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  "¿Cómo reemplazas a alguien que amaste por un desconocido?"  

 LUKE

—¿Vas a levantarte de una jodida vez,Luke?—molesto Calum.

Abrió las cortinas y el sol entro por la amplia ventana. 

—Cierra la ventana, idiota—respondí y aventé una de mis almohadas. 

—Es más de la una,Hemmings—reprochó. 

Rodé los ojos, a pesar de tenerlos cerrados. 

—Bien—desistí y me levanté de la cama. Lo empuje al pasar a su lado y entré en una ducha corta.
Me vestí cómodamente y tome un poco de cereal de la cocina y comencé a comer.Calum me miraba con curiosidad, marcando cada movimiento que hacía. 

—¿Qué?—hablé después de un rato. 

—¿Qué paso anoche?—me cuestionó. 

Rodé los ojos.

—Ese no es tu problema—agredí. 

Calum río, seguro suponía que ella se me había resistido. 

—Es un placer recordarte que el trato es enamorarla, no acostarte con ella—burló. 

—Prepara tu auto,Hood. En dos semanas, te voy a restregar en la cara como hice que esa zorra se enamorará de mi—dije. 

Él encarno las dos cejas.

—Lo creeré cuando lo vea—afirmó.

Mi teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa. Contesté sin dejar de mirar a Calum. 

—¿Hola?—hablé

—¿Cómo te has mantenido lejos de mi?—cuestionó mi padre. 

—Mejor de lo que estuve contigo—respondí. 

—Déjame adivinar—pidió. 

—¿Estas viviendo con Luke? ¿Por cuanto tiempo crees que él soporté tu compañía inútil?—preguntó.

 Fruncí el ceño y endurecí la boca, ignorando el significado de sus palabras.

Termine la llamada y levanté la mirada.

Calum me veía curioso, pero no de la misma manera de antes. 

—¿Quién era?—cuestionó con el ceño fruncido. 

—Mi padre—susurré. 

Y supe que era el momento de contarle a mi amigo, la mierda que estaba viviendo.

LYDIA 

Sonreí de inmediato al ver a mi padre de pie, caminando de aquí a allá. Y luego todo se esfumo cuando vi a una mujer rubia sentada en el sofá.

—Hola Lydia—saludó en un tono más serio del normal. 

Deje las bolsas de compras en el suelo. La mujer me miro temerosa, con las manos sobre las rodillas. 

—¿Quién es ella?—cuestioné olvidando lo feliz que antes me sentía. 

Él trago saliva y bajo la mirada después. Mordí el interior de mi mejilla esperando su respuesta. 

—Ella...—habló. 

—Ella es Natalie, ella es mi prometida—continuó.

Mi estómago se encogió de inmediato. Y negué. 

—¿Me estas jodiendo?—cuestioné sorprendida y con las manos temblorosas. 

Mi padre continuaba sin responder, manteniendo la vista en mi.

Mamá murió hace a penas tres años, y el pecho me ardía al saber que papá ya la había olvidado. 

—¿Tan rápido la olvidaste papá?—reclamé. 

—Han pasado tres años,Lydia. Yo jamás olvidare a tu madre, pero el tiempo pasa y la vida continúa. Debes aprender a dejarla ir—me recordó.

—¿Y cómo lo haces?—pregunté con las lágrimas picando detrás de mis ojos. 

—¿Cómo reemplazas a alguien que amaste por un desconocido?—reproché. 

—Natalie, no es una desconocida—confesó. 

—Te vi hace tres semanas, y hace tres semanas Natalie no existía—defendí. 

—He salido con Natalie desde hace un año—admitió.

—¿Y es hasta hoy que lo sé?—sollocé y luego la mire.

Él bajo la mirada, como lo había hecho toda la noche. 

—Voy a casarme con ella—repitió. 

—Y eso no está a discusión—ordenó.

—Hubiese sido mejor que no me lo dijeras nunca—respondí. 

—Eres mi hija,Lydia. Te amo, y tu opinión era la más importante aquí—consoló.

—Ahora no estoy segura de querer ser tu hija—admití e ignore las miradas de decepción de mi padre y de "Natalie". Subí las escaleras y puse el seguro a la puerta de mi habitación. 

Yo no era de esas personas que lloraban con facilidad, y cuando lo hacia, era porque las cosas estaban realmente mal. Como porque mi perro, hubiese muerto cuando tenía 7 años, o como que mi madre lo acompañara diez años después. 

Pero hoy no era ese día. No iba a llorar por cosas que yo no podía cambiar, por cosas que me duelen, pero que a nadie le importa saber cuanto. 

LUKE 

Me removí en la silla. Debía estar cómodo para este tipo de ocasiones. 

Estaba arrepintiéndome seriamente sobre esa promesa que le hice a Allison de asistir todos los días al instituto. Era tan divertido como hacer toda la tarea de vacaciones en una sola noche. 

Era miércoles y el día casi terminaba, yo contaba cada segundo en mi reloj. Respire de nuevo cuando la campana vibró. 

Salí de inmediato a la cafetería y Allison me detuvo al entrar. 

—Te advertí que no lo hicieras—habló. 

Rodé los ojos. 

—¿Ahora que se supone que hice?—me quejé. 

—No,Luke, es sobre lo que vas a hacer. Te prohibí acercarte a Lydia, y mirarla como la miras—dijo. 

—No quiero que solo juegues con ella, y que la lastimes como siempre lo haces—exigió. 

Después ella se alejó y se llevo a Lydia con ella. Aún estaba confundido el que acaba de pasar. Pero lo que sea que fuera, no iba a dejar las cosas a medias. 

Sabía que Lydia era su amiga, pero eso no me iba a detener para perder un hermoso convertible rojo.   

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