Samantha Dávila es una joven trabajadora que no piensa en relaciones amorosas ni citas para ella es una perdida de tiempo, solo se dedica a su trabajo como Organizadora de Eventos, pero entonces conoce a el joven más millonario y codiciado, que solo...
No dejó de pensar en esa chica, el cómo bailaba, sonará muy raro pero causo un daño tremendo en mi pene, sus movimientos, su cuerpo, toda ella tan perfecta, pero se veía chica de bien, no tengo tiempo para esas relaciones de flores y cartitas, siempre es algo de una noche y realmente no puedo cambiar eso, tengo otro estilo de vida que seguro a ella le aterrará.
-¿Que te pasa Bowman? -Me dice mi amigo Marco.
-Nada, estaba pensando en que ya será el aniversario del club -le digo
-Cierto, yo estuve pensando en ello -Dice y se sienta en una se las sillas frente a mi escritorio -Tenemos que hacer una gran fiesta.
-Aun tenemos tiempo suficiente -le digo - Bueno, me voy Marco, te dejo encargado, cualquier cosa llámame -Agarro mi saco, mi móvil y me despido.
Es la 1:00 A.M. de la madrugada, al salir del club estuve buscando a esa chica pero no la ví, la busque por las cámaras de seguridad, pero solo estaban sus amigas ¿A donde se iría? Siento ganas de entrar y preguntar como se llama, donde esta y buscarla, pero no, no puedo, así que le marco a mi hermana, siempre me distraigo con sus cosas de adolescente...
-No, tenía ganas de hablar contigo, estoy afuera del club en mi carro, pero te tengo una gran sorpresa, aunque no se si te guste.
- ¡Dimeee! ¿Que es? -Pregunta ansiosamente.
- ¿Me extrañas?
-Siiiiii mucho, ya di ¿cuando te vienes?
-Ya estoy aquí, llegue hoy por la tarde, solo que tenia que ir a ver mi departamento, poner las cosas en orden y tenía que venir al club, pero... Hoy pasaré por ti, para ir a desayunar, así que ya duerme Miranda, te quiero buenas noches -le cuelgo.
Extraño ver a mi familia, siempre estoy viajando por los negocios, y cuando yo vengo ellos no están, así que no los veo muy a menudo.
Llego a mi departamento y me des visto, me re cuestro ¿Como es posible que siga pensando en ella? ¡Maldición! Necesito sacármela de la cabeza, aparte, no volveré a saber de ella. Cierro los ojos tratando de dormir, más no puedo, me levanto y tomo un poco de vodka mientras miro la ciudad.
-¿Cómo mierda se llamará?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.