Mr.Bowman

11. "No dejó de pensar en ella"

NARRA MR. BOWMAN

Ha pasado una semana y no eh sabido nada de Samantha, esa mujer que me a movido el mundo, ese mundo tan controlado que solía tener, pero no puedo dejar de pensar en esos labios que muero por besar, en su piel, su cuerpo que tanto deseo tener, sus ojos, esos que reflejan ternura, sinceridad, valentía ¡por dios! ¡Carajo! Esta mujer terminara volviendome loco, su carácter tan dominante, el rechazarme me esta torturando, tengo que encontrar una manera de verla, la tengo que ver, haga lo que tenga que hacer.

Llamada telefónica

-Marco ¿que tal todo por chicago? -le preguntó.

-Todo va muy bien, ¿y tú? ¿Te pegó el amor? -Se escucha reír por el otro lado de la línea.

-Escucha bien cabrón, yo no me enamoró -le respondo. -En una hora y cuarto nos vemos en Chicago, necesito tratar algunas cuantas cosas contigo.

-Vaya, yo no tengo la culpa de lo que te haga aquella mujer amigo -ríe sarcástico.

-En una hora y cuarto -Cuelgo.

Me doy una ducha, trato de relajarme ya que estos días eh estado muy estresado. Me relajó, me tomo mi tiempo en la ducha. Al salir me recuesto un poco, busco un traje, una camisa, me arreglo en cabello, me pongo reloj, perfume, tomo mis lentes y bajo.

-¡Nana! -la abrazo fuerte, Nana Rox es como mi madre, desde niño ella me cuida, cuando decidí separarme de mi familia y comenzar mi vida solo, ella fue mi única preocupación, y la traje conmigo.

-Mi niño, ¿Como amaneció? - Me da un pequeño peso en la frente.

-Se podría decir que bien nana, ya sabes..

-La joven lo trae loco no ? -Sonríe - no seas tan duro mi niño, yo se que tienes miedo por el pasado, pero tienes que dejar las cosas malas.

-Nana es que ella es tan... Ah, me va a volver loco, tiene un carácter del demonio, pero tiene algo, algo que me atrae. -Miro a mi nana fijamente, es mi confidente.

-Entonces busca, busca que es eso, ahora desayuna anda, llegaras tarde a tu trabajo.

Termino de desayunar y me lavo los dientes, me despido de mi nana y me dirijo hasta Chicago, no sé que haré para volver a ver a samantha, pero esa mujer quiere guerra y siento que guerra le tengo que dar. ¡Le daré guerra! Llego a Chicago y subo directo a mi oficina.

-Señor, ¿le puedo ayudar en algo? -Me dice Scott mi guardia de seguridad.

-Si Scott, avisarle a marco que ya estoy aquí, que vaya moviendo su trasero.

- jajaja vaya trasero que tiene -Sonríe y se retira.

Prendo mi lap top y comienzo a investigar un poco sobre Samantha, tengo un poco de sus datos familiares, pero de ella no logró encontrar aun más, solo se que es de familia mexicana ¡Caracter Mexicano!

-¿Que quieres Bowman? Estaba ligando con una...

-Quiero que investigues quien es el dueño de "E.N.V." y cuanto quiere por ella -le digo.

-¿Estas loco? ¿Otra empresa? Compraste una floreria hace menos del mes -Dice sorprendido.

-No me puedo quejar, de haber sabido que las florerias daban tanto, hubiéramos hecho unas cuantas -Me río.

-Por cierto, fue una joven a preguntar quien era el dueño, quiso obtener información, mas no fue la señorita Dávila, vi los vídeos de las cámaras de esos días y no era ella ¿tienes otra conquista? -me pregunta burlón.

-Tengo a muchas... Pero ninguna a la que haya recibido algún ramo de rosas de mi parte -Le respondo.

-Bien, entonces ella ah de haber mandado a alguien, ya vez que también soborno al pobre joven, esa mujer me esta gustando, te hará la vida imposible amigo -Ríe y mientras que yo me quedo con las ganas de romperle cada uno de sus dientes.

-Me la esta haciendo imposible, tiene un carácter que dios santo, pero es como todas, se hacen las difíciles, no tanto como ella, pero al final caen -le tomo un trago a mi copa.

-Amigo, tu sabes que no es así, compraste una floreria solo porque querías que cada empleado estuviera a la disposición cuando tu quisieras mandarle flores, la contrataste para que fuera ella quien organizara el evento de aniversario de Chicago, no se aun como mierda conseguiste su información, pero diste con ella, cada noche te la pasas aquí sentado observando las cámaras de seguridad solo para ver si ella esta aquí y ahora comprar la empresa donde trabaja, apenas supiste su nombre porque Miranda te lo menciono y hay vas,  ella no es una de tantas, y lo sabes -me lo dice señalándome con el dedo.

Eh pensado en lo que me dijo mi nana y Marco, esa mujer no es una de tantas, por nadie eh echo esto, estoy impuesto a que las mujeres estén sobre mi y ella, ella me ignora, y eso es lo que hace que la deseé, y no puedo enamorarme, es mejor que deje esto de una vez, ¡Jamás me enamoraré!