99 cigarrillos, 1 beso © #Wattys2016

Treinta y cuatro [Maratón 3/8]

Treinta y cuatro: el número de lágrimas en mi rostro.

Es un asco vomitar. Antes lo fue y hoy lo sige siendo.

No pude evitar llorar como una niña indefensa mientras lo hacía, esto era humillación total.

Mi vida en la escuela sería un infierno completo, si había alguien peor que Jenna, era él, su hermano.

Y ahí estaba yo, vomitando y llorando en su costoso suelo de caoba oscura.

Por unos minutos él se fue y me dejó ahí sola, si no hubiera estado haciendo lo que hacía, habría tomado mis cosas y hubiera huido.

Pero bueno... eso fue exactamente lo que no hice.

Callum volvió, me lo dijeron sus pasos, cuando sentí que ya casi terminaba.

Se acercó a mí, sentía su respiración acelerada, había corrido, soltó un par de toallas limpias al suelo mientras tomaba mi cabellos para mantenerlo alejado de mí.

De una u otra forma, jamás esperé un acto así de él.

Mucho menos sus palabras:

―Tranquila, princesa. Vas a estar bien.