Pretending To Be Gay (2Min)

8.- El perdón se gana, no se ruega.

"A veces hay que dejar el orgullo de lado si queremos lograr grandes cosas."

No, es que esto no se lo perdono nunca. Muérete, Choi MinHo.

Se envolvió con la toalla y salió del baño, aunque no esperaba encontrarse con su madre sentada en el borde de su cama, con la mirada perdida en algún punto frente a su rostro.

Lo que faltaba.

Su madre reflexionando sobre la vida de mierda que estaban teniendo todos en esa casa.

TaeMin observó a su madre con los labios apretados y la mandíbula tensa. Detestaba no tener privacidad cuando la necesitaba.

- ¿Necesitas algo? -le peguntó cortante. Se estaba absteniendo a gritar y echarla de su habitación.

Su madre levantó la cabeza y lo miró, sin expresión.

- Hijo -pronunció la mujer con suavidad. El molesto pelirrojo asintió mirándola con atención-.  ¿Qué te sucede?

TaeMin cambió su expresión indiferente al instante. Aquello era algo que no se esperaba, su madre no era una mujer que se mostrara preocupada por sus hijos, siempre había sido una mujer fría y poco afectiva. Claro, eso no quería decir que no amara a sus hijos pero tampoco era del tipo cariñosa.

Desvió la mirada hacia otro lado. La pelea que había tenido con MinHo no era un tema que quisiese compartir con alguien, ni mucho menos con su madre que creía que eran novios.

- ¿Qué pregunta es esa? No me pasa nada.

Su madre agudizó la mirada.

- No me mientas.

- No te estoy mintiendo.

La mujer suspiró.

- TaeMin, yo sé que para ti es raro verme preocupada o interesada en tus asuntos -dijo la mujer, desviando la mirada incomodada-. Pero quiero que sepas que a pesar de mis malas decisiones y pésimo comportamiento contigo y con tu hermano... Soy tu madre, y siempre estaré para escucharte y aconsejarte.

TaeMin estaría mintiendo si dijera que no vio sinceridad en la mirada de su madre, porque sí la veía. Nunca había visto a su madre comportarse de esa forma con él ni con TaeSun.

Pero aún así no podía decirle lo que realmente le había pasado.

- Tuve un mal día, es todo.

Un pésimo día.

Su madre asintió.

 -¿Seguro que eso es todo? -le interrogó la mujer, enviándole una mirada inquisitiva.

- Sí mamá.

- Bien -La mujer se levantó-. Espero que algún día puedas confiar en mí y decirme lo que realmente te sucede.

TaeMin evitó abrir su boca de la impresión.

¿Qué rayos le sucedía a su madre hoy día?

- Por cierto -dijo su madre antes de cerrar la puerta-, te vi llorar cuando entraste a casa.

¡Bam!

Tragó saliva nervioso. Para la próxima vez tendría que ser menos obvio y no llorar como niñita.

Pero no iba haber una "próxima vez" porque nunca más le iba hablar al estúpido insensible de MinHo.

La puerta se cerró y la soledad volvió a aposentarse en su amplia habitación.