Capitulo 6 ¿Y Me Darás Un Beso?

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Kendall Connor

Mariana me llevo al centro comercial, llegamos a muchas tiendas, se compró como mil vestidos e incluso  insistió en comprarme uno pero me negué.

Estuvimos horas ahí, recorriendo todo el lugar y entrando a cada tienda que ella veía, hasta que por fin llegaron las siete de la tarde y se canso de caminar así que nos fuimos. 

El siguiente día llegó y cuando llegué al instituto escuché como todos hablaban emocionados por el partido que sería en unas horas, las clases fueron canceladas por orden del director para que todos fuéramos a observar el partido y apoyaramos al instituto.

Ni de loca me quedo aquí.

Me dirigí a la puerta de la salida la cual estaba abierta, me prepare para irme pero un carraspeo hizo que me girara encontrando al director frente a mi.

—señorita connor ¿a donde cree que va?—preguntó acomodando su corbata.

—a mi casa—respondí como si fuera lo mas obvio.

—ningún alumno se puede ir del plantel estudiantil antes del partido, así que hagame el favor de ir a las gradas y esperar a que termine.

Lo mire y sonreí falsamente mientras comenzaba a caminar hacia las gradas en donde la mayoría se encontraba gritando esperando a que el partido diera inicio.

Me recargue en las gradas y ví como Mariana se acercaba a mi con una sonrisa.

—pensé que no vendrías.

—el director me obligó a estar aquí.

—ahora entiendo.

—les damos la bienvenida al instituto crawford, esperamos y este sea un partido inolvidable, recuerden que lo importante no es ganar o perder lo importante es participar y bueno, sin mas que decir que comience el partido—si claro, solo finje, si el equipo llega a perder se volverá loco.

En eso entraron los jugadores y el partido dio inicio, todos gritaban muy emocionados por el partido mientras que yo sólo quería que ya se acabara.

Itan Mccolman

El partido comenzó, el tiempo pasaba hasta que solo faltaban cinco minutos para terminar, había un empate, me posicione para recibir el balón, me giré y observe a Kendall a un lado de las gradas.

Ella había asistido, lo cual me hacía feliz.

Mire hacia el frente y sin ni siquiera pensarlo salí de la cancha y corrí hasta ella mientras escuchaba como me gritaban pidiendo que regresara.

Pero habían cosas mas importantes que eso, tenía un plan y tenía que aprovechar, un año insistiendo no iba a ser en vano.

Kendall Connor

Desvié mi vista y observe como el rubio salia de la cancha y corría hasta mi.

Ahora si que se volvió loco.

—¿que haces aquí?—pregunte en cuanto termino de acercarse a mi.

—¿que crees que haces?—preguntó Mariana mirándolo molesta.—regresa, el partido no es aquí.

—¡Regresa!—gritó el director.

—Mccolman ¿que crees que estas haciendo? ¡Regresa aquí ahora mismo!—Gritaba el entrenador muy enojado mientras que Itan solo lo ignoraba.

—kendall te in-inv-vi-to a sal-ir—dijo finalmente agitado mientras se sostenía de sus rodillas.

Lo mire confusa y pude notar que todos me fulminaban con la mirada.

Si las miradas mataran ellos estarían tres metros bajo tierra desde hace mucho tiempo.

—si aceptas salir conmigo regresaré y meteré el gol.

¿Me esta chantajeando? ¿Quien se cree para hacer eso?

—no acepto chantajes—dijé cruzándome de brazos.

—bien,—se acomodo quedando parado frente a mi—entonces perderemos por tu culpa.

—¿que?—pregunté, en definitivo me estaba chantajeando, debería de agradecer que le habló como para que me haga estas cosas.

—lo que escuchaste—sonrió cruzándose de brazos.

—Kendall por favor dile que si—pidió Mariana y la mire—solo faltan dos minutos.

—¡Mccolman!—exclamó el entrenador mientras se acercaba hasta nosotros.

Cerré los ojos y suspire—esta bien.

—¿que dijiste?—preguntó y lo miré.

—dijé que aceptó salir contigo—dijé entre dientes y sonrió.

—¿y me darás un beso?

—estas dañado del cerebro si crees que sucederá eso.

—creo que perderemos—afirmó aun sonriendo.

—Kendall, por favor—habló una chica a la cual nunca antes había visto.

La mire y regrese mi vista al rubio—si yo te gustara no me harías esto—dijé—pero eres astuto teñido, así que.. acepto.

Sonrió y se giró corriendo hacia la cancha, atrapó el balón y de una manera extraña logró encestar el balón dándole la victoria al instituto.

La mayoría comenzaron a gritar y bajaron de las gradas mientras corrían hacia las canchas para abrazar al equipo.

—lo logró—dijó sonriendo Mariana—Itan lo logro.

—Kendall, te veo a las ocho—habló desde las canchas.

¿En que lío me eh metido por salvar al instituto?

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