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chapter twenty six

Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Era la noche más fría desde que llegó a ese lugar y sólo podía pensar que eso se debía algo más que el estúpido clima.

En su vida se había topado con tantas cosas fuera de lo común que ahora no se sorprendería ni un poco si alguna otra cosa sobrenatural hiciera acto de presencia en la "comodidad" de su resguardo.

"¿Por qué no me quedé callada?"

Afuera de la cabaña se escuchó el relinchar de unos caballos, acompañados de unas fuertes pisadas que se acercaban al umbral de la puerta principal. Kate tomó la decisión de largarse de ahí pero era más su curiosidad por saber quién la había encontrado pues dudaba mucho que Los Calavera usaran caballos en sus búsquedas.

La habitación se llenó por el sonido de unos golpes que llamaban a la puerta. Eso fue aún más raro. ¿Quién tendría la amabilidad de tocar cuando estaban cazando?

Sin pensarlo dos veces, Kate abrió la puerta con seguridad pero estuvo a punto de irse de espaldas cuando vio a quién llegó a visitarla: su hermano mayor Jonathan.

— ¿John?

— Mi querida y hermosa hermana Kate.

La más pequeña de los hermanos Argent estaba sorprendida de ver frente a ella al hermano que creyó muerto todos estos años, pero también notó algo completamente distinto que jamás había visto en él: maldad.

Jonathan le sonrió, dejando ver unos blancos y perfectos dientes, enmarcados por una barba con toques blancos por las canas. Con ello Kate supo que lucía joven pero al mismo tiempo estaba envejeciendo por todo lo que cargaba.

El alfa no esperó más y se adentró a la cabaña dejando ver a los que estaban afuera. Kate reconoció a un chico que vio en México en medio de una manada, pero no logró saber quiénes eran los hombres a caballo que parecían salidos de alguna película del Viejo Oeste. Sintió un escalofrío cuando percibió la ligera neblina que rodeaba aquél grupo.

— Me da gusto haberte encontrado aunque no tengo tiempo para esas cursilerías de los reencuentros— volteó hacia su hermano luego de cerrar la puerta, sorprendiéndose por su manera de hablar. Jonathan siempre fue igual a Chris y ahora podía jurar que era más parecido a ella. Quería sentirse orgullosa por ello, pero más bien tenía miedo.

¿Qué había pasado con él?

— ¿A qué viniste entonces?— Kate se alegró de haber logrado preguntar con desenfado, sin demostrar ninguna de sus tontas emociones, por lo que logró que su hermano sonriera, ¿con orgullo? Sí, creo que eso era lo que demostraba aquella sonrisa enorme y despreocupada de John, como a ella le gustaba llamarle.

— Supe que estabas ocultándote de unos cazadores liderados por Araya, mi ex cuñada— comenzó a decir John en tanto se sentaba en uno de los sillones de la sala, sin dejar ni un momento de mirar a su hermana—, así que decidí venir a echarte una mano.

Corriendo con lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora