Capítulo 18: ¿Qué es la mala suerte?

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Estoy descolocado, tener a Tef aquí me pone de los nervios y no soy el mismo cuando estoy así. Dejo a Tere un rato para ir al baño y mojarme la cara, necesito pensar y con tanto ruido en el patio no puedo. Al regresar veo a Ryan incómodo, entre un montón de chicas, así que intercedo.

―¡Hey! ―las llamo―. Déjenlo, eso no está bien, no ven que no quiere. ―Lo están atosigando y no puedo permitirlo. Ryan será un mujeriego, pero tampoco para tanto.

Veo la reacción de todas al yo meterme en el asunto y me asusto, parecen fieras furiosas por un poco de comida. En este caso, Ryan.

―Tranquilas. ―Él intenta calmarlas―. Arreglemos para otro día, pero... ―Se detiene a mirar a una chica―. ¡Eh, eso es mío! ―Le ha arrebatado su pañuelo y no cualquiera, es el pañuelo que bordo su difunta abuela con mucho amor. Según Ryan, la única persona de su familia que ha valido la pena, dando a entender que ha sido una persona muy importante para él en su vida. No puedo permitir que le arrebaten algo tan valioso. La veo huir y voy atrás de Ryan que la persigue.

―¡Espera! ―grito y continúo corriendo.

La chica llega hasta la azotea, sí, hemos corrido mucho e incluso los profesores nos han gritado al vernos pasar al lado de ellos sin detenernos ¡Ha sido una locura! Veo una amonestación en mi futuro.

―Ya no puedes huir, detente ―le advierte Ryan en aquella terraza amplia.

La chica retrocede hasta llegar a la baranda.

―Un paso más y lo tiro ―advierte ella levantando su mano hacia fuera de la terraza.

―No es gracioso ―exclama nervioso Ryan.

―Pues si me seguiste hasta aquí, lo es. ―Ella se ríe.

―Por favor, es importante ―intercedo también.

―Y es por eso que me lo quedo ―se burla ¿Qué le pasa a esta chica?

―Negociemos. ―El pelirrojo sonríe―. Te gusto, ¿no? Entonces... ¿Para qué quieres un pañuelo si me puedes tener a mí? ―ofrece.

―Por favor, lindo, ambos sabemos que solo eres chico de una sola noche y nada más. ―Touché, mal ahí―. Al menos con esto puedo estar en tus pensamientos, ¿no te parece? ―Uh, está loca.

Ryan frunce el ceño.

―¡Maldita! ―Se enoja.

―Hey, cuidadito con lo que dices o lo tiro. ―Juguetea con el pañuelo en su mano.

―Tranquila. ―Él se asusta―. No nos precipitemos.

―Así me gusta. ―Sonríe―. El chico malo controlado. ―Oh no, esta chica se está pasando del límite. Debo hacer algo, ¿pero qué?

―¡Cuidado, una abeja! ―Señalo a la nada. Quizás funcione.

―¡¿Qué?! ―Se distrae y Ryan aprovecha, pero... ―Ah no, eso sí que no. ―Suelta el pañuelo y se va corriendo de allí.

Me salió mal, muy mal y ahora viene lo peor.

―¡Ryan, no! ―Pasa del otro lado de la baranda para alcanzar el pañuelo, lo ataja, pero se tropieza―. ¡Ryan! ―Corro hasta ahí.

―¿Qué? ―exclama enojado y agarrado de la pared.

―¡Dios! Estás loco, me diste un susto de muerte. ―Me río.

Mi novia la miedosa (C.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora