Treinta y cinco [Maratón 4/8]

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Treinta y cinco: las veces que creí que era un sueño.

Un sueño o una pesadilla.

El demonio mismo estaba susurrando a mi lado que todo estaría bien.

En este caso, yo era un ángel caído, parecía alguien inocente, pero bien sabía yo que sólo eran apariencias

El tormento terminó, Callum me acercó una toalla y me limpié con ella tan bien como pude.

Él me soltó el cabello mientras colocaba la otra toalla sobre el vómito.

Caminó a la puerta y le gritó a alguien, pronto una mujer con uniforme negro y blanco entró y comenzó a limpiar.

Por su puesto, casi olvidaba quienes eran los Destefano.

99 cigarrillos, 1 beso © #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora