Era una noche fría en el mes de noviembre, ese día 14 a las 11:30 de la noche, regresaba después de haber salido a caminar hacia unas horas atrás y si bien la luna se vio todo el tiempo, translúcida en el día, en la noche se había transformado en una grande y llena brillando con gran belleza. Llegué a la puerta de mi casa aproximadamente al cuarto para las doce y pensé -No tengo ninguna prisa, seguiré caminando- pasé por una calle apartada rodeada de viñedos, la cual terminaba con el monte Grappa, repentinamente volteé a ver la luna y contemplé algo que nunca había visto antes, pasó algo totalmente extraño, en ella se materializó la forma de un gato negro, cuyos ojos brillaban con un color amarillo, me detuve, el ver sus ojos brillando es algo que jamás olvidare, no supe después cómo reaccionar ante eso, lo único que sentí fueron las ganas de caminar en medio de la calle la cual estaba vacía, ni un solo auto, ni una sola persona, ni una sola luz, yo iba caminando lentamente sin despegar la vista de la luna, estaba totalmente fuera de mí, mis piernas solo avanzaban mientras toda mi atención se concentraba en el "espectro", ideé algo temerosamente tratando de dar una explicación a eso que me tenía totalmente hipnotizado; eso que estaba observando debía ser una proyección, no hay otra explicación para eso, pero no se veía ninguna fuente de luz de ningún lado que pudiese proyectar esa extraña imagen, es cuestión de pensar, no hay nada en la luna capaz de crear un gato negro en su superficie, pero, quién o qué proyectaría en plena noche la figura de dicho animal con esa mirada macabra.
Admiré con intriga la superficie de la luna como por 3 minutos y el miedo empezó a invadirme por todo el cuerpo y sentí la impetuosa necesidad de correr, así que comencé a avanzar en medio de la calle lo más rápido que pude entrando a otro camino largo y extenso del pueblo que se encuentra más cerca de mi casa, apenas había luz pública. Yo corría muy rápidamente y lo único que yo oía eran los sonidos de mis fuertes pasos retumbando en el cemento, los cuales resoban fuertemente en las paredes de las casas, solo sentía como se me agitaba la respiración sin mencionar el acelerado latir de mi corazón...
Estaba viviendo en carne propia el terror puro, el correr por una calle oscura para llegar a tu hogar, sientes el miedo en todas partes, imaginen mi sensación, tratas de huir de algo que no sabes cómo está sucediendo, no puedes esconderte porque la luna siempre está arriba de ti, esos ojos te ven y te vigilan incesantes. En el camino, no estas más que tú, corriendo rápidamente y te ensordece el sonido de tu andar, pero no le pones atención porque sientes que algo que no logras comprender debido a su extrañeza te persigue sin tu lograr idear nada más que correr sin pensar hasta donde pararas, estas, solo...
Hasta que llegué a mi casa no deje de ver el gran satélite natural, esa misteriosa imagen de un gato plasmado sobre la cara de la luna me parecía totalmente extraña. Después de un buen tiempo sin dejar de ver esa imagen en mi cabeza, pude dormir. A la mañana siguiente comencé a pensar en lo que había visto, ¿Era la historia de un espectro o algo que yo creí haber visto? Sabes que no te estabas volviendo loco o alucinas, es totalmente real, estas más cuerdo que nunca; ¿Entonces lo qué estaba viendo no era otra cosa que un ente qué en las noches de luna llena me acompañaba? Tenía sentido; de cualquier manera quería saber el origen de este espíritu de la luna pero no pude averiguar nada más debido a que ya pasaría un tiempo hasta que la misma se volvería llena otra vez, hasta que naturalmente volvió a aparecer y el mismo fenómeno se repitió al yo regresar de una fiesta en mi auto como a las 10 de la noche, un poco más temprano, la luna era de una tonalidad amarilla y difuminados hermosos, de nueva cuenta se encontraba el dibujo en la luna; pero esta vez era como una sombra negra, no era como ver ahí un gato negro cuyos ojos estaban brillando como la vez anterior, esta vez era una sombra, solo una sombra que se proyectaba en su superficie, después de estos acontecimientos, las noches pasaron sin pena ni gloria, pero, nunca supe y nunca sabré que era y que significaba eso, sin mencionar las emociones que me hizo sentir y experimentar; el miedo, que puede producir una noche oscura, la soledad, y la suerte de toparse con un misterio tan grande que se quede grabado en ti, que te hace pensar dos veces el querer ver la luna y los misterios que entraña...