Había un personaje, una pieza infalible en la historia del pasado y del presente de esta granja, quizás habrá de definir también el futuro. La otra parte del oscuro pasado de este sitio, seria esta misma. La propiedad había pasado por épocas y sucesos tan extraños para ser comprendidos por la razón humana.
Esta granja ahora es de una familia de campo, ahora es un buen lugar turístico y algo así como un parque temático donde puedes aprender sobre las tareas y el arduo trabajo que se vive en un establo, felizmente esa es la razón por la cual los visitantes la frecuentan, pero nada de feliz tuvieron los acontecimientos pasados ya hacía varias decenas y centenas de años atrás. Existe un ente que ahora es un llamado para aquellos que gustan de experimentar algo de suspenso y misterio en cada lugar que visitan...
Era el año de 1887, existía una gran y bella granja llamada la propiedad Rosmore, poseía un gran terreno de unas 64 hectáreas, que contaba con una grande área de cultivo de maíz, un extenso huerto de calabazas, un pozo sobre una pequeña cumbre, la casa del dueño que sería de 2 pisos, a su lado 2 silos de piedra y separado por unos metros estaba el establo, uno grande y alto donde no se encontraban animales, sino las pacas de paca, semillas y el equipo de cultivo de ultima patente y de gran tecnología para la época, muy importantes y muy costosos. El dueño era una persona muy adinerada; su nombre, Jack Rosmore.
Una fatídica y funesta noche del año 1889, se había ordenado por parte del dueño a un trabajador que acomodara el equipo de siembra en el establo como era de costumbre; el hombre de unos 26 años de edad, se pasó aproximadamente de las 9:00 pm a la 1:45 am acomodando tanto el equipo como las semillas y pacas de alfalfa para su próxima y cercana venta y ocupándose de cualquier tarea que surgiera en el establo.
Esta persona había subido a la parte superior del establo donde estaba su lugar destinado para dormir. Se fue a descansar aproximadamente a las 2:00 de la madrugada.
Algo estaba mal en esa noche, algo no cuadraba, el ambiente daba la sensación de algo que estaría por llegar, es como cuando sientes esa sensación típica de creer que has olvidado algo y que debes hacer algo por remediar ese extraño sentimiento.
Como a las 3:00 de la madrugada, repentinamente y sin ningún motivo, una lámpara de vela simplemente salió del clavo de donde se sostenía desde lo alto de una viga lateral, ¿Qué habría causado que eso sucediera? Finalmente, tras su larga caída, termino cayendo sobre la torre acomodada de pacas, comenzando así un incendio que ardería hasta la luz del día.
Este evento fue visto por otro trabajador que era un velador que se paseaba por las cercanías del establo, a las 2:45 entró al mismo para asegurarse de que el trabajo hecho por el trabajador que ahora dormía se hubiera realizado correctamente. Al inspeccionar tras 15 minutos comenzaría a encenderse el lugar.
El pesebre quedaría reducido solo a cenizas y había alcanzado la vulnerable casa de madera del dueño mientras dormía, la cual quedo irreconocible, la propiedad había quedado completamente siniestrada por un extraño fuego, terminando completamente destruida, sin dejar más que 2 trabajadores, el testigo del inicio del fuego que escapó inmediatamente tras el inicio del incidente, y otro que estaba contemplando el horizonte desde el pozo. La piedra de los silos apenas se llenó de hollín, por fortuna el fuego no había alcanzado la riqueza de los campos, pero algo raro había pasado con el espantapájaros...
El muñeco de paja había aparecido fuera del maizal, arrojado en medio del trayecto de la propiedad hasta donde se debía encontrar, parcialmente quemado pero aun utilizable. Lo extraño es que toda el área de los cultivos y mucho menos el espantapájaros, tuvieron ni un mínimo contacto con el fuego, el muñeco de paja seria reutilizable, en cambio la estaca donde se encontraba en medio del campo había desaparecido completamente ¿Algo o alguien había hecho una broma con el espantapájaros o algo más había de ser...? Todo se dejó exactamente como quedo esa noche.
