En ocasiones debemos correr para protegernos, no importa que estemos dentro de una manada porque puede ser que los lobos estén en peligro...
~Cuarta temporada de la Saga Lobos~
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Stiles' POV
Llego al hospital general con el alma en un hilo y con el corazón entrando y saliendo de mi pecho con cada latido que da.
Esta mañana recibí una llamada de Sandra diciendo que ella y Derek habían encontrado a Dean al este de Beacon Hills, malherido y con signos de deshidratación por lo que fue internado con la recomendación de que debía descansar hasta recuperarse; las heridas no sanarían tan rápido porque había sido una causada por bala pero no eran graves.
— ¿Puedo pasar?— pregunto cuando toco la puerta de la habitación donde sé que está Dean. Alguien abre la puerta y veo que es Derek el cual asiente y me deja el paso para adentrarme en la habitación.
Lo primero que veo es a Dean recostado en la cama, respirando lentamente con unos tubos que salen de su nariz directo a una máquina que creo es un respirador. Su rostro está tranquilo y su frente es atravesada por una herida que ya ha dejado de sangrar desde hace mucho pero aún se ve el color de la sangre en esta. Al lado de Dean está Sandra tomando la mano de su hermano, a la cual le da suaves caricias con su dedo pulgar.
— ¿Qué le ha pasado?— me obligo a hablar a pesar de que tengo la voz entrecortada por el nudo que no me deja ni pasar saliva. Quisiera correr hasta la cama, abrazarle y besarlo diciendo lo mucho que lo amo y que si pudiera cambiaría de lugar para que no esté en esa cama ni un momento más pero logro contenerme para no armar un espectáculo frente a mi futura cuñada y su gruñón novio.
— Aún no lo sabemos porque no ha despertado— responde Sandra obligándose a mirarme y agrega algo más al ver mi rostro de preocupación—, le dieron un sedante para que descanse pero no es nada grave, sólo unas lesiones que no necesitan tanto cuidado y lograron extraer una bala con éxito. Estará bien.
Respiro aliviado pero aún me siento inquieto.
— Deberías ir a descansar y yo me quedo con él— le digo y la veo negar—. Sandra, todos aquí sabemos que las embarazadas necesitan mayores cuidados que el que estás teniendo, no es bueno ni para ti ni para el bebé que tengas estas emociones y que no duermas bien así que mejor ve a casa con Derek y juntos tomen una siesta.
— No quiero estar lejos de mi hermano cuando despierte— Sandra se aferra a su hermano y Derek suelta un suspiro.
— Él no necesita verte para saber que has estado aquí o no además, él te vio cuando lo encontraste— Derek se pone de cuclillas a un lado de Sandra—. Stiles puede cuidar de Dean y si despierta le dirá que estuviste aquí pero que necesitabas un descanso. Volveremos pronto.
Sandra soltó un par de lagrimas apretando los labios a modo de no querer seguir hasta formar una discusión así que simplemente asintió, le dio un beso a su hermano en la mejilla para luego levantarse de la silla suspirando con resignación.
