Capitulo 1 Regreso A Clases

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El reloj por fin marco las siete de la mañana, deje de observarlo y me levante del sillón en el que me encontraba, entre al baño, tome una corta ducha y salí de la casa, subí al auto blanco y comencé a conducir como toda persona normal hasta llegar al instituto.

Aun sigo preguntándome ¿por que tengo que hacer esto?

Al llegar baje, me coloque la mochila sobre los hombros y camine hacia la entrada, todos hablaban de lo increíble que habían sido sus vacaciones, seguí caminando hasta llegar al casillero de metal despintado y lo abrí observando lo vacío que estaba.

-hola Kendall-podría distinguir esa voz a miles de kilómetros.

Cerré el casillero encontrando al rubio de pelos parados frente a mi-hola Itan-dijé seca.

-¿que tal estuvieron tus vacaciones?-preguntó sonriendo.

-normales-me gire y comencé a caminar, sentí sus pasos tras de mi, apresure el paso hasta llegar al salón de clases, entre y me senté en el primer lugar de la primera fila.

Mire hacia la puerta y observe como Itan entraba seguido por la morena de cabello ondulado que se sentó en la banca que se encontraba atrás de mi, la maestra entro y rápidamente dio inicio a la clase.

Durante toda la clase me la pase contemplando la banca rayada con signos extraños. Las clases pasaban hasta que por fin terminaron todas y la hora de salida llegó.

Metí la mochila al auto en el asiento de copiloto y los pasos de alguien aproximándose hicieron que me girara encontrando a la morena sonriendo frente a mi.

Bueno, por algo es hermana de Itan.

-al fin te encuentro, ¿nos vemos en mi casa o en la tuya?-preguntó.

-¿de que hablas?-pregunté confundida.

-para el trabajo de álgebra, nos asignaron juntas, ¿acaso no pusiste atención?

-no-respondí-quiero decir nos vemos en tu casa.

-perfecto-mantuvo la sonrisa-te veo a las cinco ¿de acuerdo?

-claro-me gire y subí al auto.

Las horas pasaron hasta que las cinco de la tarde llegaron, toque la puerta y rápidamente fue abierta mostrando a Itan con una enorme sonrisa en su rostro.

Aveces quisiera borrarle esa sonrisa.

-hola-sonrió ampliamente-¿que haces aquí?

-estoy aquí solo para hacer el trabajo de álgebra con tu hermana-entre mas rápido terminara con eso mucho mejor.

Mariana llego y empujo levemente a Itan-Kendall-sonrió-pasa-pidió y entre a su casa.

Las paredes blancas le daban un toque ideal a los enmarcados azules que se encontraban encima de los muebles, me senté sobre el sillón como me lo pidió en cuanto entre, saque el cuaderno y espere a que ella sacara el libro y el cuaderno para poder comenzar, durante el tiempo en el que hacíamos el trabajo Itan nos miraba pero específicamente me miraba a mi.

No se puede ser mas obvio, después de todos mis rechazos se me hacia extraño que no se rindiera.

-¿que no tienes nada mejor que hacer?-preguntó mirándolo.

-no,-se levanto de la silla en la que se encontraba-¿te molesta que este aquí?-preguntó mirándola y ella se levantó.

-si, y mucho, ahora vete de aquí-dijó molesta.

-no lo haré, esta también es mi casa.

-no me importa, vete o llamare a..-me levante y la interrumpí.

-yo mejor me voy, ya terminamos así que arreglen sus diferencias ¿de acuerdo?-cogí el cuaderno y comencé a caminar hacia la puerta.

-no Kendall, quedate-pidió Itan y lo mire-tengo mejores cosas que hacer.

-ya terminamos el trabajo-repetí nuevamente y me acerque a la puerta, la abrí y salí de la casa.

Al llegar a casa cerré la puerta y me recargue sobre aquella, encendí la luz, me gire y encontré sentada a aquella mujer que inmediatamente reconocí.

Esa mujer que me entrego amor, cariño, atención y mucho mas.

-Luisa-fue lo único que pude decir.

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