Sesenta y cuatro: El número de veces que me repetí lo estúpida que era.
-¿Alissa? -preguntaste.
Me quedé sin aliento. Sin palabras, ni pensamientos. Bueno, un pensamiento sí permaneció en mi mente. Lo dije en silencio sesenta y cuatro veces: «¡Que estúpida soy!»
-Sí -acepté-, ¿cómo lo sabes? Tú no conoces...
-¿Tu número? Bueno, Alissa, ¿a cuántas personas crees que lo doy mi información personal, al día? ¿Quién más habría podido ser, sino tú?
Debí decirte que sabía de más de una chica que hubiera querido tener tu número celular, y que también sabía que tú no eras tan reservado con esas cosas.
Pero me hiciste sentir especial, y eso para una chica -y también para los chicos- significa mucho.
-¿Así que...? -dejaste la frase a medias y yo volví a la Tierra al escuchar tu voz.
-¿Podrías guardarme un secreto?
Percibí un par de exahalaciones antes de que decidieras contestar.
-Está bien, hazlo, pero con una condición...
-¿Ajá...? -cuando pronuncié esta sílaba iba cargada de miedo por lo que podrías pedir.
-Invitame un café.
Eso no era romántico, no era caballeroso, no era nada de lo que gente podría esperar en los libros, ¿la chica pagándole a un chico las bebidas? Exactamente por eso accedí a hacerlo.
Así que en lugar pedir disculpas por la llamada a media noche y colgar para nunca más volver a tocar el tema, siendo lo más sensato que podría haber hecho, hice lo contrario, sin embargo, Mika, tú mejor que nadie deberías saber que lo racional y sensato no va conmigo. Hoy en día aún no lo es, quizá por eso escribo estás cartas. Sé que debería dejar de hacerlo. Pero no puedo y lo siento mucho, y sí, Mika, juro que llegaré a explicarte qué hago aquí diciéndote todas estas cosas que pasaron hace tantos años.
Debo añadir que de haber colgado la llamada la vida no me habría llevado por los caminos a los que lo harían. Y entonces no habría entendido lo que se siente ser amada realmente (y odiada también).
-Está bien.
Casi pude jurar que sonreíste cuando dije eso.
-Paso por ti en diez minutos.
-Pero es media noche...
-Que observadora, ¿está bien o no?
-Cuando llegues, me marcas.
-Hasta pronto... -canturreaste con emoción.
Maldito fuera el mundo, estaba siendo realmente feliz con tan pocas palabras... Tus palabras.
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99 cigarrillos, 1 beso © #Wattys2016
Short StoryPodría contar nuestra historia con 99 cigarrillos y 1 beso, pero nosotros siempre hemos sido más que sólo eso. #36 Historia corta 27/10/15 #20 Historia corta 04/11/15 #15 Historia corta 08/04/16 #10 Historia corta 12/05/16