35. La primera vez y sus confusiones -parte dos-

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TaeMin caminaba por los pasillos, mirando hacia todos lados, esperando encontrarse a KiBum para contarle todo.

¿Dónde mierda se metía Key cuando se le necesitaba más que nunca?

Justo en ese instante vio la cabellera ahora pelinegra de Jinki, éste levantó la mano y le saludó brevemente antes de irse con dos chicos de su clase; era lógico, todos estaban estresados y concentrados en los estudios, no había mucho tiempo para hacer vida social, podía entender ese corto saludo de Jinki, no estaba molesto.

Infló una de sus mejillas y se dio la media vuelta, no quedándole otra opción más que irse a su casa y sin hablar con KiBum. Tal vez mañana se echaría otra vuelta por estos lados de la universidad a ver si se lo encontraba y si no...Entonces le tocaría ir a la casa del rubio.

Qué más daba, tendría que hacerlo si quería uno de los sabios consejos de su amigo. No quería ni imaginar cuál iba a ser la reacción de KiBum al decirle que su culo ya no era virgen, y gracias a MinHo.

— ¡Oppa!

Uhg. Naeun se había pegado a su brazo como una lapa, con claras intenciones de hablar de la boda y TaeMin estaba seguro de ello porque ese fulgurante brillo en los orbes cafés de la castaña no era solo por la alegría de verle a él.

Claro que no.

— ¿Ya tienes listo tu smoking para la boda, cariño?

Y él estaba malditamente harto del mismo tema cada bendito día. También tenía sus limites, como toda persona que ya no da más de tanta mierda junta.

Se detuvo abruptamente, mirándola evidentemente cabreado. Ella se apartó al ver su expresión.

— Naeun, necesito un maldito respiro, por favor. ¿Quieres dejar de joderme con la puta boda aunque sea solo por hoy?

— Pero es que es necesario hablarte de la boda, TaeMin —Murmuró apenada.

Él bufó.

— No, no es necesario. Demonios, yo te aviso cuando tenga mi parte lista, ¿bien? Ahora déjame en paz y, por un minuto, deja de hostigarme y hacerme la vida más difícil.

No se molestó en darle un beso en la mejilla para despedirse o murmurarle un cortante "adiós" antes de seguir caminando, no, solamente reanudó su caminata y se marchó; dejándola sola en medio de aquel pasillo lleno de estudiantes.

Lo que faltaba, pensó mientras las miradas de los presentes le perseguían, que toda la universidad vea su descontento con la boda.

Genial.

*

*

— ¡Lee TaeMin, vuelve aquí!

— ¿Qué mierda quieres, Haeun? —Se giró bruscamente, casi chocando contra el frágil cuerpo de ella.

— ¿Qué modales son esos, eh? ¡Soy tu madre, TaeMin!

— ¿Qué quieres? —Preguntó de nuevo, secamente y mirándole con un odio casi visible.

Ella se aclaró la garganta.

— Dios, hijo, ¿Por qué últimamente no hablas con nadie de la casa? Estás tan decaído, delgado, y...Extraño. Pareces estar enojado con todo el mundo.

— Pues es lo mínimo, ¿no? —Cuestionó mordaz.

— No te entiendo...

TaeMin dejó escapar una risita sarcástica, conteniendo su rabia.

Pretending To Be Gay (2Min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora