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chapter five

La cabeza me daba vueltas y el estomago se retuerce como si hubiera bajado sin previo aviso por una montaña rusa después de cruzar una infinidad de curvas

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La cabeza me daba vueltas y el estomago se retuerce como si hubiera bajado sin previo aviso por una montaña rusa después de cruzar una infinidad de curvas.

Corro al baño al sentir el reflujo recorriendo desde mi estomago hacia la boca y logro llegar al retrete antes de soltar la primer bocarada de vómito, que me quema la tráquea y que me deja un mal regusto en la boca. Sostengo mi cabello para evitar ensuciarlo cuando suelto una bocarada más y gimo de frustración porque odio que esto me pase.

En realidad, ¿a quién le gusta?

Llevo todo el embarazo sufriendo este tipo de situaciones y a veces me cansa y deshidrata, además de que nunca he tenido quién me ayude en esto y es como si día a día me estuviera consumiendo en un tipo de depresión. Las emociones suben y bajan pero no ha habido nadie conmigo que me ayudara a superarlas porque no es lo mismo que tu beta o tu hermano te apoyen del mismo modo que lo podría hacer tu pareja. O eso creo yo. No soy una malagradecida con mis dos chicos pero ese hueco aún está ahí, esperando a que Derek lo llene y lo cierre por completo.

Escupo el agua que enjuaga la pasta de dientes con la que me he tallado los dientes y quitado el mal sabor de boca y luego de limpiarme con una toalla salgo de ahí y después de la habitación. No recuerdo cómo es que llegué ahí y eso sólo puede deberse a que me quedé dormida y Derek pudo haberme acostado en la cama pero él no despertó a mi lado y eso es raro para mí, así que lo busco y antes de hacerlo escucho un grito de dolor: papá.

Corro escaleras abajo para ver como Derek mantiene pegado en medio del pecho de papá un soplete que le ayuda a cerrar una profunda herida rodeada por sangre oscura que sé que es debido a wolvesbayne; lo puedo oler.

Cuando veo cómo papá cae al suelo es cuando me atrevo a hablar.

— ¿Qué fue lo que pasó?

Derek ha ayudado a levantarlo antes de responderme.

— Peter fue atacado por el hombre sin boca con su hacha mágica— se acerca a la mesa y muestra el hacha militar plateada,consangre todavía manchando el filo de la hoja.

— Y dijo que tú eras el siguiente— le dijo papá a Derek y frunzo el ceño.

— ¿Cómo pudo decírtelo alguien sin boca?— pregunto confundida.

— Con esto— papá se acerca a Derek para tomar de la mesa un guante negro que tenía una especie de teclado pegado a este. Derek se lo quita a Peter.

— Podemos ir con el sheriff, esto es una pista más— me ve un momento—. ¿Te cambiarás?

— Oh, sí— me doy cuenta de que traigo la misma ropa de ayer y siento un hueco de pensar que Derek no intentó siquiera ponerme la pijama, como si evitara verme desnuda.

"No seas tonta, imaginas cosas", me dice mi voz interior y la callo, moviendo la cabeza de un lado a otro, antes de regresar a la habitación corriendo pero sé que Derek me sigue cuando escucho sus pasos cerca de los míos. Estuve a punto de lograr cerrar la puerta cuando el pie de Derek se interpone en el camino.

Corriendo con lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora