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"Lugares donde nunca fui"   

LUKE

Salí del salón y camine por los pasillos hasta mi casillero.

Sentí unas manos rodearme el abdomen y luego vi la luminosa sonrisa de Allison.

—Te extrañe tanto—dijo y me abrazo de nuevo. 

—Yo también te extrañe—hablé y sonreí. 

—¿Dónde rayos estuviste,Luke?—se endureció después. 

—¡Vaya que eres bipolar! Eso no importa—respondí sonriendo.

— ¿Vas a volver a casa está noche?—me cuestionó todavía preocupada.

Baje la mirada y suspire. Había decidió no contarle nada a mi madre o a Allison, por su propio bien. Iba a esperar a que la bestia de mi padre lo confesara por sí solo. 

—No—respondí. 

—¿Por qué no?—preguntó confundida. 

—Es que yo, porque quiero independizarme y aprender a hacer las cosas por mi mismo, no falta mucho para que vaya a la universidad—mentí. 

—¿Y qué pasa conmigo?—susurró dolida.

—Te veré aquí todos los días—animé. 

—No es lo mismo,Luke—dijo. 

—Prometo que jamás dejare de venir. Para poder verte todos los días—sonreí. 

—¿Lo prometes?—habló ilusionada. 

Asentí. 

—Es una promesa—afirmé. 

Allison se separó de a poco de ese abrazo y me sonrió por última vez.

—Te veré aquí mañana—sonrió y se alejó. 

Vi como hacia su caminata feliz y luego se le acercaba a Lydia. 

Allison le dijo algo y Lydia me fulmino con la mirada. Yo mantuve la cabeza firme mientras ella tampoco cedía. 

Ella era hermosa, sexy y podía ser cruel y confusa. Y sobre todo la primera chica que se me había negado. 

Le lancé un beso y luego le sonreí. Ella rodó los ojos y dejo de mirarme. Me detestaba pero en el fondo sabía que yo también le gustaba.

LYDIA 

Estaba sentada el viernes por la tarde en un sofá de la ventana.
Delineaba con mi dedo, siluetas dibujadas en el vidrio, matando el tiempo.

—¿Lydia?—dijo una voz al otro lado de la puerta. 

—¿Qué?—respondí sin ánimo. 

— Alguien está buscándote—aviso. 

Encarne mis dos cejas. 

—Está bien—hablé y espere hasta que ella se alejara de la puerta. 

Crucé los jardines de la entrada y vi a Luke con sus lentes negros mirar hacia la nada.

Cuando cerré la puerta principal, él se giró hasta recargar su espalda en la motocicleta. 

—¿Qué haces aquí?—pregunté.

—Cuando dije que me gustabas lo dije en serio—confesó.

—¿Viniste hasta aquí solo para eso?—cuestioné como el fuera un tonto. 

—No—admitió. 

—Vine aquí para salir contigo—sonrió. 

Negué varias veces. 

—Nunca—respondí. 

—Creo que no escuchaste bien lo que te dije—me miró. Tiró el cigarrillo al suelo y lo piso.

—Dije que vine a salir contigo—habló. 

—Y yo dije que jamás saldría contigo—repliqué.

Él sonrió y se acerco peligrosamente a mi. Me levanté y me puso en su hombro.

—Déjame—grité y di golpes en su espalda. 

—Suéltame—grité y me sentó arriba de su motocicleta.

Luke sonrió y se sentó detrás de mi.

—Eres una bestia—declaré. 

—Lo he escuchado mucho—admitió y arranco la moto. 

Contuve mi miedo y apreté los puños.

—Si no quieres salir herida, mejor usa esto—susurró en mi oído.

Tome el casco entre mis manos y no dudé en ponérmelo ni un segundo. Él se acerco más a mi.

—Bonito culo, Bunny—murmuró.

Mis mejillas se sonrojaron y él arranco nuevamente la moto. Y aunque esto era ofensivo para la dignidad de cualquier mujer, me gustaba que Luke me dijera este tipo de cosas.
El cabello debajo del casco volaba con el aire de Nueva York. Jamás en mi vida me había subido a una de estas cosas, pero me sentía libre y bien estando con Luke.
La acera rechinaba por debajo de las ruedas, calle por calle, lugar por lugar miraba a la gente caminar a prisas.
Él se detuvo frente a un bar. Bajo del asiento de atrás y me quitó el casco. Lentamente baje también y lo seguí hasta adentro del bar. 

—Este es mi lugar preferido—susurró en mi cuello. 

Lo ignore y tome un asiento en la barra,Luke se sentó en a mi lado. 

—Dame lo de siempre Joe—gritó él y al parecer Joe asintió. 

—Jamás he estado en un lugar como este—admití. 

—Lo sé—burló Luke.

—Se supone que aquí, entra en los lugares donde nunca fui y jamás iría—dije.

—En la vida, debes aprender que no todas las promesas se cumplen—sugirió.

El mesero trajo dos copas pequeñas y luego una botella entera.
Luke de inmediato tomó su copa y después se sirvió otra. 

—¡Vamos! ¡Tómala! Solo está noche—habló feliz. 

Lo dude un minuto más. 

—¿No eres capaz de tomar eso?—río. 

Mire el trago una vez más y trague saliva. 

—Te diré algo, solo tomare una copa más, yo conduciré—dijo. 

—Pero al final de la noche, está botella debe estar vacía—continuó y agitó la botella frente a mi. 

Finalmente tome el vaso y me lo bebí todo de un trago. El líquido me quemo en la garganta. 

—Buena chica—ánimo Luke. 

En la quinta copa, el sabor comenzaba a ser delicioso. Y me hacia sentir realmente bien esto, porque el alcohol hacia que todas las cosas a mi alrededor desaparecieran. 

Eran más de las once, pero no sentí la necesidad de volver a casa, ni de llamar para escuchar que mi padre no estaba. 

La octava hizo a un lado el dolor que aún sentía por perder a mi madre. Ella había muerto hace tres años y desde entonces la soledad era mi mejor amiga.

Y la décima copa me hizo reír de cualquier cosa que veía u oía. Esta no era yo, pero esta parte de mi era feliz, y no quería sentirme sola después de esto. 

Luke bailaba al ritmo de la canción y yo seguía sus pasos tratando de mantener el equilibrio. La pista estaba llena de alcohol, y personas en el mismo estado que yo.
Me acerque a Luke y lo besé, saboreando sus labios, sintiendo la desesperación con la que respondía a ese beso.  

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lydia es holland roden si re copiona de teen wolf pero me inspire en ella(?


forget;lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora