Capitulo 31 Sal De Aquí

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Kendall Connor

Liz no pudo preparar el veneno ademas de que no podiamos perder mas tiempo, y afortunadamente logro saber donde estaba Andrés.

—están en la bodega—susurró.

—¿están?—pregunté confundida.

—Kendall,—llamó mi atención—Andrés no esta solo, esta con los demás vampiros y además de que... tienen a Itan y su hermana ahí.

—¿¡Que!?—pregunté alterada levantandome de golpe—pero, ¿que hacen ellos ahí?

Fui muy clara al pedirles que no salieran de la casa. ¿Por que no me hicieron caso?

—no lo se.

—no puede ser—llevé ambas manos a mi cabeza frustrada—tengo que irme inmediatamente.

—yo iré contigo

No tenía tiempo de discutir así que no me negué a que fuera. Liz guardó las ultimas gotas del dolbar y los dos frascos de la cura, cogió algo que no alcance a ver que era y lo guardó en su chaqueta y rápidamente fuimos hasta la bodega.

Maldita sea ¿que hacen Itan y Mariana ahí?

Liz insistió en subir a su auto pero la cogí fuertemente de la mano y corrí a velocidad sobrenatural había la bodega tratando de ver lo que sucedía.

Visualice a Itan y Mariana. Se encontraban amarrados susurrandose un "te quiero".

¿Por que? ¿¡Por que!? ¿Por que demonios tenía que pasarle esto a ellos? todo esto es mi culpa.

No podía dejar que ellos sufrieran, ya no permitiría que mas inocentes sufrieran por mi culpa.

Miles de veces desee que Andrés y yo nos volviéramos a decir "te quiero" sinceramente. Pero en ese momento ya nada importaba y mucho menos el hecho de que fuéramos hermanos. En ese momento el no era nada mio.

Al llegar solté a Liz y golpeé la puerta de una patada haciéndola caer dejando a la vista al consejo y a los demás, detrás de ellos estaban Itan y Mariana encadenados.

—¿¡Que hicieron!?—pregunté gritando.

—nosotros no hicimos nada—respondió Andrés intentando mostrar inocencia.

—¡Esto es entre tu y yo!—exclamé mirándolo—¿por que los metes a ellos?

—eso te duele—afirmó mirándome mientras sonreía satisfecho por lograr su objetivo.

—¿Que es lo que intentas hacer?—pregunté entre dientes.

—provocarte el mismo dolor que tu me provocaste a mi todos estos años.

¿El dolor que yo le provoque? el me provoco mas dolor.

Lo miré con enojo y después miré a Elizabeth quien miraba la escena manteniendo silencio.

—sacalos de aquí—pedí en susurro mirándola.

—pero Kendall..

—¡Sacalos de aquí!—ordené y asintió para caminar hacia ellos a lo que rápidamente Alexis se interpuso en su camino.

—de aquí no salen.

—¿que es lo que pretenden todos juntos?—pregunté mirándolos.

—hacerte sufrir como tu lo hiciste con...

—¡LA VERDADERA RAZON!—Grite ya harta de sus juegos y solo me miraron.

—acabar contigo—sonrió Daysy y la miré.

—¿ahora si hablas maldita perra?

—¿quien te crees para hablarme así?—dio un paso hacia adelante acercándose a mi.

—¿enserio me lo preguntas?—pregunté—Eres un perra que engaño a mi... A Andrés y después lo pusiste en mi contra.

Lilian se acercó a Itan y Mariana mostrando total fastidio y cogió a Mariana de los cabellos quien estaba desmayada.

—¿los quieres?—preguntó y aparte mi vista de Daysy para mirar a la rubia.

—¡No Los Toques!—la furia ya había explotado en mi.

—duele que lastimen a tus seres queridos ¿cierto?

—¡A ELLOS NO LOS METAS EN ESTO!—ya no había control en mi.

—es una pena que los tengas que ver morir.

—¡No Te Atrevas A Hacerles Daño!

—muy tarde...

—sueltenlos—ordenó Ardack y todos llevamos nuestra vista hasta el.

—pero Ardack...

—sueltenlos—ordenó una vez mas y Liliana soltó a Mariana para mirar a Itan.

Liz aprovechó y rápidamente corrió hacia ellos, Ardack se encargo de quitarles las cadenas haciéndolos caer inconscientes al suelo a lo que Liz los ayudo a ponerse de pie mientras comenzaban a abrir los ojos con dificultad.

—sacalos de aquí—pedí.

Caminó lentamente intentando ayudarlos, todos la mirábamos hasta que finalmente salió con ellos gracias a que Ardack no permitió que se lanzaran sobre ella.

—Kendall...—escuché susurrar a Itan y me mantuve inmóvil sin mirarlo.

El no merecía eso, por mas dolor que me causaría el tenía que irse.

—sal de aquí—pedí.

—Ken..

—¡SAL DE AQUÍ!

Liz comenzó a sacarlos de ahí mientras yo los veía tan débiles sintiendo gran culpa, miré al consejo, Ardack los controlaba.

—¿que es lo que realmente quieren?—pregunté.

—tu muerte—soltó Liliana finalmente.

Hicieron todo esto, lastimaron y mataron a quienes mas quería solo para matarme.

Recordé a Luisa, el juramento que le hice, lo que ellos le hicieron solo por que sabía lo que era. Todo el daño que causaron. Yo jure vengar su muerte y ese era el momento.

La mataron por mi culpa, James y mi padre fueron asesinados por mi culpa, maté a muchas personas inocentes y Mariana e Itan llegaron hasta aquí por mi culpa.

Todo era mi culpa.

Han acabado con todo lo que tenía, ya no puedo dejar que hagan mas daño, se acabo, ya basta.

Los miré a todos, una pelea muy larga se acercaba... o tal vez muy corta si ellos acababan conmigo, eran mas y yo solo una, todos en mi contra, no había mucho que pudiera hacer.

Haré hasta lo imposible para hacerlos pagar por la muerte de Luisa y por todo el daño que han hecho.

—bien—suspire—adelante... hagamos que esto comience.

Rápidamente Daysy se abalanzó sobre mi y me la quité de encima para aventarla contra la pared, se levantó inmediatamente con enojo en su mirada, se acercó y me aventó contra el muro que inmediatamente comenzó a quebrarse, la miré con odio y ella sonrió le di una patada y rápidamente me volvió a aventar a dos muros que inmediatamente se quebraron y yo caí, ella se aventó sobre mi sonriendo con ganas de acabarme pero cuando lo hizo adentre mi mano a su pecho.

Abrió los ojos en grande al sentir mi mano—n-no p-por-porfav...

No pudo decir nada mas por que saqué el corazón de su pecho y la empuje para dejarla caer a un lado, me levanté con el corazón en la mano y la miré en el suelo para después mirar al consejo.

El único que se mostraba sorprendido era Cárter mientras que todos los demás se mantenían en silencio a excepción de Ardack quien sonreía satisfecho.

Que comience el juego.

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