje de hombros.
- Lo siento mucho -le dedico una sonrisa - Y que te trae por acá?
-No retiraré lo dicho, no has cambiado -Vuelve a reírse - Mi madre está viviendo acá, y vengo a visitarla y por negocios, pero bueno, ya hablamos mucho tu de mí; que hay de ti ?

ESTÁS LEYENDO
Mr.Bowman
RomanceSamantha Dávila es una joven trabajadora que no piensa en relaciones amorosas ni citas para ella es una perdida de tiempo, solo se dedica a su trabajo como Organizadora de Eventos, pero entonces conoce a el joven más millonario y codiciado, que solo...