El CD se detuvo y se oyó tirar de la cadena. Acto seguido apareció Peter con sus vaqueros negros, pero no parecía mucho más contento que antes.
-¿Tomas anticonceptivos? -le preguntó.
-¿Cómo? -se extrañó ella, deteniendo la mirada en la mueca de sus labios. Entonces sacudió la cabeza-. Pues no.
-¡Mierda!
Lali se sobresaltó.
-¿Qué pasa?
-¿Qué pasa? -Peter se tocó el pelo, a ambos lados de la cabeza-. ¿No has notado que se rompía el condón?
Ella entornó los ojos y pensó en el instante exacto en que, de repente, le había parecido que todo mejoraba sustancialmente.
-¡Ah! -exclamó, comprendiendo.
-¿Para cuándo esperas la regla? -Peter bajó los brazos con abatimiento. Estaba preocupado por un posible embarazo, era eso. Ella hacía tanto tiempo que no pensaba en eso que ni siquiera le había pasado por la cabeza.
-Para pronto -lo tranquilizó.
-¿Cuán pronto?
-No estoy embarazada.
-No puedes estar segura.
-Créeme.
Peter se acercó al sofá y se sentó apoyando los codos en las rodillas. Sus pies descalzos pisaron las braguitas que descansaban en el suelo hechas un ovillo.
-¡Dios, qué desastre!
-Peter, no estoy embarazada.
-Eso no lo sabes, Lali. En este preciso momento mi ADN está nadando contracorriente en forma de millones de felices renacuajos que corren para entrar en la zona cero. -Se frotó la cara con las manos-. ¡Joder!
Lali tragó saliva.
-No puedo tener otro hijo ilegítimo cuya madre vive en otro estado. No puedo volver a hacerlo. -Sacudió la cabeza y la miró-. Y te aseguro que no lo haré.
Lali intentó evitar que la sorpresa asomara a su rostro. No estaba segura de si Peter era consciente de lo que acababa de decir.
-Créeme -insistió-. No estoy preñada.
-¿Cómo lo sabes?
«Pues muy fácil», se dijo. Ahora ya daba igual, pero justo cuando empezaba a sentirse cómoda con él, contárselo le supondría recuperar todas las inseguridades que tenía con su cuerpo.
-No hay zona cero -proclamó por fin.
Peter le miró el vientre y empezó a tamborilear el respaldo del sofá con los dedos.
-¿Qué quieres decir?
Ella se acercó a la chimenea y se quedó contemplando la fría repisa de piedra. Estaba de espaldas a Peter, jugueteando con los dedos de los pies sobre la piel de oso que cubría la mancha de sangre de Hiram. No sabía muy bien cómo contárselo. No debería tener ninguna importancia, pero para algunos hombres sí la tenía.
-¿Recuerdas que te dije que la cicatriz que tengo en el abdomen fue de una operación de estética? Pues te mentí. Cuando era jovencita, tuve una afección muy mala. Los médicos temían que se extendiera a otros órganos y, como la medicación que me dieron no funcionaba, tuvieron que practicarme una operación que no me permitiría tener hijos jamás.
-¿Cáncer?
Lali lo miró por encima del hombro.
-Endometriosis.
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"CONFESIONES" TERMINADO
FanfictionHOLA CHICAS ESTA NOVELA ES LALITER Y NO ES MÍA CUALQUIER COSA ME ESCRIBEN EN PRIVADO Y LES PASO LOS DATOS DE DONDE PUEDEN LEER LA NOVELA. CHICAS POR AQUI: http://siempreconlyp.blogspot.com.es/2012/06/capitulo-1.htmlPUEDEN ENCONTRAR LA NOVELA