La gente miraba hacia todos lados, un poco intranquilos; MingHyun se paseaba impaciente por la iglesia y Haeun estaba rígida en su asiento, tensa y nerviosa al no ver a TaeMin aparecer por la maldita entrada de la iglesia.
Y eso no era lo peor... Lo peor era que Naeun llegaría justo a las doce en punto y ya eran la once con cincuenta y cinco minutos. No quedaba tiempo y la presión que estaban experimentando los Lee era demasiado obvia para toda la gente; incluso para los padres de Naeun que les miraban pedantemente, esperando por TaeMin con impaciencia menos notoria.
Eso era lo que MinHo veía al menos. Su móvil había vibrado hace unos cuantos minutos atrás, pero por estar hablando con JongHyun y KiBum no prestó mucha atención, pero ahora, al no ver a TaeMin llegar todavía, una leve sospecha se instaló en su mente.
No quería hacerse ilusiones tan rápido pero... ¿Sería posible?
Calmadamente sacó su móvil y desbloqueó la pantalla.
Jo-der.
Tuvo que borrar la expresión de sorpresa que quiso aparecer cuando vio aquel mensaje pendiente.
Lo releyó unas dos o tres veces, solo para cerciorarse de que era real y de que no había leído mal; TaeMin decía que se había arrepentido.
Se arrepintió... Él no va a venir, se dijo, demasiado desconcertado.
Sus ojos veloces se pasearon por el recinto; la gente seguía volteándose hacia la entrada en busca del novio y los murmullos comenzaron a atestar el lugar porque ya eran las doce de la tarde y TaeMin no había llegado aún.
Y no iba a llegar tampoco, aseguró MinHo mentalmente.
Sin hacer ruido y caminando sigilosamente hacia la entrada, salió de la iglesia, intentando que nadie le vea. Tomó su móvil y tecleó una respuesta rápida al ahora rubio.
Para: Taem.
¿Dónde estás?
La respuesta no tardó en llegar y sonriendo se dirigió a su auto; TaeMin era suyo. Lo sentía mucho por Naeun, pero su historia de falso amor con TaeMin nunca iba a poder ser real si él existía porque sí, ya había aceptado que TaeMin se iba a casar, pero eso no quería decir que le iba a dejar en paz luego de eso. Existía el divorcio, de todas maneras y él estaba dispuesto a recuperar a TaeMin si éste hubiese venido a la iglesia a dar el "sí".
Hizo partir el auto y cuando iba saliendo del lugar, vio entrando el auto decorado con rosas blancas en el frente; Son Naeun iba entrando a la iglesia para casarse. Era una real lástima que la pobre iba a llorar en vez reír el día de su matrimonio.
Una real y trágica lástima que MinHo iba a disfrutar plenamente.
Ella se lo merecía, por perra.
~*~
Mientras conducía hacia la casa de TaeMin, miles de pensamientos y reflexiones se animaron a aparecer en su mente, aturdiéndole un poco.
Pero a pesar de todos esos pensamientos negativos que querían meterse a toda costa en su mente, no podía dejar de lado la felicidad que le embargaba ahora. Nada se comparaba a esto. Cuando ya había perdido las esperanzas, TaeMin le había dado la mejor sorpresa de todas.
Como siempre, pensó sonriendo tenue, TaeMin le había sorprendido... Como siempre.
Aunque sabía que ahora también tenía una responsabilidad grande, después de todo TaeMin no se estaba sacrificando por su mierda de familia, pero sí por él, TaeMin estaba apostándolo todo y MinHo sabía que no podía equivocarse ni una sola vez más. Era hora de dejar de ser tan idiota como lo había sido durante todos estos meses.
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Pretending To Be Gay (2Min)
Fanfiction"La amistad nace del corazón y muere cuando se convierte en amor." La amistad inicia cuando entre los dos surge un apego y más que todo existe la famosa llamada "chispa". La chispa es la química que puede surgir entre dos personas, y la química...