Seguiré con mi vida

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CAP 23

Brenda POV

Estaba sentada cerca de la venta de la habitación. Por suerte eso era lo único que me podía distraerme en estos momentos. Era de noche, ya habían pasado varios días desde que había visto a Julia. Y había reflexionado todo lo de Teresa y Thomas.

La puerta de la habitación se abrió y vi a Minho entrar.

-H-hola Brenda.- dice el sonriendo.

-Hola. Sinceramente ya me he acostumbrado a verte siempre con bata.

-Es lo que siempre atrae a las chicas.- su comentario me causo risa.

-Jajaja, ya me tenías abandonada. ¿A caso se te olvida visitar a tu paciente?

-Me quedare solo un instante, no puedo demorar. Además ya voy de salida.

-¿Qué? A caso tienes ahí un par de enfermeras a cuales montarte.

El casi tropieza al escuchar mi comentario. Veo un pequeño sonrojo de su parte.

-¡Por supuesto que no! Ante todo soy profesional. Solo pase para ver si necesitabas algo.

Él se sienta a un lado mío. Tomo su mano y el me mira sorprendido.

-Lo sé, Minho. Solo bromeaba un poco, hacerte sonrojar es muy fácil.

-¿Estas burlándote de mí? Es me gano por ser tan genial.

-Un poco, sí. Y no necesito nada. Puedes irte tranquilo.

-Está bien, pero, esa no la única coas por la que venía.

-¿A no?

-No, estuve conversando con el equipo de médicos, con los fisioterapeutas, estudie tus exámenes...

-¡Al punto!

-Te vas a casa.- suelta el mientras me sonríe.

Yo no puedo creer lo que él me decía.

-¿En verdad?

-Así es.

Me lanzo a sus brazos.

-¡GRACIAS! GRACIAS!

-Es un mérito tuyo Brenda.

-¡Nuestro!- exclamo mientras me separo.- nuestro. Porque el tratamiento cuesta a rendir diez veces más cuando el paciente tiene la mano de quien confía para sostenerse.

-¿De dónde sacaste eso?

-Lo leo siempre que voy a rehabilitación. Es un lema que está pegado en las puertas.

-Es verdad, lo había olvidado.

-Te voy a extrañar Minho. Ya me acostumbre a ver tu horrible cara todos los días.

-Y yo a la tuya. Pero... puedes venir, incluso llamarme.

Le regale una de mis más sinceras sonrisas. Había empezado a apreciar a Minho como un verdadero amigo. Y ya no más cono un amigo de Thomas.

Escucho un carraspeo.

Minho y yo nos soltamos instintivamente las manos.

Volteo a mirar a la puerta y no es ni más ni menos que Thomas.

-¿Thomas?- pregunta Minho.- No son horas de visitas.

-Eso debería también decírtelo a ti.- contrataca.

Por algo extraño, siento que el ambiente se pone tenso. Me pongo en defensa de Minho.

-Minho tenía que decirme una noticia. Y ya te deje muy encaro Thomas lo que...

BUSCANDO A LA MAMÁ PERFECTA | (Thomas&Brenda/Teresa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora