Ochenta y cuatro

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Ochenta y cuatro: Las veces que mi corazón latió en un minuto.

Le cancelé a Call con un simple mensaje, le mentí y le dije que mi padre me había llamado y debía ir a verlo a casa pronto, así que siendo libre, fui a tu casa.

Cuando toqué el timbre no pasó ni un minuto para que abrieras la puerta, y para que mi corazón latiera ochenta y cuatro veces, más latidos de lo que cualquier persona tiene en el mismo tiempo. 

Estabas en tu silla, tu mirada había cambiado, ya no brillaba como antes, tus manos y antebrazos estaban llenas de pintura negra, tu ropa estaba manchada, pero a pesar de todo, sonreíste; jamás entenderé porqué siempre hacías eso. Sonreírme. 

99 cigarrillos, 1 beso © #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora