2.1

8 1 0
                                    

  "A dónde sea que vaya"  

LUKE

 Mantuve los ojos bien abiertos, mirando a toda la gente de afuera. Ellos estaban bien, y les importaba un carajos estar bajo la fría lluvia porque ellos eran felices, haciendo lo que fuese que hacían.
Y bebí un trago más, asesinando a todas las personas por no ser tan miserables como yo.

Con mi muñeca, limpie la parte baja de mi nariz y eche la cabeza hacia atrás. 

Mis malditos ojos aún no se desgastaban, ardían, pero seguían haciendo bien su trabajo de llorar por horas. Horas de las que yo mismo perdí la cuenta. 

Solté todo el aire, que no recordaba cuando retuve

La puerta se cerró, y escuche pasos y una ruedas caminar por el ruidoso piso de madera. 

—¿Luke?—escuche la voz de Calum. 

No lo mire, seguía con la vista clavada en un punto fijo frente a mi. 

—¿Qué haces ahí? ¿Qué paso?—preguntó. Pero tampoco me tome la molestia en responderle.

—¿Estas bien?—susurró al ver que no respondía. 

—Lo arruine—dije por fin.

Escuche sus pasos más cerca y luego tenía su rostro frente a mi. 

—Solo hace falta mirarte para saber que lo arruinaste Luke—dijo en voz baja.  

Asentí. Y limpie rápidamente una lágrima que cayó.

—¿Qué hiciste?—cuestionó.

El hundimiento en el pecho volvió cuando lo recordé. 

—Sabes que soy un idiota y tu no estabas aquí para evitar que hiciera algo estúpido—sollocé. 

Calum frunció el ceño.

—¿Es Lydia, no?—preguntó. 

—Si—susurré con la garganta hecha un nudo. 

—Ella vino aquí la noche de su cumpleaños, yo sabía que iba a hacerlo, y quise hacerle pagar por engañarme... me acosté con Ashley y me importó un carajo lo que ella sintiera al saberlo, y luego yo...—trague saliva. 

—Le grite toda la verdad, le dije lo del maldito auto rojo, le dije que había sido parte de esa estúpida apuesta y que para mi ella solo valía ese estúpido auto. Le dije de todas esos días en lo que me burlé de ella y de lo que sentía por mi, le dije que cosas que nunca fue. Le dije que era una maldita zorra y una puta que rompió mi corazón—lloré. 

—Estaba mal, no tenía idea de lo que estaba haciendo,Cal—sollocé. 

Él dudo un minuto en hablar.

—Ella no te engañó con Ashton ¿cierto?—habló. 

Me era imposible hablar más. Hundí la mano en mi bolsillo y saqué el mismo papel verde que Ashton me dio. 

Calum lo leyó y por su expresión, supuse que había respondido su pregunta, 

—Ella hizo una sorpresa para mi, por eso estaba con Ashton en el centro comercial. Sólo pensó en como hacerme feliz, en su cumpleaños... Y yo sé lo pagué así—me reproche. 

Calum me miro preocupado y decepcionado. 

—¿Qué haces aquí entonces? Anda y arréglalo, idiota—ordenó. 

Yo lo mire y el dolor se hizo más grande. 

—Ya lo hice—confesé.

Él frunció el ceño.

forget;lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora